Conversamos con el antropólogo wayúu Weildler Guerra Curvelo desde Río Hacha en la Guajira colombiana para preguntarle cómo se ve el conflicto fronterizo que vivió Colombia con Venezuela, cómo se relacionan los pueblos colombiano y venezolanos y cómo se siente y cómo se vive.
Pero antes de poder comunicarnos con él, los Diálogos de Paz en La Habana nos trajeron una nueva sorpresa positiva, con el preacuerdo de Paz definitivo entre las FARC-EP y el presidente Juan Manuel Santos.
Pressenza: Bienvenido a este programa, Colombia es noticia y buena noticia y nos pone muy contentos a todos los latinoamericanos y a los ecuatorianos tan próximo0s al pueblo colombiano.
Weilder Guerra Curvelo: Efectivamente, las noticias que han venido en las últimas horas son muy positivas para Colombia y también para sus vecinos. Porque la paz de Colombia indudablemente está ligada también a las fronteras y a los países vecinos, toda nuestra situación social repercute entre unos y otros. Dado que compartimos espacios y territorios y además parte importante de la historia de todos los países. Así que yo pienso que la página que se abre es una página de esperanza, que puede permitir que los colombianos dediquen sus esfuerzos a construir un país más equitativo, más justo, en el cual todo el esfuerzo nuestro se dirija hacia la ciencia, el conocimiento, hacia la educación, hacia la erradicación de los retos sociales que nos enfrentan, que tenemos que abordar como generación y dejar en el pasado la violencia de sesenta años terribles de lucha, que solo acentuó las injusticias en el país.
Pressenza: Cuéntanos un poco cómo recibió la Guajira, el territorio y esa frontera las últimas noticias, las noticias de esta semana, tanto en relación con el conflicto fronterizo que todavía existe con Venezuela, como en relación con el tema de la Paz. ¿Qué se dice allá en la Guajira?
WGC: Como ya expresé, el tema de la paz abre un horizonte de esperanza muy amplio para nuestra gente que también ha sido golpeada por el conflicto y también entendemos que ello puede repercutir en las relaciones fronterizas. Venezuela ha jugado un papel como un país garante en el proceso y sin duda las contribuciones de todos los países involucrados como Chile, Cuba y Noruega, sumado al de Venezuela han permitido que hoy estemos en un punto de no retorno de los diálogos de paz. En cuanto a la frontera, evidentemente, nosotros, o por lo menos el pueblo wayú tiene una situación singular y es que ese es nuestro territorio, las repúblicas fueron construidas sobre el territorio de la población wayúu. Por lo tanto las restricciones que se hacen sobre las fronteras, se hacen sobre una red ordenada de caminos, de lugares, que están allí y que forman parte de la memoria, de la geografía del pueblo wayúu y la cual toda restricción es terriblemente perjudicial para las familias que están de un lado y otro de la línea limítrofe. Una línea que hemos considerado siempre arbitraria, que se hace solo en el Siglo XIX, pero que forma parte de un territorio único, que tiene hitos geográficos, cronotopos, lugares de memoria, cementerios a ambos lados de esa línea y que esperamos que haya una armonía pronto y una reapertura de esta línea para que las personas puedan transitar de un lado a otro sin restricciones.
Pressenza: ¿Y cómo han resuelto esa cotidianidad los wayús en el medio de ese conflicto fronterizo, qué han hecho las familias, las comunidades que, como tú bien dices, no reconocen fronteras?
WGC: Están permitiendo el paso de las personas wayúu de un lado a otro, eso sí se está permitiendo indudablemente. No se permite el tránsito de personas no indígenas, pero las personas indígenas sí están cruzando, con dificultades, obviamente, porque tienen que hacerlo por caminos tradicionales y no por la vía oficial y además, de todas maneras no hay una barrera tan tajante de la población criolla. Esta es una región de un profundo mestizaje, muchos wayúus son urbanizados, viven en las ciudades, otros se asientan en las zonas tradicionales, muchos son profesionales, comerciantes y tienen diferentes oficios, profesores, incluso militares y policías. Entonces, no deja de causar un inmenso traumatismo, aunque se permite el paso de miembros de la comunidad indígena, puesto que es una frontera que debe ser un espacio de aproximación y no una barrera de separación en el cual circulan las personas, los artefactos, la música, las ideas. Es decir, todo. Y, por lo tanto, es inconcebible que las fronteras estén cerradas.
