Confluencia Las Palmas apela a la mayoría social para cambiar el gobierno de la ciudad

Por Iván Suárez para eldiario.es

«Es un paso histórico de responsabilidad ciudadana para cambiar el gobierno de la ciudad». Con estas palabras se ha presentado este viernes por la tarde Confluencia Las Palmas, un partido abierto que agrupa a diferentes organizaciones políticas, colectivos sociales, asociaciones vecinales y personas independientes y que tiene como objetivo articular una mayoría social en Las Palmas de Gran Canaria para que la ciudadanía «conquiste» el Ayuntamiento en las elecciones municipales que se celebrarán el 24 de mayo.

A este proceso de confluencia se han sumado, de momento, Podemos, Izquierda Unida Canaria (IUC), Ganemos, el Partido Verde Canario y el Partido Humanista. Equo, por su parte, someterá este fin de semana a consulta su incorporación al proyecto político de unidad.

Confluencia Las Palmas (CONLP) ha registrado sus estatutos a las 14.00 horas de este viernes tras el acuerdo alcanzado en la mesa de convergencia del pasado miércoles. Este sábado celebra su primera asamblea para constituir los cinco grupos de trabajo (código ético, programa, primarias, organización y comunicación) que deberán dar forma a la plataforma y concretar las líneas de actuación a contrarreloj, con el escaso margen de tiempo que resta para que arranque la campaña electoral.

Una vez conformados los equipos de trabajo, CONLP celebrará una nueva asamblea el lunes 30 de marzo como paso previo a la convocatoria de elecciones primarias, que tendrán un carácter presencial -votos en urnas-. Begoña Vera, de Ganemos Las Palmas, ha apuntado que los candidatos serán elegidos entre la primera y la segunda semana de abril.

En cuanto a las posibles dificultades a la hora de confeccionar las listas, los portavoces de las diferentes organizaciones se han mostrado convencidos de que serán capaces de arbitrar mecanismos para que la pluralidad «se plasme» en las planchas.

De momento sólo se han acordado cuestiones de mínimos: que habrá primarias abiertas, un código ético y que el programa será consensuado. Según han explicado Vera y Miguel Montero, de Podemos, Confluencia Las Palmas no elaborará un programa electoral al uso, sino que trazará unas líneas generales para que después sean los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria, constituidos en una asamblea de ciudadanos, quienes decidan. «Se trata de pasar de una democracia representativa a una democracia participativa», ha precisado Vera.

La idea inicial es que el partido se disuelva a los 15 días de celebrarse las elecciones, aunque este punto no ha podido ser incluido en los estatutos.  De obtener representación en la corporación municipal, los cargos electos quedarían sometidos a esta asamblea ciudadana, que tendría capacidad decisoria y fiscalizadora, Los grupos que se formen este sábado trabajarán también en el proceso para constituir esta asamblea.

Además serán los ciudadanos quienes elijan el nombre con el que concurrirá esta plataforma a las elecciones municipales. «No tiene por qué ser necesariamente Confluencia Las Palmas», ha señalado Montero.

«Una oportunidad histórica»

Para el secretario general del Consejo Ciudadano de Podemos en Las Palmas de Gran Canaria, el partido abierto es «una oportunidad histórica para recuperar la ciudad para la mayoría». Montero  ha invitado a los ciudadanos a sumarse a CONLP y ha defendido la apuesta «rotunda»de su formación por este «aporte al municipalismo».

Rafael Rodríguez, del Partido Verde Canario, ha incidido en que es el momento de un «cambio profundo social y ambiental» en una ciudad que tiene «los mayores índices de paro, de pobreza y de precariedad laboral». Una situación de riesgo que hace necesario «renunciar a todo lo anterior» para iniciar «un proceso de transformación para que los ciudadanos tomen el control».

El representante de IUC, Domingo Vizcaíno, destacó la «vocación de unidad» y las «fórmulas participativas» que propugna Confluencia por Las Palmas, una iniciativa que parte del ámbito municipal pero que, aseguró, «puede ser un ejemplo para el resto de la sociedad canaria». «De aquí saldrá el oróximo alcalde de Las Palmas de Gran Canaria», se aventuró a decir Vizcaíno, que arrancó el aplauso del resto de asistentes a este acto de presentación.

En relación al conflicto que ha surgido entre la asamblea de IUC en la capital, partidaria de este proceso para conformar un partido abierto o instrumental, y la dirección regional, que aboga por un modelo de coalición o suma de siglas, Vizcaíno defendió  la decisión adoptada por los órganos locales es democrática y la que permite converger «con más fuerza».

Su compañero de partido Enrique Caro ha reconocido la tensión entre ambos sectores, pero ha confiado en que los mecanismos estatutarios del partido funcionen y, en la línea de anteriores pronunciamientos, respeten la decisión «soberana» de IUC en el municipio.

Francisco Vaquero, del Partido Humanista, ha defendido la creación del partido abierto como un «puente a la democracia burocrática» en un proceso de unidad que rompe «las inercias» que tenían algunos partidos que se han desprendido de «viejos vicios» para luchar por una nueva forma de política y de trabajo en la que serán los ciudadanos los que decidan. «Por fin hemos coincidido», ha manifestado Vaquero, quien, no obstante, ha advertido de que aún falta gente que «está en un proceso de reflexión».

Es el caso de Equo. La formación ecologista, como expuso su portavoz Pilar Álvarez,  está valorando las diferentes opciones de convergencia de cara a las elecciones. A nivel autonómico negocia con otras fuerzas concurrir en una coalición, mientras que en la capital grancanaria no descarta integrarse en Confluencia Las Palmas este mismo fin de semana. Los militantes y simpatizantes tendrán la última palabra. «Los mecanismos de los partidos no tienen por qúe ser una rémora para la democracia. Es un cambio de paradigma», sostiene Álvarez.

Por su parte, María José Fernández, del colectivo Moviendo Canarias, y Lorenzo Cabrera, del movimiento vecinal de Cruz de Piedra, han criticado que lo sucesivos gobiernos locales hayan convertido a los barrios en «los trasteros de esta ciudad».