En Guatemala, el expresidente Otto Pérez Molina fue encarcelado por cargos de corrupción a pocas horas de su renuncia, debido a la presión ejercida por las protestas masivas. Desde Ciudad de Guatemala nos acompaña Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz en 1992 y autora de numerosos libros, entre ellos: «Yo, Rigoberta Menchú: Una mujer indígena en Guatemala». Sus obras han sido traducidas a más de una docena de idiomas, ha recibido más de 30 doctorados honoris causa y dirige la Fundación Rigoberta Menchú Tum. Menchú pide que Pérez Molina sea juzgado por comandar las tropas en la región de El Quiché en la década de 1980, donde tuvieron lugar algunas de las peores masacres cometidas por las fuerzas militares guatemaltecas.
Juan González: En Guatemala, el ex presidente Otto Pérez Molina ha sido encarcelado por cargos de corrupción a pocas horas de su renuncia, debido a la presión ejercida por las protestas masivas. El jueves, los fiscales mostraron conversaciones telefónicas interceptadas que, según ellos, demuestran que Pérez Molina era parte de una red de fraude de aduanas que hurtó miles de millones de dólares del tesoro público. El juez guatemalteco Miguel Ángel Gálvez ordenó que Pérez Molina fuera encarcelado.
Juez Miguel Ángel Gálvez: Esto, se deja constancia por parte de este órgano jurisdiccional que no es prisión preventiva, sino que únicamente es prisión provisional.
Amy Goodman: La renuncia y encarcelamiento del Presidente Otto Pérez Molina provocó celebraciones en las calles de Ciudad de Guatemala.
Jorge Delgado: Estamos aquí desde temprano, celebrando. Pues después de tantas caminatas, marchas pacíficas, mojadas, asoleadas, tantos gritos que dimos aquí en la plaza y ver que se logró un objetivo que se había planteado, que al fin hay justicia para el pueblo, que van a ser juzgados los corruptos, que la justicia tiene en sus manos lo que será de ellos en los siguientes años, es una alegría, pues difícil de describir la verdad, pues el fin de todo esto es el bien del pueblo.
Juan González: El vicepresidente, Alejandro Maldonado, ha sido nombrado como presidente interino hasta enero del próximo año, fecha en la que terminaba el mandato de Pérez Molina. Maldonado asumió el cargo de vicepresidente en mayo, tras la renuncia de la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, bajo acusaciones de corrupción. Al igual que Pérez Molina, Baldetti también está encarcelada y a la espera de un juicio. El nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Maldonado, habló el jueves:
Presidente Alejandro Maldonado Aguirre: Creo poder asumir un tanto el compromiso de convocar a sectores políticos, del estado, del congreso, para que entremos de lleno a reformas que el país necesita, y que entre la primera y la segunda vuelta electoral podamos tener un avivamiento de esos temas para que las reformas legislativas se lleven a cabo.
Amy Goodman: Para hablar más sobre el tema nos acompaña desde Ciudad de Guatemala Rigoberta Menchú. Premio Nobel de la Paz en 1992 y autora de numerosos libros, entre ellos: «Yo, Rigoberta Menchú: Una mujer indígena en Guatemala». Sus obras han sido traducidas a más de una docena de idiomas, ha recibido más de 30 doctorados honoris causa y dirige la Fundación Rigoberta Menchú Tum.
Rigoberta Menchú, le damos la bienvenida a Democracy Now! ¿Cuál es su respuesta a los últimos acontecimientos en su país, a la renuncia y encarcelamiento de Otto Pérez Molina?
Rigoberta Menchú: Así es. Es un acontecimiento extraordinariamente único en la historia de Guatemala. Durante más de 50 años aquí se ha tenido un miedo extraordinario a los militares. Los militares especializados, que se llaman kaibiles. Esos kaibiles que se formaron para controlar la gente, para aplacar la sociedad civil, para tratar de encubrir todo tipo de opinión en contra de ellos. Y no debemos de olvidar este día que Otto Pérez Molina, como muchos militares veteranos, el estilo de Ríos Montt, el estilo de Quilo Ayuso, el estilo de otros militares que están en la oscuridad actualmente y que están vivos, se formaron en la escuela de las Américas de Estados Unidos. Esos militares que no están dispuestos a quitar la bota, se mueren con su bota puesta y por eso para nosotros es una gran alegría la renuncia de Otto Pérez Molina porque llegamos a creer también que tal vez no renunciaría y no le importaría la opinión de todos. Pero también hay un récord muy importante de que no podemos perder de vista. Su gobierno, es un gobierno de poco tiempo, sin embargo volvió a instaurar alguno regímenes de lo que era los años 80, de lo que eran los años de finales de los 80.
