Centenares de personas se han movilizado por Saná, capital yemení, para exigir el fin de las ofensivas saudíes, reporta la cadena iraní de noticias en inglés Press TV.
Según la fuente, centenares de personas, incluidos activistas y representantes de organizaciones no gubernamentales pro derechos humanos, se concentraron el domingo ante la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para exigir al organismo internacional que se deje de palabrería y adopte medidas serias para acabar con los bombardeos saudíes.
“Estamos frente a la oficina de la ONU para demandar el fin del genocidio y la guerra que lleva a cabo Arabia Saudí… Queremos denunciar el bloqueo de las noticias sobre las atrocidades saudíes (en Yemen), cuyo objetivo es engañar a la opinión publica y silenciar la voz de la verdad”, afirma un manifestante, citado por Press TV.
Los indignados portaban banderas nacionales y gritaban lemas contra Al Saud. Para los manifestantes, la matanza cometida por el Ejército saudí en Yemen supera en brutalidad a la del régimen de Israel.
“Arabia Saudí ha asesinado a mujeres y niños yemeníes, destruido propiedades públicas y privadas y toda la infraestructura del país. Ellos nos asesinan incluso en las ceremonias de boda, en las mezquitas, en los mercados…”, denuncia el manifestante.
A finales de marzo, Arabia Saudí emprendió, sin el aval de la ONU, pero con la luz verde de EE.UU., una campaña militar contra Yemen, en un intento por apartar de la esfera política al movimiento popular Ansarolá y restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, fiel aliado de Riad.
Según las últimas cifras anunciadas por la Coalición Civil de Yemen, al menos 6090 yemeníes —entre ellos, 1698 niños y 1038 mujeres—, han perdido la vida como consecuencia de la agresión saudí, y unos 13 552 han resultado heridos.
Un reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pone de manifiesto que cuatro de cada cinco yemeníes —o lo que es lo mismo, 21 millones de personas, necesitan ayuda humanitaria urgente— y 1,7 millones de menores sufren riesgo de malnutrición.