«El 19 de mayo, después de viajar miles de millas para llegar a Corea del Norte, nuestro grupo internacional de mujeres llegó a Pyongyang, preparándose para la caminata del domingo a través de la zona desmilitarizada en Corea del Sur. Este grupo es apasionado y diverso, y nuestras reuniones a menudo terminan en risas, abrazos e incluso lágrimas. Las mujeres han llevado la paz en sus corazones la mayor parte de sus vidas».
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Hemos aprendido mucho acerca de Corea y la guerra brutal que separó a millones de familias y que creó la frontera más fortificada del mundo. Nos enteramos de que Corea del Sur ni siquiera fue signatario del Acuerdo de Armisticio de 1953 (un alto el fuego, no un tratado de paz) que puso fin a la guerra. Fue, de hecho, firmado entre Corea del Norte, China y el Comando de las Naciones Unidas encabezada por los Estados Unidos. Las líneas trazadas en el paralelo 38 que separan el Norte del Sur fueron determinadas por diplomáticos estadounidenses que no eran expertos en Corea, e incluso se admite que la división «no tenía sentido económico ni geográfico”.
Y ahora, cuando se acercan los días próximos a nuestro paseo a través de la zona desmilitarizada (ZDM), estamos siendo testigos directos de la situación de estancamiento político -de por qué no se mueve nada, y por qué no hay paz. A pesar de la autorización de Corea del Norte, las autoridades de las Naciones Unidas han anunciado que no pueden garantizar nuestra seguridad si caminamos a través de la zona desmilitarizada en la frontera de Panmunjom. Panmunjom es donde se firmó el acuerdo de armisticio de la Guerra de Corea, y es importante para las mujeres coreanas, que el cruce de la ZDM tenga lugar en este sitio simbólico.
Hay una asombrosa falta de comunicación aquí: Corea del Norte y del Sur no se hablan la una a la otra, los EE.UU. y la ONU no responden a nuestra solicitud. Todo el mundo lanza la pelota aquí y allá, y nadie quiere asumir la responsabilidad. Las familias están sufriendo, pero en lugar de la paz, las Coreas del Norte y del Sur siguen construyendo armas por temor mutuo. Esta situación lleva ya más de 63 años, y es por eso que nosotras, las mujeres, debemos caminar.
Estamos consternadas ante el hecho de que el general Curtis Scaparrotti, el oficial al mando de las fuerzas estadounidenses en Corea, y el Comando de la ONU, no hayan podido ejercer su jurisdicción sobre la Zona Común de Seguridad para garantizar la cooperación con nuestro cruce de la zona desmilitarizada en Panmunjom. Hemos venido aquí a petición de nuestras hermanas coreanas, y porque nos preocupamos profundamente por lograr la paz en Corea. ¿Por qué el ejército de los Estados Unidos no quiere apoyar todos los esfuerzos por la paz?
Cruzaremos la zona desmilitarizada el domingo, pero queremos hacer todo lo que podamos, donde podamos, por cruzar por donde más significado tiene para aquellas a quienes apoyamos, las mujeres de Corea del Norte y del Sur.
Las mujeres conducen a la paz,
Jodie Evans, Medea Benjamin y Ann Wright
Ver también:
http://www.pressenza.com/2015/05/korea-un-political-peace-conference-needed/
Nota del editor: Sin permitirles recorrer el camino propuesto, las mujeres fueron trasladadas en autobuses de Corea del Norte a Corea del Sur, pero no importa, hicieron un gran trabajo y fue mucho lo que se logró.
Informe de Prensa: Funcionarios de inmigración de Corea del Sur insistieron en que un grupo de 30 mujeres de todo el mundo, incluyendo la pionera feminista estadounidense Gloria Steinem y dos premios Nobel, den solo un paseo a través de la frontera por su propia seguridad. Aun así, dijo Steinem, el simple hecho de haberse puesto de acuerdo en dejar cruzar a todas – teniendo en cuenta que las dos naciones siguen técnicamente en guerra – es un triunfo. “Fue un enorme, enorme triunfo», dijo Steinem, después de cruzar hacia el lado surcoreano de la zona desmilitarizada.