¿Cuáles son las mayores preocupaciones de los tiempos actuales?
Para muchos es el Cambio Climático, para muchos otros es la desigualdad y la violencia económica. Para todos es la violencia física. La inenarrable violencia desatada en el Medio Oriente con efecto boomerang en dirección a su cuna en el Occidente, la horrible violencia del racismo + armas en los EE.UU., la violencia cotidiana de las pandillas (jóvenes, drogas, etc.) apuñalándose entre miembros en un vano intento de sentir algo de poder.
No estamos acostumbrados a Papas iniciadores de nada muy radical, pero Pancho (apodo de Francisco) ha generado tal imagen de un reformador audaz (aunque se apegue a las cuestiones más fundamentales de la Iglesia católica, como el aborto y la anticoncepción) que ni siquiera los más desconfiados, conscientes de sus históricas tendencias conservadoras, puede dejar de admirarlo y esperar más de él.
Y se viene aún más. Su empuje para hacer del cambio climático un tema central es más interesante, porque viene emparejado con la necesidad de abordar la violencia económica, la desigualdad, la pobreza. Ahora ha invitado a Naomi Klein a unirse al equipo: una autora “canadiense laica, activista social y cineasta, conocida por sus análisis políticos y su crítica de la globalización corporativa y del capitalismo corporativo. Ella es muy conocida por su libro No Logo, que se convirtió en best-seller internacional; La Toma (The Take), una película documental sobre fábricas ocupadas en Argentina , escrita por ella y dirigida por su marido Avi Lewis, y La Doctrina del Shock, el análisis crítico sobre la economía neoliberal más vendido de la historia. Su último libro es Esto lo Cambia Todo: Capitalismo versus Clima «(Wikipedia). Ella es también una de las favoritas del movimiento Occupy.
Con estas credenciales, Francisco parece estar enviando un mensaje fuerte, que podría repercutir en otras dos zonas de la catástrofe que se avecina.
Es el petróleo, estúpido
El golpe de Estado iraní de 1953 para derrocar al primer ministro de Irán, Mohammad Mosaddegh, elegido democráticamente el 19 de agosto de 1953 (el parlamento estaba tratando de nacionalizar la industria petrolera), ideado por los Estados Unidos y apoyado por el Reino Unido para proteger sus intereses petroleros, abrió un largo capítulo de intervenciones militares por parte de Occidente en la región. Irak fue quizás el más vilipendiado. Cualquiera que afirme no entender cómo tanta gente puede unirse a organizaciones yihadistas, está ocultando su cabeza en la arena o mintiendo. Siempre hay fanáticos con puntos de vista extremos, pero son pocos. Para que se conviertan en líderes de grandes movimientos violentos, algo tiene que estar mal en la vida de la gente común. Digamos, la suma de conciencia de una política exterior desastrosa + islamofobia + experiencias personales de discriminación (por ejemplo, para los que viven en Europa), por no hablar de que vivimos en un sistema violento en el que todo se «resuelve» a través de la violencia. Incluso nuestro santo Papa dijo una vez, que si alguien insultara a su madre, lo golpearía.
Comprender la violencia no significa justificarla, o incluso verla como la única respuesta o la más adecuada. De hecho, si los jóvenes que se unen a ISIL no pueden caer en cuenta de que están siendo manipulados no solo por los fanáticos, sino por parte de Occidente, habría que explicarles que después de la caída del comunismo, Occidente (la OTAN) estaba buscando un enemigo externo de reemplazo, y encontró al Islam. Cuanto más cruel y salvaje sea la reacción islámica, mejor para la mentalidad militarista de los aliados de la OTAN. El punto es tener un enemigo que uno ni siquiera pueda imaginarse dialogando con él. La reconciliación debe estar más allá de cualquier esperanza o posibilidad. «Ese es el enemigo que nos gusta, alguien que no podamos ver como ser humano», dirían los neo-conservadores (y los racistas de Charleston, por igual).
Así que, si hubiera un movimiento real, radical y masivo, ajeno al petróleo y afín a las energías renovables, podríamos dejar al Medio Oriente en paz. Por supuesto, esto vincula al petróleo con el comercio de armas, ya que dejar el Medio Oriente significaría vender menos armas a la región. Lamentablemente, esto necesitará de una estrategia adicional. El movimiento por la Paz y la No-Violencia tiene que trabajar en conjunto con esta nueva iniciativa económico- ambiental, si vamos a hacer avances significativos.
Muy pocos discuten los graves problemas de salud inducidos por los combustibles fósiles
«La contaminación del aire exterior es un importante problema de salud ambiental que afecta por igual a todo el mundo en los países desarrollados y en desarrollo. La OMS estima que alrededor del 80% de las muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire se debieron a la cardiopatía isquémica y a los accidentes cerebrovasculares, mientras que el 14% de las muertes se debieron a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o infecciones respiratorias agudas bajas; y el 6% de las muertes se debieron al cáncer de pulmón…
«…Una evaluación realizada en 2013 por la Agencia de la OMS Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (AIIC) concluyó que la contaminación del aire es cancerígeno para los seres humanos, con el componente de materia particulada de la contaminación atmosférica más estrechamente asociada al aumento de la incidencia de cáncer, especialmente el cáncer de pulmón. También se ha observado una relación entre la contaminación del aire y el aumento del cáncer del tracto urinario / vejiga.
«Se estima que el medio ambiente (contaminación del aire) en las ciudades y las zonas rurales, fue la causa de 3,7 millones de muertes prematuras anuales en todo el mundo, en 2012; esta mortalidad se debe a la exposición a pequeñas partículas de 10 micras o menos de diámetro (PM10), que causan enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer». (WHO)
Ha habido una «subcontratación» industrial hacia los países asiáticos, con la inevitable consecuencia de «exportar» a ellos también la correspondiente contaminación del aire. Tal proceso no puede ser opacado aunque haya un gran número de quejas por la huella del carbón de los chinos. Pero el aire en Occidente no mejora lo suficiente, debido a la lentitud con la que la industria automotriz va migrando a tecnologías menos contaminantes.
Si la iniciativa del eco-eco (ecológico y económico) tiene éxito en acelerar la investigación y el desarrollo de energías renovables, la salud de la población mundial podría mejorar mucho. Si el cáncer, las enfermedades respiratorias y cardiovasculares se pueden reducir de esta manera, ¿por qué aún seguimos solo «considerándolo»?