Un nuevo equipo de gobierno encabezado por el primer ministro Baciro Dja, prestó juramento anoche en Bissau, luego de casi un mes de crisis política e institucional, que siguió a la destitución del primer ministro anterior por parte del presidente José Mario Vaz.

El nuevo gabinete –compuesto por 16 ministros y 15 secretarios de estado– fue integrado en base a un acuerdo entre el Partido para la Renovación Social (PRS), la segunda fuerza política en el parlamento, con 41 diputados sobre un total de 102, y una parte del Partido Africano para la Independencia de Guinea Bissau y Cabo Verde (PAIGC), el bloque mayoritario.

El presidente, el actual primer ministro y su predecesor Domingos Simões Pereira, pertenecen todos al PAIGC. El 14 de agosto el presidente Vaz había anunciado su intención de destituir a su compañero de partido en base a lo que llamó “una crisis de confianza”. Según la prensa local, el desacuerdo surgió por la elección del jefe de estado mayor de las fuerzas armadas, un puesto fundamental en el pequeño país africano, encrucijada de las rutas del contrabando de drogas entre América Latina y Europa.

Guinea Bissau, una antigua colonia portuguesa con un millón y medio de habitantes, ha sufrido desde su independencia numerosos golpes de estado e intentos de golpe, en los que el ejército siempre ha jugado el papel central.

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