Por Ilka Oliva Corado
Viviendo una ola de movilización popular en las calles como nunca antes en la reciente historia política de Guatemala, estudiantes se suman, de manera decisiva, a la población que demanda la justicia contra el presidente, Otto Pérez Molina, y fu compañera de fórmula la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, quien renunció la semana pasada. La pareja está acusada de desviar al menos $ 130 millones de dólares de fondos públicos.
Para evaluar la participación de la comunidad académica de la Universidad de San Carlos, en especial los jóvenes estudiantes, el Adital entrevistó a Silvia Casasola, doctora en Ciencias Sociales y profesora universitaria en la Universidad Rafael Landívar.
Para ella, los guatemaltecos ya no esperan que las iniciativas de los representantes que ocupan hoy cargos superiores en la estructura política del país, sosteniendo que la población pase a prevalecer en el proceso.
Según Silvia, en este momento es importante que los estudiantes estén directamente apoyados y motivados profesores, en una dinámica que les lleve a darse cuenta de que son una parte activa indispensable en el proceso político del país. Ellos son «el motor del cambio», dice la socióloga.
Una gran movilización reunió a miles de personas en las calles de ciudad de Guatemala el pasado 25 de abril. Foto: Reproducción
La Universidad de San Carlos no había tenido un despertar así desde los tiempos del conflicto armado interno, de pronto recordó que es pueblo. ¿Cómo y por qué sucedió esto?
La USAC nunca ha estado dormida, pero si acallada por medios corruptos. Sus autoridades son solo un reflejo de lo que tenemos como país. Despertó, o mejor dicho, se incorporó porque se cansó de esperar que hubiera gente digna dentro de su estructura, ya no piensa más dejarse imponer.
¿Qué papel juega el docente universitario en este movimiento estudiantil?
Si sabemos que muchos se han acomodado al lado de la desmemoria y siguen ahí y que son incapaces de hablarles a sus alumnos de lo que acontece en Guatemala.
Muchos siguen evadiendo su responsabilidad de enseñar la historia, pero otros tantos están enseñando con ejemplos de la vida diaria. Ya no es solo la parte académica, también hay que poner en contexto lo que se enseña, y allí, ya no pueden tapar el sol con un dedo. Además, los jóvenes hacen uso de las redes sociales y por aquí y por allá, hay un valiente que les muestra la verdad.
¿Por qué es necesario ser impulsor, ser quien despierte la mente de los alumnos, el que cuestione, el que ejemplifique y el que esté ahí hombro a hombro con ellos?
Es necesario ser ejemplo, no se puede impulsar algo desde atrás, mucho menos empujar un movimiento si no se es parte de él. Los estudiantes quieren docentes que los comprendan y que los motiven, que crean en ellos.
Como docente universitaria ¿qué esperás de este despertar estudiantil?
Espero que no pierda momentum, que los que están participando se vean como el motor de cambio y no como simple masa que se mueve. Deben avanzar y ver resultados de su participación. Ellos quieren ver que la constitución, que las leyes se apliquen a todos, no solo a los de abajo. Ahora sí, la juventud quiere ver resultados.