Vídeo: Álvaro Orus / Fotografías: Pepi Muñoz, Juan Carlos Marín y Verónica Simón
Dentro de los actos celebrados con motivo del 2 de octubre como Día de la No Violencia, en Madrid se ha llevado a cabo una marcha que ha comenzado en la Embajada de Siria y finalizado en la sede del Parlamento Europeo. En la Embajada de Siria se ha presentado una «Carta abierta al pueblo sirio» y ante el Parlamento Europeo se ha hecho una petición -a través de un escrito- para que los parlamentarios asuman su responsabilidad en los desastres que viven bastas zonas del planeta y para que trabajen por una cultura de paz y no violencia. Ante ambas oficinas, después de leer los correspondientes escritos presentados, se ha hecho un pedido por el cese de la violencia en cualquiera de sus formas, que genera que millones de seres humanos se vean obligados a vivir desplazados.
En el caso de la Embajada Siria, se ha hecho entrega a las autoridades competentes -por parte de representantes de las distintas organizaciones convocantes de este evento- de la carta, cuyo contenido ha sido leído también ante los manifestantes en la calle, seguido de un pedido para que cese la violencia.
«Carta abierta al pueblo sirio«, presentada en la Embajada de dicho país:
«Hoy 2 de octubre, los humanistas de todo el mundo celebramos un año más el Día Internacional de la No-Violencia. Desde que la ONU instaurase este día dedicado a la más valerosa y moral de las formas de lucha por la paz y la justicia no han faltado los motivos para seguir alzando nuestra voz en el reclamo de un mundo libre de toda forma de violencia. Sin embargo en este año estamos viviendo una de las tragedias más lamentables que hayamos visto en muchos años. Siria se desangra.
Millones de desplazados, cientos de miles de abatidos tanto en los múltiples frentes de combate como en las indefensas ciudades. Caos, destrucción, violencia en todas sus manifestaciones. Hombres, mujeres y niños atemorizados, asediados y sacrificados en el altar de un dios ignoto o de una causa secuestrada para otros fines.
No seremos nosotros los que alcemos el dedo acusador para señalar a los culpables. Demasiado odio, demasiado resentimiento, demasiada sed de venganza se ha apoderado ya de los corazones como para seguir alimentando la búsqueda de culpables. No busquemos culpables. Muchos son los responsables pero nadie es culpable de lo que luego sucedió. Muchos son los inocentes en esta tragedia, pero en todos los bandos en liza podemos reconocer en sus instigadores el rostro de la intolerancia y la violencia. Sobre todos ellos descansa una parte del peso de la responsabilidad de lo ocurrido. Y no surgirá la paz de la exaltación de las responsabilidades de los otros, sino del reconocimiento de las propias, como paso necesario para aceptar los frutos de un futuro e ineludible diálogo.
Nuestra voz se alza, pues, en este día como un pedido desde lo más profundo del corazón humano. Un clamor que viene de muy atrás y de muy adentro pide a los hombres y a todos y cada uno de los dioses que de una vez por todas en la Historia, se acabe con la primitiva pretensión de imponer las propias convicciones o los propios proyectos por el uso de la fuerza bruta, por la violenta negación de las convicciones y los proyectos del otro. Y este clamor que resuena hoy en estas calles y plazas, el clamor que anuncia que la no-violencia es la fuerza que transformará el mundo, será llevado por los vientos del cambio a todos los rincones de Siria, para que sus hombres y mujeres encuentren la paz en sus corazones y la luz en su entendimiento. Para que ese espíritu que animó al Ser Humano desde que un día se alzara sobre sus dos pies se manifieste nuevamente en los pueblos como una creciente e inaplazable sed de paz y reconciliación.
Porque la consecución de la Paz en Siria será el primer paso para la consecución de la anhelada Paz en el Mundo.
Firmantes: La Comunidad para el Desarrollo Humano, Partido Humanista, Convergencia de las Culturas, Mundo sin Guerras y sin Violencia, Comunidades del Mensaje de Silo».
La marcha ha recorrido parte de uno de los ejes centrales de la ciudad, pasando por el Ayuntamiento de Madrid, en la Plaza de la Cibeles, donde un cartel da la bienvenida a los refugiados para terminar en la sede del Parlamento Europeo en la capital española. Como decíamos, aquí han sido recibido por el máximo responsable de la Oficina, quien se ha comprometido en hacer llegar la petición el próximo lunes a todos los parlamentarios europeos.
Dicha petición por parte de las diferentes organizaciones humanistas convocantes dice así: