Protagonista de una de las mayores movilizaciones de la historia reciente del país, exigiendo justicia por los delitos de corrupción y las renuncias del presidente Otto Pérez Molina y de la ex-vicepresidenta, Roxana Baldetti [que renunció la última semana], la población guatemalteca vive hoy un «despertar ciudadano”. La evaluación es de Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) de Guatemala. Él resalta la importancia de esa articulación nacional que reúne a diversas tendencias políticas, ideológicas, en diferentes estratos económicos, académicos y culturales, no dependiendo de partidos políticos o intereses de sectores específicos.

En entrevista con Adital, Polanco discute cómo vive el Estado de Guatemala, actualmente, bajo la dominación de las mafias en sus varios ámbitos de poder y cómo las autoridades y funcionarios estatales se benefician de ese involucramiento. El activista advierte que no basta con la renuncia de los mandatarios del gobierno; también es fundamental proseguir las investigaciones en torno de la red de corrupción recientemente deflagrada al público.

En este proceso, el fortalecimiento de la movilización popular tiene un papel decisivo. Polanco comprende que solamente la fuerza del pueblo, capaz de derribar a la vicepresidenta del cargo, puede presionar y colocar en el centro de la agenda política las demandas como las reformas de la ley electoral y de los partidos políticos.

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¿Qué significa para la justicia en el país el destape que hizo la CICIG, de la red de defraudación aduanera conocida como » La Línea”?

Constituye un paso trascendental, que evidencia la forma en que el Estado está secuestrado por las mafias, que han logrado enquistarse en las altas esferas de poder, desde donde se benefician con inmunidad, pero además se aprovechan de las ventajas que brinda el poder político. Además es una muestra de los altos niveles de impunidad, pues no se ha logrado desarticular esa peligrosa banda, que seguramente ya se está acomodando de otra forma para continuar cometiendo todo tipo de delitos.

Miles de guatemaltecos han salido a exigir la renuncia del binomio presidencial Baldetti-Pérez Molina. El presidente de la República anunció en rueda de prensa el día viernes 8 de mayo que la Vicepresidenta había decidido renunciar a su cargo. ¿Qué significa eso para el país en estos momentos?

No basta con la renuncia de la vicepresidenta, debiera renunciar también el presidente, pero además el Ministerio Público debe continuar con las pesquisas a fin de determinar la magnitud del delito cometido por ambos, entre los que se puede citar enriquecimiento ilícito, abuso de autoridad entre los más significativos.

La sola renuncia no indica fortalecimiento del Estado de derecho, aunque es un gran paso en favor de la consolidación de la democracia, todavía quedan pendientes muchos puntos hasta alcanzar la justicia. Lo que queda en evidencia es la fuerza del pueblo, que se ha volcado a las calles a exigir renuncia y castigo para el mandatario y la vicemandataria, entre las características de las protestas están las siguientes: personas convocada a través de redes sociales; personas acuden sin ser amenazadas, solamente por patriotismo y amor a Guatemala acuden a las protestas; personas que nunca habían manifestado en su vida, lo han hecho ahora; no hay partidos políticos involucrado; han sido pacificas.

La Corte Suprema de Justicia decidió avalar el antejucio contra Baldetti, algo sin precedentes en el país, pero con la impunidad que corroe en el sistema, ¿se puede confiar en el Congreso de la República para darle seguimiento a esta investigación, y pierde fuerza el antejuicio ahora que ella renunció a su cargo?

Es complicado, porque el Congreso está infiltrado por las mafias, especialmente los partidos LIDER y la UNE, cuatro de cinco diputados de la comisión pesquisidora pertenecen a estos partidos, por lo que podría ocurrir que no siga el proceso. Por otro lado habrá que analizar que pasa ahora que la vicepresidente renunció, sobre si tendrá antejuicio o no, si no lo tiene, el caso tendrá que ir directamente a los tribunales de justicia.

Se habla de reformas a la ley electoral y de partidos políticos ¿es esto viable en este momento?

Las protestas sociales se han centrado en dos demandas, una es la reforma a la ley electoral y de partidos políticos, que es de orden constitucional. eso hace complicado cualquier proceso de reforma, pero se podría aprovechar la coyuntura para impulsarla y presionar para que los diputados la aprueben. La ley como está le brinda espacio a las mafias para que financien partidos. La ley de compras y contrataciones es la segunda de las demandas, este es un mecanismo que permitirá que haya mayor transparencia.

Se ha convocado a la población para realizar más manifestaciones. Este despertar ciudadano es sorprendente, ¿por fin Guatemala está despertando del letargo?

Este despertar es importante, pues personas de diversas tendencias políticas, ideológicas, diferentes estratos económicos, académicos, culturales y étnicos se han volcado a las calles a protestar. El despertar es contra la corrupción, demandando un buen gobierno. Eso es importante, porque de continuar será posible que los nuevos gobernantes piensen más de una vez en continuar con las corruptelas.

¿Cuál es la postura de Grupo de Apoyo Mutuo ante esta crisis que vive el país?

El GAM ha trabajado arduamente para que haya transparencia, mejor gobierno y fin de la impunidad, por lo mismo desde la organización acompañamos al pueblo en sus demandas. Hemos abierto un espacio en el área jurídica para apoyar legalmente a quien lo requiera, por si ocurriera algún abuso por parte de las autoridades. Además hemos habilitado dos números telefónicos, para que la población que requiera ayuda se comunique a los mismos.

Ilka Oliva Corado
Es cronista, fotógrafa que vive en Estados Unidos

http://cronicasdeunainquilina.wordpress.com