Uno de ellos es la criminalización del liderazgo campesino, la criminalización de la sociedad civil, las censuras. Ustedes han visto, son testigos. Si revisamos los medios de comunicaciones nacionales, ¿cuántos pueblos mayas han hablado en estos tres años? No hemos sido parte de la voz de este pueblo. Sin embargo, y hay mucha complicidad. Entonces, nos es que cayó un general, sino cayó un general-dictador, pero no sólo es que cayó un general represivo, sino también cayó un general que tenía implicación en un pasado sangriento en Guatemala. El comandante Tito, como se conoce en la comunidad de derechos humanos, aquí en Guatemala, que es Otto Pérez Molina, fue ejecutor del genocidio en el pasado, él fue un mando joven que dirigió el ejército en las áreas ixiles, en las áreas más fuertes donde hubo conflicto armado, y donde quedó una huella triste. Y son las exhumaciones que se han hecho, y son las fosas comunes, es la desaparición forzada, es lo que hemos hecho a lo largo de estos años. Entonces hay un pasado que a él, lo carga en su maleta, pero hay un presente que son los últimos tres años que también mandó muchos dirigentes campesinos a la cárcel, defendiendo los intereses de mucho militares que son los que están en el negocio de la minería, son los que están en el negocio de la usurpación de los recursos naturales en Guatemala. Y luego, pues ya la última parte que es una parte verdaderamente cruel, vergonzoso, y es permitir que el señor Otto Pérez, desde la presidencia sea jefe de una banda criminal.
Esa banda criminal es nuevo en su récord, porque no sabemos que existe, ustedes sabrán, durante toda mi vida, estos 35 años de mi vida del que yo tengo razón, siempre dije que habían mafias corporativas. Siempre dije que habían poderes incrustados en las instituciones de estado. Parecía que todo el mundo hacía caso omiso a nuestra preocupación. Siempre estuvieron en las aduanas, siempre hicieron los pasillos en la fronteras para traficar todo tipo de negocios, no sólo droga, no sólo- también, ustedes saben que en este país ha ocurrido tráfico humano, desaparición de niños, desaparición de personas, y que nunca se nos pone atención. Entonces, yo no tengo más palabra que este júbilo que sentimos porque las juventudes guatemaltecas, yo soy maya, no puedo hablar de una juventud, porque hay juventud en los diversos pueblos. Las juventudes guatemaltecas han hecho posible a esta jornada cívica y ciudadana. Y esas juventudes guatemaltecas se sienten triunfantes, porque han demostrado que se puede derrotar el miedo. Muchas de las personas adultas, de mi edad, hemos padecido de un síndrome que se llama “miedo”. No queremos hablar, no queremos exponernos mucho, porque nos aíslan con el silencio o nos inventan demandas o simplemente nos acusan a todos por igual. Yo quisiera decir también, que esto es una caída de un símbolo de lo que se llamó en Guatemala “anticomunismo”.
Yo cada vez que hablo me dicen “sos comunista, no tienes que hablar”. Cada vez que opino seriamente sobre un tema nacional, inmediatamente me acusan de subersivo, de comunista, guerrillera, como si la guerrilla siguiera existiendo en este país, cuando sabemos que ya en este país hace más de 23 años que se diluyó la guerrilla guatemalteca, pero aquí hay mentes de esa gente que cree que hay guerrilla. Entonces ellos han justificados sus negocios, a partir de meterle idea a la gente, a partir de amenazas.
Pues yo felicito esta jornada cívica, ojalá que ahora en adelante nunca vuelvan esos esquemas de terrorismo de Estado, esos esquemas de censura, esos esquemas de acallar, amenazar para lograr tu triunfo, y esto no puede ser, y yo creo que esto es un “parte-agua” para Guatemala, es el honor a nuestra luchas, también es el honor a todo lo que hemos hecho para denunciar el genocidio, para llevarlo a los tribunales, hemos ido a la audiencia nacional de España, he puesto la demanda por genocidio, terrorismo de estado, por delitos de lesa humanidad, la desaparición forzada, la tortura, y también tenemos demandas aquí en Guatemala, más de una docena de demandas por genocidio que están pendientes en los tribunales y esperamos que esto sea un comienzo de una nueva era. Yo soy feliz porque estoy viva, por ver este momento, muchos no están.
Juan González: Rigoberta Menchú, quería preguntarle… usted mencionó que el presidente, Pérez Molina, ha estado en el cargo por poco tiempo, pero hay más miembros de su gobierno, no sólo a su vicepresidenta, que han sido encarcelados por corrupción. ¿Podría hablar sobre el papel del movimiento popular y de las protestas de los últimos meses para que finalmente el presidente se haya visto forzado a renunciar a su cargo?
Rigoberta Menchú: Si, definitivamente se combinaron varias luchas. Uno de esto es lo que fue genuina la participación ciudadana, que fue creciendo día con día. Realmente los últimos tres meses hay personas que no han dormido en su casa, han venido a manifestar domingo con domingo, sábado con sábado, cuando tienen oportunidad. O sea, esta jornada cívica que ocurrió en mucha paz, en mucha madurez, en mucha tranquilidad. No es la Guatemala violenta la que saca a Otto Pérez, es la Guatemala pacífica la que saca a Otto Pérez. Pero también se combinó con varias acciones legales y acciones investigativas.
