Entrevistamos a Ramón E. Rojas Hernández, director del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna, con motivo de su participación en la Universidad de Verano de Adeje (Tenerife), y promotor de este programa de promoción de la igualdad y la no violencia en el deporte universitario.

 

Pressenza.- ¿Puedes explicarnos cómo surge la idea de poner en práctica este tipo de acciones de promoción de la igualdad y la no  violencia en la competición universitaria.

Ramón E. Rojas Hernández.- En el curso 2010-11 el rector de la Universidad de La Laguna, nos pide a través de la Unidad de Igualdad de la institución que emitamos un informe1 de cómo se está aplicando el principio de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito del deporte y la actividad física universitaria, y ahí caemos en cuenta que tanto desde el punto de vista de la oferta o programación deportiva como presupuestario está desproporcionada la promoción del deporte competición, que se identifica más con un practicante varón, respecto del deporte ocio o de recreación que responde mejor al gusto de la mujer. Esa observación y análisis nos permite corregir el desbalance que existe a partir del curso siguiente aumentando la oferta de actividades regladas y dirigidas por personal técnico cualificado de las que son usuarias las mujeres así como el monto presupuestario dedicado a ello y a dotar de material y equipamiento deportivo complementario.

Paralelamente, vamos observando que en la competición interna universitaria, aumentan los conflictos y las situaciones de agresividad, sobre todo verbal, entre jugadores y de estos hacia los jueces y árbitros, por lo que en el curso 2012/13 nos planteamos dentro del equipo de técnicos de gestión deportiva que forma el Servicio de Deportes que coordino, la posibilidad de implementar acciones que en lugar de penalizar, refuercen conductas positivas de juego limpio y de integración de la mujer también en este ámbito, dominado mayormente por el género masculino, pero que tenga consecuencias en la clasificación, es decir, que no sea solo el resultado lo que de puntos en la tabla clasificatoria, sino también que se puntúe porque no se le señale al equipo ningún tipo de amonestación, sea en forma de tarjeta o técnica descalificante, según estemos hablando de un deporte o de otro.

Y eso fue lo que hicimos, elaboramos una nueva normativa2 que regulaba la competición universitaria teniendo en cuenta que la clasificación puntuara el resultado y el juego limpio. Este curso cumplimos el tercero aplicándola. Destacar que es una normativa dinámica, que se va mejorando cada curso con la participación de los alumnos, con quienes consensuamos todos los detalles.

Pressenza.- Y este asunto se lleva como ponencia a un curso denominado “Por un deporte sin violencia” dentro del marco de la Universidad de Verano de Adeje (UVA)3, que organizan conjuntamente este municipio sureño con la Universidad de La Laguna

RERH.- Así es, la profesora Patricia Pintor Díaz, directora del curso, nos invitó a participar dentro de un panel de ponentes muy completo que quien lo desee puede consultar en el enlace al programa del curso completo. El martes pasado desarrollamos nuestra ponencia frente a 28 alumnos, mayormente maestros, entrenadores y alumnos universitarios de diversas carreras en una de las aulas del Complejo Deportivo municipal “Las Torres” de Adeje.

La exposición tuvo dos objetivos:
Dar a conocer cómo fomentamos el deporte sin violencia y la no discriminación sexual, mediante el refuerzo de conductas positivas, incorporando nuevos criterios de puntuación para determinar la clasificación en las competiciones internas de la Universidad de La Laguna.
Y reflexionar y experimentar con ciertas herramientas que les permitan tener una mayor comprensión del fenómeno de la violencia y de cómo tratar de superarla en uno mismo.
La primera parte de la misma consistió en la presentación de esta experiencia de aplicación del refuerzo positivo de conductas en el deporte competición universitario.

Y en la segunda parte realizamos un taller práctico de descubrimiento de las virtudes personales que consiste básicamente en detectarlas y tratar de ver también las virtudes o cualidades que los demás ven en mi y yo veo en los demás. El objetivo del taller es el de experimentar la diferencia que hay entre la actitud o mirada negativa que solemos mantener, que solo ve defectos y errores, que es la que mayormente practicamos en todos los ámbitos de la vida, frente a una actitud positiva apoyada en las virtudes o cualidades reales que tengo y que otros me ven también y desde la cual también miro a los demás destacando sus virtudes por sobre cualquier otro rasgo negativo.

Pressenza.- ¿Cómo visualizas el fenómeno de la violencia hoy?

RERH.- Este mundo en el que vivimos es un lugar muy violento. No estamos hablando simplemente sobre las formas más obvias de violencia física, como la guerra, el terrorismo, la violencia doméstica, de género, etc. También estamos hablando sobre formas más sutiles de violencia, por ejemplo, la violencia económica -conocida como explotación, trabajo forzado de los niños, inseguridad laboral, etc.

Hay también una violencia psicológica –cuando hay intolerancia, discriminación, etc.-; una violencia sexual – cuando se da una violación, desigualdad sexual, etc.

Podríamos continuar con otros tipos como la violencia religiosa, violencia cultural, violencia racial, fobia a la homosexualidad, y un largo etcétera.
Para empezar a entendernos, definiremos a la violencia, como algo que causa dolor y sufrimiento en los seres humanos y que no puede resolverse por los adelantos de la ciencia y la medicina.
Usamos la violencia para imponer nuestra voluntad a otro u otros a costa de no contemplar ni respetar la libertad de opción de los demás. Tratamos a los demás objetalmente y nosotros también nos convertimos en objetos al instrumentalizar la humanidad propia y la de los demás.
La violencia ha penetrado también en el deporte, obviamente, al ser un subsistema dependiente del sistema mayor, que es estructuralmente violento, ya que unos pocos imponen a la mayoría todo tipo de injusticias.

