Publicamos a continuación el texto del comentario radiofónico de Javier Tolcachier, para la Red de Comentaristas de ALER, en las que Pressenza participa activamente.
Hace exactamente diez años, en ocasión de la IV Cumbre de las Américas en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, fue derrotado el ALCA. Se trataba de imponer un área de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego, favorable a los negocios multinacionales y opuesta a las necesidades de equidad y desarrollo de los pueblos.
La iniciativa promocionada por EEUU, Canadá y México fue abatida por la fuerza conjunta de los movimientos sociales, reunidos en una multitudinaria Contracumbre junto al aporte protagónico de tres líderes de la integración de América Latina, Lula, Chávez y Kirchner.
El ALCA murió entonces. Sin embargo, su espíritu sigue ahí.
Se desliza sigilosamente a través de tratados bilaterales o acuerdos para la protección de inversiones…
Se viste de Alianzas nada pacíficas, que orienta el Norte y miran hacia el Oriente, dando la espalda a la integración del Sur…
El espíritu del ALCA sigue ahí, escondido, en secreto, convertido en tratados transpacíficos o transatlánticos, llenos de patentes y faltos de libertad…
Está ahí disfrazado cuando la democracia está amenazada por los intereses hegemónicos del Norte, está ahí cuando la sonrisa dulzona de políticos sostenidos por empresas, te miente desde miles de carteleras, prometiendo el cielo y promoviendo el desastre…
Ese mal espíritu está ahí, cuando los medios de comunicación te vuelven ciego, sordo y mudo…
Cuando el poder te asfixia y tu propio deseo te ahoga…
Está también ahí, cuando te atrincheras satisfecho entre los muros de la indiferencia, mientras tus hermanas y hermanos claman desde su desesperación.
El espíritu del ALCA sigue ahí. Ya sabes qué hacer para que desaparezca.