En Kurusu Ambá, tekoha – de donde se es – Dio inicio la temporada de intentos de obligar a salir a los Guaraní Kaiowá de las áreas tradicionalmente retomadas y ocupadas por las comunidades indígenas en el estado de Mato Grosso do Sul. Desde 2007, Apyka’i, Yvy Katu, Pacurity, Guayvyry, además de las aldeas de los pueblos Terena, fueron algunas de las tierras reivindicadas por los indígenas, sometidas a demandas de reintegración de posesión [por pretendidos dueños], entabladas en diferentes instancias de la Justicia Federal. «Los Guaraní Kaiowá no salen de su tierra. Sufren a causa del hambre, a manos de pistoleros, están dispuestos a arriesgarse a morir, pero se quedan [en su tierra]. Las autoridades tienen que entender esto: vamos a luchar por nuestra tierra, mientras haya un indio vivo”, explica Eliseo Guaraní y kaiowá, de Kurusu Ambá. Llevan ocho años resistiendo las amenazas e intentos de expulsiones. La última fue la Laranjeira Nhanderu, Guaraní y Kaiowá. La comunidad se instaló al lado de la carretera.

Frío, hambre, violencia, inundaciones, alcoholismo

Después del juicio de las condicionantes de la Tierra Indígena ‘Raposa Serra do Sol’, en el Estado de Roraima, que por decisión del Pleno del Supremo Tribunal Federal (STF) no se extienden a otras tierras indígenas en el país, las acciones de reintegración [de la posesión de tierras] dejaron de tener un tratamiento común. La tesis dice que si la comunidad indígena no estaba ocupando las tierras reclamadas cuando fue promulgada la Constitución Federal en 1988, no tiene derecho a permanecer en ella. No toma en cuenta, el hecho de que estas comunidades fueron expulsadas violentamente, décadas atrás y confinadas en las reservas indígenas que hoy sufren de superpoblación. Ante esa situación, los más viejos decidieron enrumbar hacia la tierra de la que fueron expulsados.

Lugares Sagrados y violados

Al conceder la suspensión de medida cautelar solicitada por la Funai [Fundación Nacional del Indio] contra la exigencia de abandonar el área retomada de Kurusu Ambá, solicitada, a su vez, por el 1º Juzgado Federal de Ponta Pora / MS, el presidente del Tribunal Supremo, ministro Ricardo Lewandowski, otra vez, rechazó el argumento de los plazos y aseguró la permanencia de la comunidad Guaraní Kaiowá en la zona, hasta el juzgamiento final de los méritos de la Reintegración de la propiedad. No es la primera vez que Lewandowski toma posición contra los plazos, especialmente en el juicio en la segunda sala del STF, el caso de la Tierra Indígena Guyraroká, también del pueblo Guaraní Kaiowá;

Ponderó el ministro en su voto sobre Guyraroká, confirmando los argumentos de la Procuraduría General de la República (PGR), que «(…) la demarcación de tierras indígenas es materia propicia para acalorados debates e espacio de intereses antagónicos. Conviene además, destacar que la Constitución Federal de 1988 reconoce explícitamente los derechos originales de las comunidades indígenas sobre las tierras que tradicionalmente han ocupado, caracterizándolas como aquellas «que se destinan a su posesión permanente, las utilizadas para sus actividades productivas, las imprescindibles a la conservación de los recursos naturales necesarios para su bienestar y para su reproducción física y cultural, según usos, costumbres y tradiciones «[CF, art. 231, § 1º] «

Demarcación: la única solución

Antes de conocer la decisión del Ministro Lewandowski, el rezador de la comunidad, Yvyra’ijá, de 65 años, expresó:

«Ellos ya saben nuestra posición. Todos la conocen. No podemos salir, esta es nuestra tierra, estamos aquí, porque allá fuera nos estábamos muriendo de hambre, mientras otros usabannuestra tierra. Sólo queremos nuestro espacio para sembrar yuca y tener derecho a una vida digna. No nos moveremos porque no podemos, reclamamos sólo lo que es nuestro, volvimos aquí porque sabemos que esta tierra es nuestra, eso está en los estudios, la Funai ya ha estudiado [nuestro caso], es solo mirar [esos estudios]. Retomamos este lugar principalmente porque ésta es nuestra madre tierra, nuestra tierra tradicional. Nosotros respetamos la Constitución, y sólo hemos entrado en lo que es verdaderamente es nuestro. Es muy difícil para mí que soy viejo, ver que las leyes de un país que tanto amamos, nos tratan tan mal. ¿Será que ellos nos van echar fuera otra vez a nosotros que somos viejos y a nuestros hijos? Vamos a resistir. Resistiremos aquí porque no tenemos otra opción. Sólo saldremos de aquí muertos, porque para nosotros quedarnos a la orilla de las carreteras también significará la muerte».

