El encuentro que se está llevando a cabo entre familiares separados por la guerra de Corea (1950-53) no es una novedad –a pesar de que sea un acontecimiento raro y que peligraba hasta pocas horas antes de su inicio ayer a la mañana– pero para sus protagonistas es ciertamente un acontecimiento único.
La mayoría de los 65.000 surcoreanos que se encuentran en lista para encontrarse con sus familiares tienen más de ochenta años. Y sin embargo, esta vez poco más de 500 personas de ambas partes de la península coreana fueron sorteadas para reunirse en la localidad turística del monte Kumgang, en Corea del Norte, a poca distancia de la zona desmilitarizada que separa a ambos estados.
El segundo encuentro en cinco años concluirá mañana. El anterior se celebró en febrero del 2014, y al igual que aquel sufrió también las vicisitudes de las alternantes relaciones entre ambos sectores de la península. Actualmente las relaciones se caracterizan por la creciente agresividad y capacidad tecnológica de Corea del Norte, capaz de producir misiles balísticos cada vez más sofisticados y –se teme– de poder dotarlos de un número limitado de cabezas atómicas tácticas.
Millones de coreanos quedaron separados por la guerra de Corea y por la persistencia del régimen de Corea del Norte, y de la única dinastía comunista en el mundo, fundada por Kim Il-sung, y que tuvo como sucesores en el “trono” a su hijo Kim Jong-il, y desde el 2011, al joven Kim Jong-un.
En esta oportunidad, sin embargo, solo 389 surcoreanos de 96 familias cruzaron la frontera en autobuses para reunirse con 141 norcoreanos, con los que estarán durante seis encuentros que en total sumarán 12 horas. La iniciativa, rígidamente organizada y de alto impacto mediático, está sujeta a estrictos controles de los sistemas de seguridad de ambos estados.
El actual es el 20° encuentro directo de familiares que se realiza desde el año 2000 y que se alternaron con 7 encuentros en videoconferencia. Entre el sábado y el lunes próximos se producirá un nuevo encuentro directo en el que participarán 250 surcoreanos y un número aún no determinado de norcoreanos.