Por Graciela Vizcay Gómez para Zero Biocidas
Sin dudas el Congreso GMO Free Eu realizado en Berlín del 6 al 8 de mayo sigue produciendo chispas y adhesiones en todo el mundo. Mas de 60 países enviaron sus representantes para culminar con una Declaración. El mismo día de clausura del evento, el 8 de mayo, Ministros de Alemania mediante una Resolución pidieron «Prohibir el suministro y uso por particulares del herbicida glifosato por razones de precaución». «El plaguicida no debe encontrarse en jardines, parques o en las zonas de juegos infantiles. Tampoco creo que el uso en jardines privados sea adecuado «, dijo el Ministerio de Alimentación, Agricultura y Protección del Consumidor de Baja Sajonia Christian Meyer. La resolución del ministro de Estado llega en un momento crítico: la aprobación de la UE para Glifosato expirará a finales de 2015. La Comisión Europea actualmente está llevando a cabo un nuevo procedimiento de aprobación, incluyendo un análisis de riesgo, que no puede desconocer la calificación reciente del herbicida estrella, por el IARC -OMS como 2A posible cancerígeno. Teniendo en cuenta que Instituto Federal de Análisis de Riesgos (BfR) que es alemán, aunque suene una incongruencia, certificó el herbicida como exhibiendo toxicidad relativamente baja
El ministro Meyer dejó en claro que “es un deber de los políticos proteger la salud de las personas”, por su parte su colega en la facción del Partido Verde, Harald Ebner, dijo que la re-evaluación de glifosato por el IARC es alarmante y pidió respuestas inmediatas.
Sumado a ello, una protesta pública sobre el tema llegó justo por delante de la decisión de los ministros de Estado. El jueves 7 de mayo, alrededor de 80 ambientalistas se manifestaron contra el uso de glifosato y presentaron un escrito al Ministro Meyer, acompañado de 200.000 firmas en apoyo de una prohibición inmediata de uso comercial y privado del herbicida. El efecto dominó llegó a la cadena REWE Group, que el día 11 de mayo anunció la eliminación total del glifosato en los productos de sus tiendas, algo que ya venía graduando desde el 2013, la medida concluiría en septiembre de este año con la eliminación total.
Link al video de la ponencia de Ronnie Cummins en el Congreso
Desde USA representando a la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA) y al Fondo de Consumidores Orgánicos, Ronnie Cummins fué contundente al plantear otra realidad que pasa desapercibida: “Qué usamos, cómo llegan a la tienda, qué hay en nuestras prendas de vestir?
–“Vas a la tienda de ropa y ves algo etiquetado como “puro algodón”, bueno debería decir “Todo algodón genéticamente modificado, rociado con cantidades de plaguicidas cuyo producto de desecho se encuentra en los alimentos que usted está comiendo” dice Cummins, “tenemos que empezar a plantearnos también qué usamos, además de qué comemos” agregó.
Y es justamente ese algodón Bt que está diseñado para producir su propio insecticida dentro de la propia planta. Monsanto y la EPA afirmaron que la toxina sería completamente destruida en el sistema digestivo humano y que no tendría impacto alguno, al igual que comer el maíz Bt.
Sin embargo en el año 2011 el estudio “La exposición materna y fetal a los plaguicidas asociados a los alimentos modificados genéticamente en los municipios del este de Quebec, Canadá” (Aris A , Leblanc S,) publicado en Elsevier Inc, demostró la existencia de la toxina Bt en la sangre de las mujeres embarazadas y sus bebes, así como en las mujeres no embarazadas, La exposición materna y fetal a los plaguicidas asociados a los alimentos modificados genéticamente en los municipios del este de Quebec, Canadá, destrozando por completo las afirmaciones de la industria.
En una charla más distendida, Cummins planteó la necesidad de realizar un proyecto de laboratorios independientes que puedan realizar análisis públicos, con especial énfasis en las mujeres y los niños en los Estados Unidos. La idea es realizar una prueba de glifosato pública, con laboratorios y científicos independientes, que puedan detectar restos del herbicida en la sangre, orina, agua y leche materna. El sueño de tantos científicos sin apoyo, cuyos datos y estadísticas podrían proporcionar la base de estudios epidemiológicos y pruebas contundentes de la contaminación, directa e indirecta del uso y abuso del tóxico más usado en el mundo.