Ganar a cualquier precio, dejar participar sólo a los “mejores”, discriminando al bajito o al gordito o a la niña o al que tiene gafas, agredir física o verbalmente a los jugadores del otro equipo o a los árbitros, realizar insultos xenófobos, sexistas o racistas, producir lesiones de manera intencionada al contrario, dejarse ganar a cambio de prebendas, son sólo una muestra de la gran variedad de ejemplos de violencia que existen en este ámbito.
Pressenza.- ¿Es inevitable la violencia?

La violencia no es un fenómeno natural como podría serlo el rayo o la lluvia y el viento.

La violencia es evitable y se la puede ir ganando terreno hasta hacerla desaparecer completamente. Porque creemos que la violencia es un error de conducta y se aprende, también creemos en la necesidad de aprender la no violencia como metodología de acción social, interpersonal y personal.

Desde el punto de vista de la libertad humana, no es lo mismo creer que el ser humano desarrolla su vida como respuesta refleja o pasiva frente a las condiciones y acontecimientos que la rodean, que creer que el ser humano modifica y crea intencionalmente tales condiciones y acontecimientos. Nosotros adherimos a la segunda opción, consideramos que el ser humano tiene intención y capacidad intencional de cambiarse a él mismo y cambiar todo lo que le rodea en mutua interdependencia e influencia.
Desde nuestro punto de vista, hoy está tan arraigada la creencia en que es inevitable la violencia, que caminar hacia la no violencia requiere de cambios profundos en la sociedad y en el individuo de manera simultánea.

Pressenza.- ¿Crees que las medidas que se han puesto en práctica en las competiciones universitarias van a terminar con la violencia?

RERH.-No creemos que, solo, con este tipo de medidas se consiga tal objetivo, ojalá fuera tan fácil acabar con la violencia y la discriminación, no solo en el deporte sino en cualquier ámbito de la vida humana, sea personal, interpersonal o social a cualquier escala.

Pero por algún lado habrá que empezar a concienciar individualmente y grupalmente sobre este grave problema, este es solo un pasito más.

Resolver cualquier conflicto mediante una conducta violenta, se ha demostrado que no sirve, no solo no resuelve el problema sino que lo agudiza y promueve que la respuesta de vuelta también sea violenta. La violencia produce más violencia.

Si básicamente tuviéramos en cuenta la eficacia, comprenderíamos que responder violentamente es absolutamente ineficaz. Si además tenemos en cuenta el daño y sufrimiento que produce ejercer la violencia sobre los demás, que, sin embargo, es la consecuencia peor y la que nos motiva, precisamente, a evitarla, queda claro que el uso de la violencia solo trae inconvenientes que no solo quedan referidos a las personas involucradas, sino que a modo de enfermedad infecciosa, va afectando negativamente a todos los que me rodean.

Reconocer que la violencia está en mí, no solo como alguien que la recibe, sino también como alguien que la ejerce sobre sí mismo y sobre los demás, es el primer paso para empezar a cambiar y querer aprender a responder de un modo no violento. Es un cambio de enfoque radical, que va a la raíz del asunto, ya que hay que tener una mirada interna, no solo externa, sobre este fenómeno en el que soy agente y paciente.

Luego, las consecuencias de todo esto habrían de aplicarse a todos los niveles: personal, interpersonal y social, de manera local y global, en relación al ser humano y también al medio ambiente, que es nuestro hogar, nuestra habitación para desarrollarnos individualmente y como especie.

Pressenza.- Por último, ¿Puedes hacer balance sobre los objetivos buscados y los resultados cosechados con esa medida en la competición universitaria?.

RERH.- Si tenemos en cuenta lo que comentamos al principio respecto del contexto en el que había surgido este planteamiento, podemos decir sin ningún género de dudas que el balance es positivo.

Hemos rebajado aproximadamente el 58% de las tarjetas y técnicas señaladas en la competición y se ha mejorado el clima de juego, consiguiendo además que sean los propios compañeros de equipo quienes intervengan cada vez que uno de los suyos tiene una mala actitud o conducta, facilitando la labor de los árbitros. Esto desde el punto de vista del juego limpio.

Respecto de la mejora de la integración y participación de la mujer en condiciones de igualdad en la competición universitaria, los datos hablan por sí solos:

Mientras que en el curso 2005/06 la participación femenina era del 35,8% con 2.323 participantes , en el curso 2014/15 ha pasado a ser del 42,1% del total 3.437 mujeres. Ha subido el número y el porcentaje respecto al total de universitarios que hacen deporte.

Teniendo en cuenta que la puesta en marcha de ambos programas datan de:

– Acciones por la igualdad: en el curso 2010/11
– Acciones por la no violencia y juego limpio: en el curso 2012/13

 

1 En este enlace se pueden consultar los informes sobre el principio de igualdad y de promoción de la no-violencia en el ámbito deportivo universitario que fundamentan esta experiencia: http://dhumanistanv.blogspot.com.es/

2 Puede consultarse la normativa aplicada en el curso 2014/15 en este enlace: https://drive.google.com/file/d/0BxbkerGdrgnHa3BPRVNRNXdhMGllSkpGT1ZaODVDUUtocVJZ/view?pli=1

3 Información completa del Curso “Por un deporte sin violencia”: https://tcourse.osl.ull.es/gestion/cursos/2394/