Pressenza: Desde Buenos Aires recibimos la noticia de ayer con mucha esperanza, confiamos en que este proceso de paz pueda seguir hacia adelante y traer no solo la paz para Colombia, sino para toda la región. Sin embargo hay algo que es como una nube que atraviesa esta situación que tiene que ver con los paramilitares, que no están representados en esta mesa de diálogo por la paz. ¿Cómo se vislumbran los posibles problemas que puedan surgir con el paramilitarismo que es una de las patas más terribles de este conflicto? Y que por otra parte es uno de los factores que ha desatado el conflicto fronterizo, también.
WGC: Yo pienso que ellos no son un actor independiente, ellos fueron la expresión de sectores muy tradicionales económicos y políticos que vieron en esos grupos subalternos y organizados una forma ilegal, una forma terriblemente ilegítima y cruel de realizar una lucha en el país y de crear una especie de modulación del terror. Entonces, ellos no están representados porque no tienen una autonomía, ni fueron autónomos nunca, sino que fueron, justamente, una estrategia para poder combatir a la subversión en Colombia. Por lo tanto, creo que el país no los ha extrañado. De hecho, ellos ya fueron sujeto de un proceso de justicia y paz hace varios años, cuando el gobierno del presidente Uribe. Y por lo tanto no era necesario que estuvieran presentes en la mesa, puesto que ya la mayoría de sus jefes o están extraditados o purgaron penas de hasta 8 años de cárcel y no era necesario que estuviesen allí, sería una duplicación de actores. Realmente la negociación era entre el Estado colombiano y la guerrilla. Lo que sí era importante, como lo hubo, que hubiera presencia de las fuerzas armadas en la negociación, de altos oficiales y ellos estuvieron allí en ese proceso.
Pressenza: ¿Y se puede tener esperanzas de que realmente el gobierno a través del ejército pueda, finalmente, terminar de controlar estos grupos paramilitares?
WGC: Sin duda alguna, porque hoy en día ellos han mutado hacia un fenómeno que se llama Band Crimes, que son como bandas organizadas, de manera que hoy en día, prácticamente, su existencia como tal, como cuerpos paralelos, que lo que quiere decir la palabra paramilitar se ha reducido significativamente, lo que tenemos en la frontera son más bien Band Crimes, grupos de bandas criminales. Incluso después del conflicto pueden estar presentes, como el caso de las maras salvadoreñas, por ejemplo, luego de la paz en El Salvador. Entonces, ya son cuerpos que pueden combatir más un Estado con herramientas policiales y no requieren que se tengan grandes fuerzas, ni cantidades de soldados, centenares de miles, como lo tiene actualmente Colombia, cerca de 400 mil hombres están en las armas, para reprimir este tipo de organizaciones delincuenciales, que no tienen, además, ningún objetivo político. De manera que en el país hay una gran esperanza y confianza en esto. Yo creo que el paso que se dio hace dos días es muy significativo, hay sinceridad en las partes, hay evidencias de sinceridad en las dos partes y los colombianos estamos esperando que en 6 meses se firme el acuerdo de paz y que realmente doble la página el país hacia una Colombia nueva, que deja atrás ese lastre de violencia, que no fue una violencia partera, que no nos llevó a un orden social nuevo, sino que simplemente acentuó las injusticias contra, justamente, los sectores más vulnerables de nuestra población.
Pressenza: ¡Qué bueno escucharte! Se nos ponen los pelos de punta. Es super conmovedor escucharte y escuchar ese tono de voz de esperanza que es esperanza para Colombia y para todo el continente. Esperamos que los avances en el proceso de paz aliviane, afloje las tensiones en el conflicto con la frontera con Venezuela para que todo vuelva a la normalidad entre esos pueblos hermanos que comparten toda la historia y toda la vida.
WGC: Gracias a ustedes por expresar esa solidaridad que Colombia va a necesitar, de verdad, la solidaridad latinoamericana y todo está interconectado como bien hemos dicho, así que la paz de Colombia también está ligada al tema de la paz y las buenas relaciones en la frontera.
Pressenza: Un abrazo muy grande para todo el pueblo colombiano que le está dando una lección al mundo de cómo se pueden resolver este tipo de conflictos.