El Parlamento Europeo suspende a última hora la votación del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los Estados Unidos, retirando la posibilidad de la única institución de la UE elegida democráticamente a pronunciarse sobre el mismo. Los eurodiputados del partido español Podemos han denunciado esta decisión.
- Pablo Iglesias: “Cuando en la gran coalición no hay consenso, no se vota”
- Lola Sánchez: “la presión de la sociedad civil ha hecho que eurodiputados socialistas dejen por fin su ambigüedad y se pongan del lado del sentido común y de la gente”.
El Presidente del Parlamento Europeo, el socialista Martin Schulz, ha retirado a última hora la votación sobre el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Europa que negocia la Comisión Europea, que habría de haberse votado el miércoles 10.
Esta decisión, excusada en un motivo técnico, esconde el miedo de la gran coalición a que el tratado no fuese aprobado en los términos que ellos desean.
Así, el secretario general de Podemos y eurodiputado de la formación, Pablo Iglesias, ha señalado el comportamiento antidemocrático de la gran coalición de retirar un tema de la discusión al no tener asegurado su resultado, explicando que “cuando en la gran coalición no hay consenso no se vota”. Además, ha exigido que “la Unión Europea suspenda inmediatamente las negociaciones por no poder garantizar el control democrático de las mismas”.
Desde Podemos además han querido señalar el papel fundamental que ha tenido la sociedad civil frente a las presiones de las multinacionales para fracturar el consenso que ha llevado a suspender la votación. Así, la eurodiputada Lola Sánchez ha señalado que “la presión de la sociedad civil ha hecho que eurodiputados socialistas dejen por fin su ambigüedad y se pongan del lado del sentido común y del lado de la gente. Pero lamentablemente han utilizado las instituciones al servicio de los intereses de unos pocos y han bloqueado que el Parlamento se pronunciara democráticamente”.
El informe que iba a votar el Parlamento Europeo había recibido más de 200 enmiendas, muchas de ellas contrarias a la incorporación del mecanismo de resolución de controversias Inversor – Estado ISDS. Así, existía una alta probabilidad de que alguna de estas enmiendas fuese aceptada, lo que hubiese forzado al Partido Popular Europeo, así como al grupo conservador ECR, a votar en contra del informe al oponerse frontalmente ambos grupos a que la Cámara lanzase un mensaje contra este mecanismo de arbitraje privado a los negociadores del tratado.
Así, las negociaciones del tratado seguirán adelante, sin contar, eso sí, con la opinión de la Eurocámara pese a ser esta la única institución de la Unión que representa a los ciudadanos. Estamos ante un ejemplo más de cómo los de arriba utilizan permanentemente las instituciones a su antojo en detrimento de la gente.