A casi un año de Ayotzinapa
Por Atziri Avila, en faccionlatina
A casi un año de los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, México, en el que 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa fueron víctimas de desaparición forzada; Omar García Velázquez, estudiante de la Normal, sobreviviente de los hechos y uno de los voceros de Ayotzinapa se cuestiona: ¿cómo dormir cuando se sabe que ellos no duermen? ¿Cómo quedarse quietos si ellos no dan tregua?
Su cuestionamiento hace también un llamado a revisar las formas y prácticas hasta ahora realizadas. Crítica la dependencia y costumbre que tanto los partidos políticos como movimientos sociales generan en las personas e impiden la exigibilidad y ejercicio pleno de sus derechos.
“Los partidos políticos logran a través de la propaganda y del caudillismo que las personas identifiquen en ellos a una especie de ente o grupo que los va a salvar; los movimientos sociales, a excepción de unos cuantos, acostumbran a las personas a formas de lucha que se convierten en tradición y que nunca llegan a ninguna parte”.
A través del escrito público ¿Cómo plantear algo y que sea tomado en serio? Omar García afirma que no basta con lanzar conjuros al sistema capitalista: “El pueblo no necesita sólo marchas, necesita perspectivas. El pueblo no necesita salvadores ni grupos de salvadores, necesita un buen planteamiento o miles de buenos planteamientos donde se vean incluidas todas las personas explotadas de este país; donde todos y todas se vean identificadas (…) una propuesta que incluya a todos y todas no a simpatizar, sino a participar activamente. Esto no significa que estamos en contra de las marchas. Estamos en contra de las que se hacen sólo para pedirle chichi al Estado”.
Desde hace 11 meses Omar, junto con otros estudiantes, madres y padres de familia de los estudiantes de Ayotzinapa, han iniciado largos senderos para denunciar públicamente los hechos ocurridos en Iguala en los que también fueron ejecutados extrajudicialmente tres estudiantes: Julio César Ramírez, Julio César Mondragón y Daniel Solís Gallardo; así como tres personas más, entre ellas un menor de edad.
Estos recorridos con Asambleas de los pueblos y organizaciones populares, han hecho que conozca también la realidad de lo que sucede en otras partes de México: violencia, pobreza, feminicidios: “Leemos libros, analizamos teorías que fueron aplicadas y aplicables para otras épocas, pero no para la nuestra. Falta pues leer y analizar lo nuevo, ‘fenómeno social’ a ‘fenómeno social’ y mucho más que eso: hace falta leer no los libros como decía Marx, sino la realidad”.
A casi un año de la desaparición forzada de los estudiantes Omar García hace un llamado a cuestionar las problemáticas de fondo; a construir procesos organizativos que atiendan no sólo la emergencia sino las problemáticas estructurales que se viven en nuestro país.
Refrenda que en el movimiento para exigir: la aparición con vida de los normalistas desaparecidos; justicia y garantías de no repetición de los hechos, hay quienes “queremos que las cosas ocurran de manera muy distinta, también, por supuesto, que las cosas se hagan, existe la convicción pero eso no basta”.