Con el título “justicia por el cambio global” se ha celebrado la cuarta sesión de la Cumbre internacional de premios nobel de la paz en Barcelona.
Se preguntó a los ponentes qué respuestas se pueden dar a la actual crisis global en los ámbitos social, político, humanitario, medioambiental, etc.
El expresidente de Polonia Lech Walesa comenta que el mundo siempre ha estado dividido, podemos ver como en Europa hasta finales del siglo XX solo existían los países, pero ahora que tenemos una Unión Europea se requieren muchos cambios. Europa todavía no tiene una base ideológica sobre la cual basar la lucha por la justicia, en estos momentos Europa no tiene esos cimientos para debatir sobre que justicia queremos.
Ante la pregunta ¿hemos aprendido algo de la crisis economía del 2008?, el Sr. Walesa responde que las situaciones se avanzan a nuestras previsiones. Los problemas ahora son globales, de todo el planeta, y se han de afrontar de forma global, se ha de producir un cambio sistemático y Europa ha de dar una respuesta conjunta a estos problemas. Se trata de un cambio de era, de un proceso de los estados nacionales a las regiones y hay que fomentar los debates sobre este tema.
El expresidente de Costa Rica Oscar Arias Sánchez opina que la educación puede ser la manera de luchar contra la injusticia. Respecto al atentado de ayer en París, comenta que el terrorismo es el triunfo de la barbarie y citando a un escritor comenta “Para que triunfe el mal es necesario que los hombres buenos no hagan nada”. Recuerda que vivimos en un planeta en el que priman las desigualdades entre el norte y sur, y en esta situación considera que el gasto militar es una perversión. Explica que América latina es la región que más ha aumentado el gasto militar en los últimos años, aunque se trata de una región cuyo principal enemigo es la pobreza, la alfabetización o la degradación del medio ambiente. Advierte que necesitamos una nueva ética para el siglo XXI ya que la codicia de unos pocos banqueros produjo en 2008 una crisis que afectó terriblemente a los más pobres.
Mientras la globalización ha facilitado el libre comercio, no permite el libre flujo de personas, que han de arriesgar sus vidas para salir de sus países en busca de una mejor situación vital en Europa o EEUU. Explica cómo intentó que se adoptase el consenso de Costa Rica, que planteaba no perdonar ni renegociar deudas a países que gastasen más en comprar armamento que en educación, sanidad o protección del medio ambiente, pero dicha propuesta no avanzó en su aplicación. Denuncia que nunca se aplicó el artículo 26 de la Carta de las Naciones Unidas, que proponía utilizar los recursos del planeta para el desarrollo económico y humano; este artículo no se ha aplicado y la carrera armamentista ha consumido gran parte de los recursos.
Lord David Trimble piensa que la manera de responder a atentados como el de París de ayer no debe ser una acción militar. Es optimista con el proceso ya que según datos del Premio Nobel en economía de este año la pobreza ha disminuido globalmente, y espera que siga disminuyendo. La mejoría de la pobreza la han conseguido sobretodo China e India que han tenido un crecimiento constante los últimos años.
La representante de la Organización Mundial del Trabajo, Christiane Kuptsch, opina que las desigualdades son una realidad pero es nuestra tarea disminuirlas. Hay que cultivar la paz, entender las raíces de los problemas. Según la constitución de la Organización Mundial del Trabajo, la paz universal solo se podrá alcanzar si se consigue una justicia social. Advierte de la necesidad de que con la movilidad de los trabajadores, que cada vez será mayor, no aumenten los trabajos precarios para los inmigrantes.
Martin Novella, subsecretario del Panel Intergubernamental por el cambio climático advierte que a final del siglo la temperatura media puede llegar a aumentar 5 grados en algunos lugares con graves consecuencias sobre la falta de agua, la disminución de la producción agrícola., la subida de nivel del agua del mar que afectará numerosas ciudades. Esta situación producirá numerosos desplazados por causas climáticas. Se necesita que la comunidad internacional llegue a un acuerdo, especialmente finalizar con el uso de los combustibles fósiles. Si no queremos aumentar 2 grados la temperatura del planeta, las sociedades deben llegar a su pico de emisión en el 2030, pero esta situación solo afectaría el 0,06% al crecimiento económico global, una cifra irrisoria que todavía justifica más la aplicación de dichas medidas.
El cambio climático es una expresión más de la injusticia global: los más pobres son los que más problemas van a tener, algunos países van a desaparecer y sus habitantes tendrán que emigrar no se sabe dónde.
Todos los ponentes están de acuerdo en que los organismos internacionales no están funcionando, están bloqueados, queda abierta la pregunta de cómo dar respuesta a esta situación.