Ha concluido el primer balotaje -segunda vuelta electoral- realizado en Argentina a nivel de candidatos a presidente y vice de la Nación. Tuvo como protagonistas a Daniel Scioli y Carlos Zannini por el Frente para la Victoria (alianza amplia de centro izquierda, oficialista) y a Mauricio Macri con Gabriela Michetti por la alianza de derecha Cambiemos. Ganó la derecha.
El resultado ha sido ajustado, como es propio de los balotajes, que siempre son entre los dos candidatos más votados en la primera vuelta. Con el 95 por ciento de los votos escrutados Macri-Michetti obtuvieron 51.7 mientras que Scioli-Zannini obtuvieron el 48.2 Las cifras de abstención y los votos en blanco no fueron informados a la hora de este cierre.
Los resultados indican un cambio fuerte en la Argentina, hoy divida en su población y territorialmente y con un presidente que no tendrá mayoría
parlamentaria. “Hay un abanico de interrogantes” dicen los “analistas” acaso temiendo equivocarse y están pensando en sus próximos auspiciantes.
Entre otros y uno no menor por su importancia hacia el futuro rearmado político: la Alianza Cambiemos ¿es una fuerza política? ¿O se trata de un conjunto de oponentes al gobierno, cuyo discurso fue unificado por un publicista? Esto último es lo que explica que Macri reculó -en el último y decisivo tramo de la campaña- con los planteos netamente de derecha y se instaló en un espacio ambiguo, y un lenguaje vacío de propuestas.
Frente para la Victoria (FpV) cede el gobierno tras doce años. Desde 2003 a 2015, la acción del gobierno cambió un país en ruinas por el mejor país en que hemos vivido los argentinos que hoy tenemos más de siete décadas sobre nuestras espaldas. Tal vez demasiado cambio hizo que se descuidaran las formas y la gente terminó irritada por las maneras que nunca aceptó la clase media argentina -una pequeña burguesía snob- de parte de los exponentes de la base social: el peronismo. La señora presidente saturó a ese enorme espectro social con sus modos prepotentes (la propia designación a dedo del candidato Scioli, el abuso -justificado o no- de la cadena nacional para difundir un discurso del FpV, ciertas licencias no poéticas en el lenguaje, el trato ríspido, y más). Esta es una de las conclusiones provisorias, parece que importó más que la realidad la construcción de un discurso sobre esa realidad.
Uno de los aspectos oscuros del comportamiento de la ciudadanía en estas elecciones es que los derechos que ganó la sociedad han sido despreciados por los beneficiarios. No es la primera vez que ocurre sino que esto es bastante frecuente en los regímenes reformistas porque no se impulsan cambios de fondo en las estructuras económicas, jurídicas, políticas y sociales.
Scioli reconoció el triunfo de su oponente, agradeció a sus votantes y volvió a repasar su discurso sobre los logros de estos últimos 10 años. Fue coherente al insistir en los logros de un gobierno que cambió positiva y radicalmente a la Argentina. No cabe duda de que ambos candidatos de la fórmula oficial (Scioli, Zannini) hicieron lo que estuvo a su alcance y algo más. Trabajaron con convicción y la historia se los reconocerá tanto como lo ha hecho la gente durante la campaña electoral. Finalmente ofreció su colaboración al ingeniero Mauricio Macri y pidió que respetara los logros del gobierno kirchnerista.
Las palabras de Macri, aceptando el resultado que lo proclamó presidente, fueron tan pobres y vacías como las que desgranó durante su gestión en la ciudad y en la campaña. Atención que no se señala esto como crítica sino como una característica que lo diferenció del tono político tradicional del Frente para la Victoria. Agradecimientos, una larga lista, y los lugares comunes: “un cambio de época que va a ser maravilloso”, “un cambio que vamos a hacer juntos, que va a unir a todos los argentinos y esto requiere que no perdamos nada de nuestra vitalidad”. “Vamos a cooperar con todos los países del mundo”. Sobre el final, bordeó el mesianismo: yo estoy aquí para decirles cuál es el camino del desarrollo personal. Para decirles que voy a ayudar a cada argentino a progresar, a encontrar su camino junto a su familia. Etcétera. Etcétera.
Mañana podremos analizar el texto con retoques que van a publicar los medios del “nuevo oficialismo”.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner recibirá oficialmente al presidente y vicepresidente electos en la Casa Rosada, el martes próximo.
Ganó Mauricio Macri, perdió Scioli. Es la voluntad popular, la voz de dios.