Tal vez estas sean las elecciones más calmadas que hemos vivido desde hace bastante tiempo. Me senté a mirar los debates entre los líderes políticos y tengo sólo una cosa que comentar: hay una falta total de inspiración. Esta situación no tiene nada que ver con lo que vivimos antes del referendum. Me dirás: ¿de verdad estás buscando inspiración entre los políticos? Sí, desgraciadamente. La hemos cultivado con muchos amigos desde le 2011 hasta el 2014 en las plazas, en las iniciativas de resistencia social y en la creación de diferentes estructuras que nos ayudan a combatir la crisis. Luego un gran porcentaje de nosotros confió esta inspiración a SYRIZA, que a su vez nos pidió que reconfirmáramos esa confianza justo antes de la gran ruptura. Habiendo obtenido el 61,38% a favor de un voto en contra de mayores austeridades, el gobierno se fue a Bruselas, donde fue humillado por la mayoría de los gobiernos europeos que no merecen que nosotros les mendiguemos dinero (como lo hizo el gobierno griego) pero tampoco que los respetemos. Las Instituciones Europeas no se perdieron una oportunidad para pegarnos bajo la línea del cinturón. O mejor dicho: las instituciones no sólo no se perdieron sino que crearon las oportunidades para desplegar esa conducta.
Zoe Konstantopoulou fue una de las personas más interesantes durante este período. Nunca dejó de hablar de la auditoría a la deuda griega, sobre la forma degradatoria que todo el gobierno depuesto trató a esa auditoría de la deuda, usando el silencio o la abstención en las discusiones abiertas en el parlamento o incluso diciendo que había que dejar “en paz” a Mr. Stournaras (el ex ministro de Finanzas, una persona que tenía que presentarse a sí mismo y explicar su posición sobre la auditoría de la deuda) como si hubiese que cubrir escándalos. Ella se refirió públicamente al gobierno para dar algunas respuestas. Co-firmó la carta abierta para otra Europa (plan B) junto con Varoufakis, Melanchon y otros ex ministros de finanzas de Francia, Alemania, Italia. Con las elecciones por delante, se sumó como candidata independiente al partido recientemente formado por sus camaradas que se negaron a votar por medidas como pre-requisitos para el tercer Memorandum. Durante la semana pasada, casi les suplicó a los representantes griegos ante las NU que votaran a favor de la aprobación de las reglas básicas que permiten la reconsideración de una deuda pública. Finalmente los representantes griegos ante las NU declararon su abstinencia sobre este procedimiento. Sí, usted entendió bien: el país que creó la auditoría para su deuda en el Parlamento, ahora se abstiene de este procedimiento establecido por NU. Zoe Konstantopoulou ha sido relevada desde el comienzo de sus funciones como Presidente del Parlamento Griego, más que cualquier otra persona. Usan adjetivos, frases y conversaciones abiertas que alertarían a cualquiera con instinto de izquierda feminista. Nada más que silencio, sin embargo. Surgieron pocas voces que no contribuyeron en nada más que en rumores. No hubo ninguna reacción a este ataque sin misericordia.
Como miembro activo de la sociedad civil comprendo cada vez más que ha llegado el momento de pasar a la acción. No me refiero al tipo de acciones que crean una red segura, ese tipo de acciones de las que nos servimos con empeño durante todos estos años de crisis, tratando de recuperar la dignidad perdida de la población vulnerable. El adjetivo “vulnerable” ya nos supera. Ahora todos somos vulnerables de algún modo. Llegó el momento de volvernos a encontrar y pasar a la acción dando origen a nuevas formas en todos los niveles. Estructuras nuevas, actividades nuevas de no-cooperación con las políticas inapropiadas, nuevas propuestas para el sistema de gobernanza ya que la democracia representativa ha colapsado tan gloriosamente durante este verano. Necesitamos soluciones que den respuestas reales a nuestros problemas. Necesitamos responsabilizarnos con un nuevo estado que descarte el régimen del clientelismo, que ajuste el sistema impositivo del modo más equitativo, que reconstruya nuestras fuentes de ingresos, nuestra economía, nuestro turismo, que cuide a la gente, salud pública, educación pública y dignidad. Tenemos que establecer prioridades. Dentro o fuera de la UE no parece ser lo más importante en este momento. Una cosa está clara: necesitamos hacer esto junto con otros países que experimentan la misma necesidad. Quizá algunos están en la UE o no.
Finalmente, quiero dar crédito a dos cosas que el gobierno depuesto hizo: en primer lugar, la crisis griega y los problemas que se produjeron son ahora un tema internacional. Y en segundo lugar, aprendimos a comunicarnos verbalmente con la gente que viene escapando de las zonas de guerra, para que no los maten, usando la palabra refugiados y, lo más importante, aprendimos que hace falta otra forma de recibirlos y de tratarlos.