El conflicto de Sahara Occidental “debe acabar, si la población de la región quiere vencer los desafíos comunes y lograr su pleno potencial”. Lo dijo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, cuando se aproxima el 40 aniversario de la llamada “marcha verde” con la que Marruecos ocupó la antigua colonia española el 6 de noviembre de 1975.
Recordando los esfuerzos del enviado especial de las Naciones Unidas Christopher Ross en favor de una “solución política mutuamente aceptable que provea a la autodeterminación del pueblo de Sahara occidental”, Ban criticó la parálisis de las negociaciones. “Lamento notar –declaró el Secretario General– que las propuestas de abril del 2007 por parte del reino de Marruecos y del Frente Polisario no han abierto el camino a las tratativas sinceras que yo y el Consejo [de Seguridad] hemos pedido repetidamente”.
Sahara Occidental, la última colonia de África, fue ocupada militarmente por Marruecos en 1975. El Frente Polisario, con el apoyo de Argelia, pide su independencia, y tanto la Unión Africana como algunos países reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que se proclamó independiente en 1976, mientras la ONU la incluye en la lista de territorios no autónomos.