La Tupac Amaru y el Frente Unidos y Organizados por la Soberanía Popular (FUyO) junto a los Pueblos Originarios y la comparsa de la organización barrial “Los Alegres Quemagomas” protagonizaron una verdadera fiesta en el desentierro del Pujllay, ceremonia con la que se da formalmente inicio al carnaval y de la que participaron miles de jujeños en San Salvador. Los festejos, que empezaron alrededor de las 15 horas, culminaron pasadas las 23 con la presentación del grupo Damas Gratis en el Galpón Recuperado de la Tupac que se encontró colmado por la alegría del multitudinario público.
Desde temprano comenzaron los preparativos en el mojón, punto de encuentro en el que cada año se desentierra y entierra al diablo, símbolo de la libertad durante esta tradicional ceremonia.
Los Pueblos Originarios celebraban en esta fecha la fiesta de los frutos, en agradecimiento a los dones recibidos por la Pachamama en el año agrícola. Se trataba de un tiempo de renovación, regocijo y juego ritual entre las familias y la naturaleza. Con la conquista y la llegada de los españoles, a la fuerza de la naturaleza se la convirtió en la representación del diablo. Los pueblos andinos le quitaron su connotación negativa y lo resignificaron hacia una manifestación de alegría. Y así lo vivieron las miles de personas que desde el mediodía se congregaron en el Galpón Recuperado de la Tupac Amaru y pasadas las 17 llegaron, detrás de la comparsa encabezada por Milagro Sala, al mojón ubicado debajo del puente Senador Pérez, a orillas del Río Grande, en el barrio Belgrano, para liberar al Pujllay y dar rienda suelta a la fiesta.
Sergio Chura, uno de los amautas que junto a Mama Quilla oficiaron la ceremonia explicó: “Nos preparamos para el desentierro con las flores, con la bebida que nunca tiene que faltar. Es una forma de dar agradecimiento a la Pacha por todo este tiempo de cosecha. Antes de comenzar la ceremonia pedimos permiso a través de la chaya. Sahumamos la ropa con incienso y con copal para que se purifique y para que haya un buen año. Los pueblos originarios antes agradecían ofrendando frutos de la tierra y desde lo que fue la colonización esta actitud se perdió. A pesar de ello, a partir del Pachakuti –ciclo que comenzó en diciembre de 2012- estamos volviendo a recuperar lo nuestro. De este modo estamos revalorizando las cosas que ancestralmente se realizaban”, aseguró. Y agregó: “ahora deseo mucha prosperidad para todos y un buen carnaval”.
Después de la autorización por parte de la Pachamama para realizar la ceremonia, se desenterró al Pujllay en medio de una nube de talco, papel picado y espuma. Tras sacarlo de la tierra, se le dio abundante bebida y comida ya que, de lo contrario, un ciclo de sequia y tristeza se puede apoderar de la comunidad o el pueblo, como castigo por la falta de atención a la deidad terrenal. Luego, más de 20 coloridos diablos, de todos los tamaños y edades, aparecieron en el lugar y se desplegaron los festejos con todo su esplendor. Pasadas las 19 horas, y luego de celebrar bailando la aparición de los demonios, todos emprendieron un nuevo viaje hacia el Galpón Recuperado, cantando y saltando por las calles del centro de Jujuy. Allí los esperaban diversos grupos musicales que coronaron el festejo hasta pasadas las 11 de la noche, cuando Pablo Lescano con la presentación de Damas Gratis cerró la actividad.
Carmen Bascope, que participó desde temprano de la celebración en el mojón relató: “siempre espero con ganas este carnaval que organiza la Tupac Amaru. Yo vivo en la villa y este es el único lugar donde puedo participar con mis hijos, mi nietos y sobrinos. Me gusta mucho, participo todos los años y ahora estoy esperando a Milagro para ver como se divierte la juventud”.
Karina Villareal y Angela Isabel son de Tucuman. Si bien conocían Jujuy, esta fue la primera vez que participaron del carnaval. Llegaron al lugar tras escuchar la música y las bombas de estruendo. “Esto es hermoso. No sabíamos que era así y es realmente muy bonito, muy divertido y es algo que no vemos en nuestra provincia. Ha sido una verdadera sorpresa”, dijeron emocionadas.
Por último, Raul Noro, secretario de comunicación de la Tupac Amaru, no dudó en asegurar que “el Carnaval de los Alegres Quemagomas es el mejor de Jujuy. Para la Tupac Amaru esta es la gran fiesta donde todas las tensiones del año se relajan, por eso es alegre: hay comparsas, hay baile, música, canto e inclusive coplas. Se liberan las tensiones y es aquí donde uno adquiere nueva energías para afrontar un nuevo año”, explicó.
Durante una semana, el diablo hará de las suyas… hasta que el próximo 21 de febrero, en una ceremonia de similares características, se produzca el entierro del Pujllay y la rutina vuelva a apoderarse de la vida de todos los mortales.
