Oporto, 05/05/2014: Cerca de un mes luego de la muerte del realizador o director de cine portugués, Manoel de Oliveira, quien mantuvo su actividad creativa hasta la edad de 106 años, se estrenó ayer en Oporto y se exhibe hoy en Lisboa, su película póstuma “Visita ou Memória e Confissões” (“Visita o Memoria y Confesiones”).
Esta película se realizó en 1982, pero el autor quería que se muestre solo después de su muerte, probablemente sin prever que aún iba a vivir muchos años más y realizar muchas otras películas, a algunas de las cuales se hace referencia en esta película como proyectos del cineasta.
Por lo tanto, este trabajo es también un legado personal, en el que el hombre y sus películas se fusionan y proyectan para el futuro.
Esta película gira en torno al propio director y a su vida, incluyendo a su familia y la casa donde vivió durante cuarenta años, en la ciudad de Oporto. Por tanto, es también un testimonio de alguien que vivió el siglo XX portugués, es decir, la dictadura de Salazar y la revolución democrática de 1974, con los posteriores cambios político, social y económico. De hecho, Portugal y su historia han sido temas recurrentes en su obra, sobre todo en “Non, ou a Vã Glória de Mandar” (“No, o la vana gloria de mandar”) (1990).
Cabe recordar que Manoel de Oliveira hizo películas en un período de tiempo comprendido entre 1928 (“Fátima Milagrosa”) a 2014 (“O Velho do Restelo” – “El viejo de Belén”), aunque su producción fue discontinua hasta el comienzo de los años 80 del siglo pasado.
Trabajó con actores como Marcello Mastroianni, John Malkovich, Catherine Deneuve, Michel Piccoli, además de los portugueses Luís Miguel Cintra y Leonor Silveira, entre otros.
Manoel de Oliveira llegó a ser distinguido en el Festival de Cine de Cannes, teniendo un estilo muy propio, teatral o literario, como fuera considerado, obteniendo reconocimiento internacional.