El vicepresidente Álvaro García Linera dijo el martes que no se arrepiente de haber defendido la unidad del país ante un grupo de mercenarios que en 2009 intentó dividir Bolivia, y que si la oposición quiere enjuiciarlo por ese tema, está dispuesto a afrontar un proceso.
«A los amigos de los separatistas, a los amigos de los que querían separar Bolivia les digo que los espero con tranquilidad, no me arrepiento, y que si tengo que volver a hacer las mismas cosas, por defender la unidad de mi país los voy a seguir enfrentando (…) enjuícienme», dijo.
García Linera, en conferencia de prensa realizó esas declaraciones, luego de que la dirigencia del Movimiento Demócrata Social (MDS) anunciara que iniciará un juicio penal en su contra por difamación, calumnia y malversación de fondos públicos debido a la publicación de una separata sobre el caso terrorismo, en la que el ex gobernador cruceño y candidato a la reelección, Rubén Costas, es mencionado.
Al respecto, el segundo al mando indicó que quienes quieren iniciar un juicio en su contra «son los amigos» del grupo de mercenarios que en 2009 intentó separar al departamento de Santa Cruz de Bolivia.
Asimismo, aclaró que no se arrepiente de haber hecho seguimiento del juicio contra un grupo de terroristas, porque «no hay nada más digno» que defender la unidad de los bolivianos y del país.
«Quieren enjuiciarme los amigos de los que decían que una parte de los bolivianos éramos llamas, que una parte de los bolivianos éramos simios, que una parte de los bolivianos éramos raza maldita, (…) Les digo con firmeza que no hay nada más digno para un revolucionario, para un boliviano, para un patriota que lo enjuicien por defender su patria, no hay nada más digno para un revolucionario, un patriota que lo enjuicien por defender la unidad de su patria», agregó.
García Linera subrayó que si tiene que ser encarcelado por defender al país, se someterá «con una sonrisa en la cara» al haber luchado por la unidad de su patria.
El caso Terrorismo I se investiga desde abril de 2009, después que la Policía desarticuló una célula terrorista en un céntrico hotel de la ciudad de Santa Cruz, que estaba liderada por el boliviano-húngaro Eduardo Rózsa.
Rózsa Flores había conformado una agrupación de mercenarios extranjeros financiados desde Bolivia para ejecutar acciones terroristas y secesionistas destinadas a desestabilizar al gobierno del presidente Evo Morales.
Los hechos hicieron que se abra un primer proceso penal el 1 de octubre de 2012 con 30 implicados en los hechos materiales del caso y 17 personas declaradas rebeldes.
La pasada semana fueron sentenciados Ignacio Villa Vargas (alias El Viejo), Juan Kudelka, el boliviano-croata, Mario Tadic y el húngaro Elöd Tóásó, porque admitieron su participación en el movimiento separatista liderado por Rózsa.
Sin embargo, el Ministerio Público sigue desde el 21 de julio de 2011 un proceso paralelo, llamado Terrorismo II, para determinar que personas e instituciones financiaron la conformación del grupo irregular liderado por Rózsa.
La indagación comenzó con una lista de 35 sospechosos de cometer delitos de organización criminal y legitimación de ganancias ilícitas, entre ellos autoridades y legisladores e incluso ejecutivos de entidades privadas de Santa Cruz.