Cummins ha publicado numerosos artículos y aboga para los estadounidenses se animen a boicotear todos los productos cárnicos y animales de cría industrial. “Somos lo que comemos. Debemos deshacernos de las granjas industriales y poner miles de millones de animales de granja confinados en corrales al exterior en la tierra, al pastoreo y la búsqueda de alimento, al que pertenecen.” manifiesta. Un sistema que Argentina ha importado, donde sobra terreno para pasturas donde los Feed Lot, los tambos tabulados y los criaderos de pollos inflados son una imposición contaminante y tóxica.
Como escritor y activista, los últimos años, se ha centrado en las Jornadas de Acción Global contra los OGM, entre ellas la Campaña “Millones Contra Monsanto” y otras de empuje para el etiquetado obligatorio de los alimentos genéricamente modificados. Este 23 de Mayo, el planeta entero saldrá a la calle a repudiar a Monsanto, en la ya clásica “MarchAgainstMonstanto” otra de sus acciones extendida en todo el mundo. Mientras en la Argentina crece la expectativa a las reformas “por decreto” de laLey de Semillas que rige desde 1973, que promete frenar el avance de la multinacional fiscalizando como Estado paralelo, pero en realidad sería un acuerdo encubierto donde la “bolsa blanca” completa el triángulo donde la víctima seguirá siendo la agricultura convencional y la salud, bombardeadas con tóxicos, que son la verdadera necesidad y urgencia y no tienen Decreto.
Lo más sorprendente de mi participación en el Congreso GMO Free EU, fué sin dudas percibir el total rechazo por Monsanto, al igual que la doble moral del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) cuya sede casualmente está en Berlín, ciudad cuyo nombre significa «tierra no cultivable» en el idioma eslavo, donde se podría definir la muerte súbita del glifosato, producto estrella de la multinacional.
En una resolución N°007/2015 el 23 de marzo pasado, el organismo se mostró sorprendido por la calificación del IARC-OMS sobre el glifosato y deriva en su sitio a la lectura del documento: «¿El glifosato produce cáncer?» cuyo link no funciona, pero pude leerlo desde el sitio Bionity. En otro comunicado, más reciente, N° 012/2015, eñ BfR manifiesta que la “Comisión de la UE invitó a expertos de la EFSA, ECHA, a Estados miembros y partes interesadas de la industria y ongs a un «evento de Diálogo sobre la evaluación de riesgos de sustancias activas en los productos fitosanitarios”, y no se olvida de citar el “Klimisch score” (o puntuación Klimisch) que se utiliza actualmente como método para la evaluación de la fiabilidad de los estudios toxicológicos principalmente para fines de regulación.
El método existe desde 1997, propuesto por HJ Klimisch, M. Andreae y U. Tillmann empleados de la empresa química BASF. Me pregunto cómo los europeos no cuestionan semejante aberración, cuando es una multinacional la que define un método estandar con el que salen las reglamentaciones de la UE (por ejemplo, el ReglamentoREACH), sigla de la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, que es un reglamento de la Unión Europea, del año 2007, adoptado supuestamente para mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente de los riesgos que pueden entrañar los productos químicos, y promueve métodos alternativos para la evaluación de los peligros de las sustancias con el fin de reducir el número de ensayos con animales.
En conclusión, el BfR estaba más preocupado en el 2012 , por los chocolates contaminados con hidrocarburos aromáticos y su posible potencia carcinogénica, que en el mortal herbicida, teniendo en cuenta los datos de la OMS: «A nivel mundial, la mortalidad por cáncer aumentará un 45% entre 2007 y 2030″. El organismo es una gran fachada de hipócritas, y cómplices del genocidio silencioso, funcionando a escasas calles de donde se celebraba el Congreso GMO Free EU, sin embargo el slogan y principio rector de la BfR es «La ciencia para servir a la humanidad«.