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El rezador de la comunidad, Yvyra’ijá, declara que fuera de sus tierras, Los Guaranís y Kaiowá morirían de hambre.

El pueblo Guaraní Kaiowá no es el único que en Mato Grosso do Sul está sufriendo amenazas de desalojo. El 30 de mayo de 2013, durante la reintegración de posesión de la Tierra Indígena Buriti, declarada en 2010, tierra de ocupación tradicional, Oziel Terena fue muerto por un disparo en el pecho durante la acción conjunta de las Policías Federal y Militar. «Es doloroso para nosotros ver a un patricio, a un hermano morir defendiendo algo que le pertenece. Esta tierra es nuestra, es nuestra vida. La Justicia ya dijo que es la nuestra. Aun así, morimos sobre ella… morimos por un pedazo de tierra. Nos quedaremos aquí, vamos a resistir», declara Gerson Terena. La comunidad ha resistido en el monte y permanece hasta hoy en su tierra tradicional, donde cayó Oziel.

La demarcación de las tierras indígenas en el estado, sin embargo, sigue siendo una demanda paralizada por el gobierno federal y ha generado el dolor y el sufrimiento de los pueblos indígenas. El Ministerio de Justicia, en lugar de cumplir con la legislación, inventó la mesa de diálogo, pero eso sólo sirvió para enredar aún más el procedimiento de demarcación en los alambres de púas de los hacendados que invaden las tierras tradicionales. Según el Ministerio Público Federal (MPF) de Mato Grosso do Sul, al pedir se expresara en dictamen la suspensión inmediata la reintegración de Kurusu Ambá, «el hecho es que el ciclo de invasiones y retomadas de tierras, sólo terminará con la delimitación y demarcación correcta la Tierra Indígena de que tratan los procesos… Hasta entonces, corresponde al Poder Judicial hacer un juicio de la ponderación de los valores en juego, para evitar ocurran males mayores”.

Una breve historia de la situación de violencia que han sufrido los kaiowá de Kurussú Ambá:

La tierra sagrada de Kurussú Ambá es un territorio tradicional inmemorial del pueblo kaiowá y comenzó a ser reivindicado por medio de retomadas por los indígenas, a partir de enero de 2007. En esa oportunidad, los indígenas fueron expulsados de su territorio por la acción de pistoleros. Varios indígenas fueron golpeados y baleados, mientras que la rezadora Xurite Lopes, una señora de más de 70 años, fue asesinada.

En el mismo año, obstinados por la recuperación de su territorio, los indígenas comenzaron un nuevo proceso de recuperación y, de nuevo, tuvieron un liderazgo asesinado por pistoleros. Esta vez fue el indígena Ortiz Lopes, quien finalmente perdió la vida en un intento de devolver a los Kaiowá su Tekoha. – En 2009, durante el tercer intento de retomada, ya con el GT [Grupo de Trabajo] de Funai establecido, Osvaldo Lopes fue también asesinado.

– A partir de esta nueva agresión sufrida, los indígenas volvieron a vivir en campamentos de lona a lo largo de carreteras y caminos entre Amambaí y Coronel Sapucaia, en situación completamente inhumana, lo que llevó a la muerte de una gran cantidad de niños.

– En noviembre de 2009, los indios retomaron por cuarta vez un pequeño pedazo de sus tierras tradicionales, ocupando una pequeña faja de monte dentro de los límites de la reserva legal, que abarca la hacienda María Auxiliadora. Sufrieron procesos de reintegración de propiedad, pero su estadía fue concedida por decisión del Tribunal Regional Federal de la Tercera Región-TRF3.

– A pesar de que están dentro de los límites de su territorio, los indios se mantuvieron, en los últimos años, en una especie de confinamiento. Con la suspensión de los procedimientos de demarcación, los kaiowá han permanecido apartados de su propia tierra, sobreviviendo en forma inhumana, sin ni siquiera tener sus necesidades básicas satisfechas.

Artículo de CIMI

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