Cuatro estudiantes de universidades prestigiosas de Tokio han iniciado una huelga de hambre ayer por la tarde, frente al Parlamento de Tokio; una medida poco usual en el país del Sol Naciente. La decisión fue tomada para expresar su oposición al paquete de leyes de seguridad, que ahora se encuentra en tránsito hacia el Senado, luego de haber sido aprobada en la Cámara de Diputados; para los opositores de la política del gobierno, la misma podría involucrar al país en conflictos en el exterior.
Esta es la segunda manifestación de desaprobación, tras la alineación pública de la Asociación Nacional de Abogados en contra de cualquier cambio en la Constitución y de cualquier medida que modifique el tradicional pacifismo japones.
De hecho, una de las posibilidades que ofrecen las nuevas medidas a las Fuerzas de Autodefensa es la intervención, junto con nación aliada que así lo exija, tras una agresión, pero también si es solicitada ante la ONU.
Para los estudiantes, que están decididos a llevar la protesta hasta «los límites físicos», en este momento es necesario un «enfoque directo y decidido» para cerrarle el camino de las leyes, que no sólo plantean escenarios nuevos e impredecibles, sino que también se han encontrado con una fuerte oposición política y popular.
La ultima huelga de hambre para protestar contra las políticas del gobierno fue realizada hace dos años por activistas que se oponían al restablecimiento de la producción de energía nuclear, en medio de la incertidumbre por la seguridad, después de los hechos de Fukushima.