Este es un llamado a las hermanas de los Pueblos Originarios de Argentina, es un llamado que parte desde el corazón, del tuyo, del mío, que es el de la tierra, un llamado que grita, que vocifera, que pretende despertarte, un llamado para que no te rindas, para descubrir que no estamos solas, que somos muchas, miles, millones, un llamado de unidad, de esperanza, de fortaleza.
Un llamado que contiene el hálito espiritual de nuestros antepasados a quienes amamos, y ya no están, pero también es el llamado de nuestros niños, de nuestras niñas, para que sus llantos se conviertan en risas, y sus dolores en caricias. Es el llamado de tu abuela, el de tu madre y el de tu hija.
Este llamado es el grito atorado en nuestra garganta desde hace dos siglos, sí hermana, hace siglos que nos violan, nos saquean, nos contaminan, nos arrancan la piel, nos rapan el pelo, cortan nuestros pechos, matan a nuestros hijos, siempre absolutamente siempre en nombre del progreso.
El sistema colonizador no entiende que todo cuanto le hace a nuestra tierra lo hace contra nuestro cuerpo, nuestro cuerpo territorio se está enfermando y debilitando junto con ella. ¿Sabías que en estos últimos 20 años de “democracia” hay decenas de muertos en comunidades indígenas directamente vinculadas al extractivismo?, ya sea por la contaminación, los homicidios y los dudosos “suicidios”. Probablemente sean muchos más, y cada una de nosotras prefirió silenciar y no denunciar, porque no creemos en la justicia del opresor.
Centenares de hermanos y hermanas de Pueblos Originarios conforman la población carcelaria mayoritaria de este país. Los 36 Pueblos Originarios de argentina aportan la más grande masa de trabajadores explotados y esclavizados de la red de trabajo en negro, millones de hermanos y hermanas hemos sido expulsados de nuestros territorios , despojados por los latifundios, empresas y gobiernos corruptos, obligados a sobrevivir en condiciones inhumanas en las grandes ciudades.
Cada día en cada minuto una de nosotras entierra a su hijo víctima del alcohol, las drogas, o el hambre. De nada sirve la pena, de nada sirven las lágrimas, si no intentamos convertirlas en alegre y digna rabia, la rabia que nos lleve a decir basta pero con propuestas. Claro que podemos hacerlo mi hermosa y gran hermana, tenemos la sabiduría de los mayores, la memoria de los antiguos, la fuerza de nuestra tierra, la profundidad de nuestra espiritualidad, el canto de los ríos, el abrazo de las montañas, el perfume de la selva, el viento de los cerros; todas esas fuerzas conspiraran como armas certeras para vencer la muerte y construir la vida.
Por eso te invitamos a marchar unidas en una sola voz, con un solo corazón, y con un solo pensamiento, a marchar para proponer, a marchar para hacernos visibles, a marchar para que nos escuchen inevitablemente, a marchar y debatir una propuesta que el estado argentino deberá recoger y estará obligado a aceptar, porque tenemos la convicción que el pueblo argentino nos apoyará, que las mujeres argentinas no nos dejaran solas.
El 21 de Abril del 2015, las mujeres originarias, cambiaremos la historia llegaremos a Buenos Aires y tomaremos la palabra en el recinto del congreso de la nación para presentar al pueblo argentino a través de sus representantes parlamentarios nuestra propuesta, para el buen vivir.
Hermana créenos que sos imprescindible, no es lo mismo tu ausencia que tu presencia, sabemos cuánto valemos, dimensionamos nuestra sabiduría y nuestra fuerza, tu pueblo te necesita sin excusas, sin flaquezas, recuperemos nuestros sueños, hagamos valer nuestros derechos, resguardemos la vida, cambiemos la historia, ¿quién sino vos? ¿Cuándo sino ahora?
Desde todos los extremos de nuestro territorio en pie de lucha y combatiendo la resignación, cálidos abrazos esperando sumarte en esta marcha.