Yo rindo homenaje al trabajo del ministerio público, porque es la primera vez que el ministerio público tiene este valor de llegar a ese fin. Rindo homenaje a la CICIG, la Comisión Internacional Contra la Impunidad, que sigilosamente hace un trabajo y especialmente al señor Iván Velásquez, que es el comisionado, él tiene coraje, él viene decidido a tocar las fibras de la impunidad. Y también rindo homenaje a nuestro compañero Amílcar Pop que es el Movimiento Político Winaq, ustedes se acuerdan, yo fundé un partido hace unos nueve años que empezamos a trabajar el partido. Amílcar es nuestro candidato a la reelección ahora, pero Amílcar desde que llegó al congreso empezó a interponer acciones contra la impunidad.
Tenemos emplazados más de cien funcionarios de Otto Pérez Molina entre alcaldes, entre diputados, que estamos solicitando su inmunidad. Estamos solicitando que se entreguen a la justicia, porque tenemos pruebas de corrupción en la municipalidades. Entonces, hay una cantidad de expedientes que está en el congreso, que está también ante los tribunales y que está en la investigación. Todo eso hace una misma ruta, y esa ruta es el cansancio de los guatemaltecos que se burlen de nuestra dignidad y que empobrecen el país cada día. Es lo que yo pienso, creo que hay mucho trabajo que hacer de aquí en adelante.
Amy Goodman: Rigoberta Menchú. Su padre, don Vicente Menchú, fue quemado vivo en la Embajada de España en Ciudad de Guatemala en 1980, junto a otros 36 campesinos indígenas. ¿Puede explicar la relación entre lo que está ocurriendo hoy en día y lo que pasó hace 35 años?
Rigoberta Menchú: Si. La consigna de la quema de la Embajada de España era una sola: “Mátenlos a todos. No dejen vivo a nadie”. Y esa es la orden que vino del general Lucas García, y es la orden que cometieron los seis cuerpos policíacos que participaron en esta masacre de la Embajada de España. Hemos tenido 16 años un juicio para ganar una sentencia. Hay una sentencia que aun, que ya está en firme, pero justamente, cuando estamos en esta parte de la sentencia, hubo tráfico de influencia desde la oficina de la señora Baldetti y desde la oficina del presidente para que no se implicara al Estado en esa sentencia. Por eso nosotros hemos impugnado esa sentencia. Pero durante 16 años juntamos los testigos, los testimonios, hay testigos que ya fallecieron y hay testigos que no quisieron admitir dentro del expediente porque toca precisamente nombres de personas, y dentro de los nombres pues obviamente se ha mencionado los nombres del señor Otto Pérez Molina.
Yo creo que por eso él tenía un miedo terrible de la cárcel. Y por eso yo creo que él no tiene porqué venir a dormir en su casa, porque en cualquier momento un militar como él es peligroso que podría incluso- tenemos que hacer prevención para que él continúe respondiendo por esto. Pero, por supuesto que tiene que ver con lo que está pasando ahora.
Es que la sociedad civil, es que la comunidad de derechos humanos hemos trabajado incansablemente para enfrentar una política que pretende borrar el pasado. Borrar las evidencias, borrar los testimonios, acallar los testigos. O sea, esa parte todavía está, por eso yo le decía empezando que una cosa es sólo ver el pasado, está bien, pero también queremos ver estos tres años de gobierno de Otto Pérez Molina, que hay mucho régimenes, muchos parámetros que podemos volver a comparar, por eso es peligroso y yo quiero concluir diciendo que ya vimos que los militares en el poder son peligrosos y la sociedad civil no puede seguir colocando gente de estos en la política, porque esto es lo que ellos hacen, controlar, mandar, orientar y poner estructuras jerárquicas y con esas estructuras jerárquicas crean grupos paralelos que se aprovechan y se sirven de la función pública, y esto no puede ser.
Amy Goodman: Rigoberta Menchú, queremos darle las gracias por haber estado con nosotros. Rigoberta Menchú es premio Nobel de la Paz. Ganó el Premio Nobel de la Paz en 1992. Ha publicado numerosos libros, entre ellos: “Yo, Rigoberta Menchú: Una mujer india en Guatemala”. Ha sido galardonada con más de 30 doctorados honoris causa en todo el mundo y dirige la Fundación Rigoberta Menchú Tum. Nos ha hablado desde su casa en Ciudad de Guatemala. Cuando regresemos, estaremos con el periodista Allan Nairn, quien también se encuentra en Ciudad de Guatemala en este momento histórico, con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, en prisión después de haber dimitido. Quédense con nosotros.
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Producido por Igor Moreno, Clara Ibarra, Linda Artola, Democracy Now! y Democracy Now! en Español.