En evento en el que se aprobó el Marco de Acción para la Educación 2030, Irina Bokova y representantes de los Estados miembros y la sociedad civil destacaron la necesidad de que los Estados inviertan recursos y actúen por la superación de las desigualdades y la realización de una educación gratuita, equitativa e inclusiva.
En la mañana del 4 de noviembre, tuvo lugar en París, Francia, el Encuentro Especial de Alto Nivel sobre el Marco de Acción para la Educación 2030, evento que ocurrió durante la 38ª Conferencia General de la UNESCO en Paris, Francia. En el discurso de apertura del encuentro, Irina Bokova, directora-general de la UNESCO, celebró que se haya adoptado una agenda universal para la educación, integrada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hasta el 2030, que fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.
Bokova subrayó que la educación ha sido incorporada de manera ambiciosa a la Agenda de Desarrollo Sostenible en su Objetivo 4, pues los Estados se comprometieron con la garantía de 12 años de una educación gratuita e inclusiva para todos y todas. Como desafío para los próximos años, mencionó la financiación para la educación, destacando que actualmente sólo el 0,7% de la ayuda internacional para el desarrollo se invierte en educación.
La igualdad de género en la educación fue destacada por diversos Estados miembros como otro de los retos de los próximos 15 años. La ministra de Educación Nacional, Enseñanza Superior e Investigación de Francia, Najat Vallaud-Belkacem, destacó la necesidad de trabajar para alcanzar la paridad en el acceso a la educación en la mitad de los países del mundo donde este objetivo no se concretó durante el periodo de implementación de la Agenda de Educación para Todos (2000-2015). Además subrayó la urgencia de superar los estereotipos y las desigualdades de género, incluso en los países de la Unión Europea, donde persisten desigualdades salariales entre hombres y mujeres. Asimismo enfatizó la necesidad de trabajar por una educación inclusiva, de responsabilidad del Estado y a lo largo de la vida. Inspirada por Olympe de Gouges, quien hace dos siglos, durante la Revolución Francesa, se preguntaba “¿Somos capaces de ser justos?”, respondió que sí, eso es posible, que las desigualdades no son una fatalidad y que hay que actuar para superarlas.
La ministra de Educación de Paraguay, Marta Lafuente, a su vez, destacó la necesidad de que la educación sea asumida realmente como un bien público y un derecho fundamental y que es crucial invertir más y mejor para crear sociedades inclusivas y solidarias en que los rezagos se reduzcan a cero, lo que supone valorar la carrera docente e invertir en la educación a lo largo de la vida, desde la primera infancia hasta la educación superior. En nombre de los Estados de América Latina y el Caribe, mencionó también la urgencia de innovar en la evaluación de la calidad de la educación y en el fortalecimiento del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa.
La voz de la sociedad civil – La sesión en la que se aprobó el Marco de Acción para la Educación 2030 contó con la participación de Estados miembros, organizaciones multilaterales y cinco organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Campaña Mundial por la Educación (CME), la Internacional de la Educación (IE) y el Consejo Internacional de Educación de Personas Adultas (ICAE).
Camilla Croso, presidenta de la Campaña Mundial por la Educación y coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), celebró la adopción del Marco de Acción para la Educación 2030 y valoró que el documento reconozca que las organizaciones de la sociedad civil son fundamentales en los procesos de definición de las políticas públicas, y además que considere la participación ciudadana como un derecho en sí misma. Por otro lado, ponderó que hay una creciente clausura de espacios para dicha participación en muchos contextos nacionales, y en particular una gran criminalización de movimientos sociales, incluyendo los de maestros y maestras, estudiantes y otras/os activistas.
Representando a 32 millones de educadoras/es, Fred van Leeuwen, secretario general de la Internacional de la Educación (IE), subrayó que es fundamental que los Estados, para la implementación de la Agenda de Educación 2030 en sus planes nacionales de educación, escuchen a los y las maestros/as y prioricen la inversión en la formación docente y en la mejoría de sus condiciones laborales.