Miles de escoceses tomaron el sábado las calles de la ciudad de Glasgow, en Escocia para protestar contra la presencia del sistema nuclear británico conocido como ‘Trident’ en su territorio.
Los manifestantes, convocados por la coalición Scrap Trident, marcharon en las zonas céntricas de la mencionada localidad escocesa y exigieron la anulación del programa de armas nucleares Trident.
En la marcha, llevada a cabo bajo el lema de Bairns Not Bombs (Bairns en escocés significa niño), los manifestantes portaron la bandera de Escocia y pancartas en las que habían escrito consignas para mostrar su insatisfacción con el programa de armas nucleares, y urgieron a las autoridades de la corona británica a que pongan fin a ese programa.
Pese a que la Policía estimó que el número de participantes rondó las 2500 personas, los organizadores de la marcha aseguraron que cerca 4000 escoceses asistieron a la movilización callejera.
Durante esta jornada de protesta, la ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon; Patrick Harvie, de los Verdes de Escocia; el líder del Partido Laborista de Escocia, Jim Murphy; y la laborista Katy Clark, entre otros, ofrecieron un discurso ante la multitud.
Dirigiéndose a los manifestantes congregados en la plaza George, Sturgeon calificó a Trident de “moralmente injustificable” y resaltó que una de las decisiones cruciales que tomarán los legisladores en el próximo Parlamento será despilfarrar o no 100 mil millones de libras esterlinas (149 mil millones de dólares) en renovar esas armas de destrucción masiva.
El próximo Parlamento se formará tras las elecciones generales que tendrán lugar el venidero mes de mayo.
Igualmente la ministra principal dejó en claro que el dinero podría destinarse a servicios sociales a lo largo del Reino Unido.
“Solo piensen en lo que se podría hacer con ese monto de dinero para la salud, la educación y otros servicios públicos, no solo en Escocia, sino en todo el Reino Unido”, apostilló.
Por su parte, Harvie hizo hincapié en que toda Escocia está enfadada con la idea de cortar mil millones de presupuesto destinado a apoyar a las capas más vulnerables de la sociedad y agregar ese monto a construir una nueva generación de armas de destrucción masiva.
De igual manera, urgió a conseguir la negativa de cada individuo en el país contra Trident.
Murphy, a su vez, al instar a un mundo sin armas nucleares, declaró que los manifestantes no solo piden la retirada de las armas de destrucción masiva del suelo escocés, sino de todos los países del mundo.
La marcha del 4 de abril fue la primera manifestación contra Trident, un sistema diseñado en la década de 1980. La segunda movilización está programada para el próximo 13 de abril