El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, advirtió el domingo que el presidente Evo Morales se halla en el centro de la mira de un ataque que apunta a tumbar el proceso de cambio que ha dotado a Bolivia de la musculatura política y económica para radicar el reclamo marítimo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya y que lo ha convertido en uno de los más prominentes líderes internacionales plantado contra el imperialismo.
«Quién, en Bolivia, ha llegado tan lejos respecto a los derechos marítimos del Estado Plurinacional de Bolivia», cuestionó en declaraciones a la televisión y radio públicas.
Quintana se refería al juicio entablado en la CIJ por la administración Morales en 2013 para que Chile se avenga a negociar de buena fe una salida soberana al mar, fundado en las múltiples promesas que autoridades chilenas, presidentes y cancilleres, realizaron a nombre de su Estado para que Bolivia deje su condición mediterránea dewsde 1879.
En una historia de 140 años de estériles cabildeos bilaterales, Morales es el único presidente boliviano que logró sentar a Chile en el banquillo del acusado en La Haya y el que conseguido que el reclamo marítimo boliviano cobre resonancia internacional.
«Hay fuerzas conspirativas que vienen desde los patrones chilenos y desde sus patrones gringos contra el Presidente de Bolivia, el proceso de cambio. Para estos señores, ojalá nunca La Haya se pronunciara; para estos señores el pronunciamiento de La Haya es como una pesadilla y, entonces, ojalá nunca hubiera ocurrido esta idea genial de llevar a Chile a La Haya», sostuvo.
La denuncia de Quintana se registra a 4 días que la CIJ se pronuncie respecto al recurso de impugnación a su competencia planteada por Chile para tratar la demanda marítima de Bolivia, que fue despojada por la fuerza en 1879 de sus 400 km de costa y 120.000 km2 de territorios que desembocan en el mar.
El Ministro boliviano de la Presidencia se refirió a la publicación de denuncias sin pruebas sobre una presunta vinculación de Morales con el narcotráfico, refrescada a media semana por una agencia internacional de noticias, en base de una versión ya aparecida en 2006, que aparejó la descalificación por EEUU de la lucha antidrogas de Bolivia a contrapelo de los resultados comprobados y divulgados por Naciones Unidas y una campaña de la prensa y oposición criollas que adversa la posibilidad que el mandatario se repostule a la Presidencia en las elecciones pautadas para fines de 2019.
«Me preocupa muchísimo estos ataques furibundos, racistas, rencorosos de la políticos criollos y me preocupa muchísimo la domesticación pavloviana (de Pavlov, condicionada) de algunos medios que están enajenados por sus patrones gringos y también pro chilenos (que) anteponen sus intereses políticos de negocios sumados a los intereses imperiales para atentar contra la patria, contra Bolivia, contra el presidente Evo y las organizaciones sociales», mantuvo.
Quintana, que llamó a las organizaciones a no bajar la guardia, deploró un titular reciente del cotidiano Página Siete que, dijo, forzó una locución del Papa Francisco para adversar la decisión de las organizaciones sociales de Bolivia de plantear ante el Legislativo la repostulación de Morales y subrayó que el dirigente boliviano incomoda, por su política nacionalista y naturaleza progresista, a poderes mundiales.
«El presidente Evo Morales es el objetivo número 1 de las agencias de seguridad de EEUU porque, hoy, el presidente Morales es uno de los líderes indiscutibles de América Latina y el mundo que no comulga con la política de los EEUU. Por lo tanto se ha convertido en un adversario político y corre el riesgo el presidente Evo Morales de ser afectado por las agencias de seguridad de EEUU como corrieron otros presidentes en América Latina», sostuvo durante una entrevista de casi una hora.
Quintana dijo que la cadena Unisión de EEUU y el magazine brasileño Veja se han puesto en campaña para horadar la legitimidad internacional y local de Morales.
«Hay una maquinaria mediática que ya ha construido el escándalo acerca de un entorno, que esto no es nuevo, viene de varios años. A partir de esta construcción de una matriz de opinión se pretende instalar la opinión que Bolivia es un narcoestado», sostuvo al lamentar la existencia en el país de una «prensa» y políticos «bobos» que repite «sin nungún tipo de reflexión este tipo de consigna haciéndole el favor a los EEUU para legitimar el informe de que Bolivia no contribuye» en la lucha internacional contra los estupefacientes.