Ayer, en el Salón de los Ex-Presidentes de la Asamblea Nacional del Ecuador, se realizó el Foro Público: Hacia un Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares. Es un hecho de gran importancia que esta acción se haya concretado porque es un paso en el necesario camino que hay que recorrer para asegurar la vida en nuestro planeta.
La información aportada por Carlos Umaña, presidente de la Organización de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear y Tony Robinson, miembro activo de Mundo Sin Guerras y co-Director de Pressenza, ayudaron a dimensionar la gravedad de un tema que no debería ser lejano para nadie, así como sus implicaciones en el campo de la salud, la alimentación, el cambio climático y la vida misma del planeta y quienes aquí habitamos.
Se evidenció también la necesidad de respuestas políticas en este campo, dadas las proporciones planetarias que conlleva el tema de una posible guerra nuclear. En ese sentido fue clave la participación de la asambleísta María Augusta Calle, vicepresidenta de la Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral y asambleísta ponente de la resolución lograda el día martes 15 de diciembre en torno a esta temática, por parte de la Asamblea Nacional, y de la señora María del Carmen Estupiñán, delegada de la Presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador.
Al foro público asistieron cerca de 80 personas entre los que se contaban con delegados de las Embajadas de Argentina, Cuba, Rusia y Uruguay, así como de estudiantes de las Universidades Central, Politécnica Salesiana, y Católica del Ecuador. Participaron además jóvenes del Colegio Técnico Sucre y representantes de organizaciones tales como La Comunidad para el Desarrollo Humano, la COPEHU (Corriente Pedagógica Humanista), CORAPE (Coordinadora de Radios Populares Educativas del Ecuador), entre otras.
