Entrevista con el periodista Daniel Schnitman, quien investigó la voladura del edificio ubicado en Pasteur al 600. «La bomba se la pusieron a la DAIA, porque lavaba dinero del narcotráfico y la venta de armas», aseguró.
Por Enrique de la Calle para la Agencia Paco Urondo
APU: Una primera reflexión sobre el juicio por encubrimiento del atentado en la AMIA.
Daniel Schnitman: No se presentaron Carlos Menem ni Hugo Anzorregui, ex jefe de la SIDE, lo cual era esperable. No deben tener ganas de ir a hablar. Este va a ser un juicio largo, va a durar dos años. Es bueno que esté ocurriendo este juicio. Muchos luchamos 20 años para que esto pase.
APU: Para los menos entendidos en el tema: ¿Podría resumir qué se está juzgando en el juicio?
DS: Se está juzgando a las personas e instituciones que encubrieron el juicio I sobre el atentado a la AMIA. En realidad, el atentado a la AMIA yo lo llamaría el atentado al edificio de la calle Pasteur 633, donde se encuentran la AMIA, que es la mutual judía, y la DAIA, que es la representación política de la comunidad. Hay que dilucidar si la bomba fue para la DAIA, como yo creo. Esto es importante que esto se sepa. La AMIA es una mutual que ayuda a la gente.
APU: En cambio, la DAIA: ¿Qué hace?
DS: La DAIA es la representación política de la comunidad judía en Argentina. Una cosa es lo que tendría que hacer y otro lo que hace. Debería dignificar al judaísmo argentino, debería luchar por los derechos humanos, contra el antisemitismo. Se fue del camino, agarró una colectora muy fea. La DAIA colaboró con la Dictadura, haciendo de intermediario entre el Estado de Israel y la Dictadura en la venta de armas.
APU: Usted cree que el atentado fue contra la DAIA: ¿Cree que eso va a quedar claro durante el juicio?
DS: Seguramente eso va a aparecer. Si alguien encubrió es porque sabe cuál es la verdad. Esa gente que está sentada en el juicio sabe lo que pasó. Ya se sabe que encubrieron, se va a intentar saber por qué encubrieron, a quién encubrieron. Había un volquete en la puerta de la AMIA, de gente que se especializa en hacer explotar un edificio. Es gente que había comprado amonal, que es un explosivo. Eran argentinos de origen sirio. Repito: personas argentinos. Esas personas fueron entrevistadas por el juez José Galeano dos minutos y se fueron a su casa. Hasta el día de hoy. Es lógico pensar que la bomba estuviera en el volquete. Eso no se investigó. Sí se investigó a un tipo que dijo que a 20 cuadras vio una camioneta Trafic.
APU: Siempre se ha discutido esa hipótesis de la camioneta – bomba. ¿En el juicio eso va a quedar claro?
DS: Debería quedar claro, espero que así sea. También debería descartarse la existencia de un suicida. Porque esto no fue ningún atentado terrorista. Se quiso hacer creer que esto era un atentado terrorista, vinculado con lo religioso, con la crisis de Medio Oriente. Eso no tiene nada que ver. Fue un invento. Hay que decir que el judaísmo oficial también se sumó a esa hipótesis porque le servía para sacar del medio a Rubén Beraja, que era titular de DAIA, presidente de la Federación de Bancos Cooperativos, presidente de la Universidad Bar Ilan, dueño del banco Mayo. Lo siguen apañando hasta el día de hoy. La DAIA lo sigue encubriendo. A Beraja no lo querella ni la AMIA ni la DAIA en este juicio.
APU: Hay muchas organizaciones que reúnen a víctimas del atentado que no aceptan la hipótesis de que esto se trató de una bomba contra la DAIA por negocios vinculados con el lavado de dinero. Más allá, por supuesto, de que sí creen que existió encubrimiento.
DS: Son muchos años, es una tragedia muy grande. La organización que dice que tiene que defenderte, que se presenta como víctima, es parte del problema. La bomba se la pusieron a la DAIA, porque lavaba dinero del narcotráfico y la venta de armas. Eso tiene que ver con la entrada al país de personas vinculadas con promesas que hizo Menem a Siria. No hablemos de Irán. Menem prometió muchas cosas en Siria, a cambio de eso recibió 40 millones de dólares. Está todo acreditado. Mucha gente habla de oído. Hay que leer todo lo que existe.
APU: ¿Esa supuesta responsabilidad de Beraja va quedar claramente evidenciado en este juicio?
DS: No sé si va a quedar claramente evidenciado en el juicio, porque no sé qué puede pasar. Hablamos de la Justicia argentina. Tengo temor en ese sentido. No es Beraja solo, acá hubo una asociación ilícita. Acá hay una mezcla mafiosa muy compleja. Está el atentado a la embajada de Israel, un avión que se cayó en Centroamérica que transportaba a un traficante judío de oro y diamantes, la explosión en Río Tercero, las armas contrabandeadas a Croacia y Ecuador. Son años muy tremendos y muy complejos.
APU: ¿Hay responsables que no aparecen en el juicio?
DS: Claro, Carlos Corach y Miguel Ángel Toma, un hombre de la CIA en la Argentina. Ellos crearon toda esta mentira del atentado, del ataque de Irán. Hoy Toma aparece en todos los medios porque sabe que todas esas mentiras se están cayendo.
APU: Toma habla siempre de un informe de la SIDE sobre la bomba en AMIA.
DS: Lo mandaron a hacer ellos. Es un invento, es un informe estúpido. No hay pruebas, son trascendidos, se dice, me dijeron. Decir que una tarde en Irán se juntaron 6 personas a decir el atentado en Argentina. ¡En Argentina! Que era el único país amigo de Irán en esos años. Es una cosa estúpida. No simpatizo con Irán para nada, es un Estado facista que no tiene nada que ver con los derechos humanos. Pero de ahí a adjudicarle todos los males del mundo es otra cosa.
APU: ¿Confía en el Tribunal?
DS: Hasta ahora sí. Confío en la nueva UFI que investiga el caso. Nada tiene que ver con la época de Alberto Nisman, que no investigó nada, que se la pasaba paseando por el mundo desviando plata. Era un payaso de Jaime Stiuso. Sí creo que hay gente muy pesada que debía estar en la causa que no está.