Presidente Octavio González calificó al Ejecutivo de «mezquino, egoísta y poco solidario» y confirmó que hay 15 toneledas de agua en un avión Hércules, esperando en el aeropuerto de El Alto la autorización chilena para trasladarse al norte de nuestro país.
Por Equipo El Desconcierto
Desde ayer que un avión cargado de agua para el norte de Chile espera en el aeropuerto de La Paz en Bolivia, la respuesta de la Cancillería chilena ante la intención del país vecino de enviar ayuda humanitaria a los damnificados del norte. Fuentes de la Cancillería boliviana acusan que la ayuda está siendo «trabada» por el gobierno chileno, como lo confirmó ayer el vivecanciller Juan Carlos Alurralde, en conversación telefónica con El Desconcierto.
Octavio González presidente del Partido Humanista, afirma que ayer recibió una llamada del dignatario boliviano, la que se suma a otras que habrían incluido al gobernador de Copiapó y al diputado comunista por la zona, Lautaro Carmona.
Según González, «durante la tarde de ayer, el vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde, se comunicó conmigo mediante un llamado telefónico, para pedirme ayuda pues el avión Hércules, con 15 mil litros de agua está detenido en el Aeropuerto de La Paz, El Alto, y la cancillería chilena no le ha dado respuesta alguna. Esto significa que se le está privando al gobierno de Bolivia el poder ayudarnos en forma libre, amable y generosa».
A juicio del dirigente, «esto no tiene que ver con el conflicto marítimo, esto no tiene que ver con política, esto no tiene que ver con las diferencias que podamos tener como pueblos. Esto tiene que ver con solidaridad. Hoy lo que más se necesita en Copiapó es agua y todo el pueblo de ese lugar está pidiendo ese derecho, y lo que está haciendo el gobierno boliviano es justamente generar ayuda. Esta es la acción de un pueblo vecino que quiere ayudar a su pueblo hermano y el gobierno de Chile está acentuando un grave problema de relaciones y de entendimiento, tanto con el pueblo boliviano como con el pueblo chileno».
González dice que se queda «con las palabras que dice (el vicepresidente de Bolivia) Álvaro García Linera: ellos deciden, nosotros no opinamos. Acá en Chile nosotros decimos ellos deciden, nosotros sí opinamos. El gobierno de Bachelet está respondiendo de forma vergonzosa, de forma egoísta y esto es tremendamente injusto para la gente que está sufriendo tanto en la Tercera Región».
Para los humanistas, dice González, el comportamiento del gobierno chileno ha sido «mezquino, egoísta y poco solidario. La cancilleria de Heraldo Muñoz está muy perdida al momento de llevar adelante las relaciones con nuestro par boliviano. Está poniendo la política por sobre la necesidad de la gente. Ese es el gran problema del gobierno de la Nueva Mayoría y de la presidenta Bachelet: ellos colocan calculadora, la matemática y el egoísmo por encima de los derechos de las personas, por encima de sus necesidades y prefieren negociar con las empresas, con el capitalismo, que con un país hermano».