“En las últimas horas la situación ha vuelto a la tranquilidad en las calles de la capital, pero en realidad se trata de una calma solo aparente. En Buyumbura la gente vive en la incertidumbre y el temor a intervenciones represivas como las de la semana pasada, con consecuencias imprevisibles”. Lo dice a la MISNA una fuente de prensa local –cuyo anonimato mantenemos por razones de seguridad– en referencia a la violencia que se desencadenó entre el viernes y el sábado pasados en algunos sectores de la capital que el gobierno ha calificado de “subversivos”.
Según la misma fuente, los últimos hechos que produjeron la muerte de por lo menos 87 personas, fueron un punto que nunca había sido alcanzado hasta ahora tanto por el elevado número de víctimas como por la violencia indiscriminada con la que actuaron las fuerzas de seguridad. Fueron afectados en particular los barrios de Nyakabiga, Rohero II y Musaga, en una operación represiva que siguió a un triple ataqaue cotnra bases militares en la zona de Ngagara.
Los últimos acontecimientos podrían significar “el comienzo de una neuva fase aún más cruenta” en un clima de “creciente inseguridad” desde el inicio de la crisis política que se desató con la pretensión de un tercer mandato presidencial de Pierre Nkurunziza.
A la luz del ulterior deterioro de la situación en el país, los 28 ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, solicitaron la apertura inmediata de un diálogo nacional. El belga Didier Reynders pidió a sus pares apoyar política y financieramente la mediación ugandesa y al mismo tiempo evaluar la posibilidad del despliegue de una fuerza regional en Burundi. “Estamos en contacto con la dirección de la Unión Africana para facilitar el diálogo en Burundi. Un diálogo que pensamos apoyar con ayudas financieras específicas paro que debe comenzar cuanto antes para poner fin a la violencia”, declaró la Alto Representante de Política exterior de la UE, Federica Mogherini.
La Unión Africana, por su parte, ha manifestado “gran preocupación” por la situación en Buyumbura, presionando por el inicio de un “diálogo realmente incluyente”, y pidiendo el respeto de los Acuerdos de Arusha para la paz y la reconciliación.
En Ginebra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha preparado un proyecto de resolución en favor del “despliegue urgente de una misión de investigación” para esclarecer posibles violaciones de los derechos humanos; el texto será sometido a votación el jueves.
Un informe de la ONG estadounidense Refugees International denuncia el reclutamiento forzado de ciudadanos burundeses, incluso niños, refugiados en el campo de Mahama, Ruanda, por parte de “grupos armados” que no identifica.