Por Marcela Belchior

Nombres notorios de la intelectualidad brasilera denuncian un intento debilitamiento de la mayor empresa pública de Brasil, Petrobras, en medio de la crisis institucional provocada por la Operación Lava-Jato, que investiga a una gran red de corrupción que involucra a la estatal. Intelectuales de referencia del pensamiento progresista del país, como el teólogo Leonardo Boff, la filósofa Marilena Chauí y el sociólogo Emir Sader firman un manifiesto en el que señalan una «campaña para vaciar a la Petrobras”, golpe llevado a cabo por sectores conservadores del país. Ellos llaman la atención sobre el riesgo para la soberanía y para la democracia de Brasil.

El texto llama la atención sobre la movilización en torno de la desestructuración de la Petrobras, sus proveedores y del intento de cambio del modelo que rige la explotación de petróleo en Brasil. Según el documento titulado «Lo que está en juego ahora”, hay una articulación para la desestabilización de la economía brasilera y del gobierno federal, a través de la empresa estatal.

«Está a la vista de todos la voracidad con que intereses geopolíticos dominantes buscan el control del petróleo en el mundo, inclusive a través de intervenciones militares”. Agregan que esos intereses encuentran eco en «medios de comunicación serviles” y en parlamentarios alineados. De acuerdo con el documento, la Operación Lava Jato, a partir de la investigación de perjuicios en la Petrobras, desencadenó un proceso político que pone en riesgo conquistas de la soberanía y de la democracia nacional.

«En efecto, hay una campaña para vaciar a Petrobras, la única de las grandes empresas de petróleo que tiene reservas y producción continuamente en alza. Además, viene la propuesta de entregar el presal a empresas extranjeras, restableciendo el régimen de concesión, alterado por el actual régimen de compartir, que da a Petrobras el monopolio del conocimiento de la explotación y producción de petróleo en aguas ultraprofundas. Esa situación le ha valido la conquista de los principales premios en congresos internacionales”, alerta el manifiesto.

Como consecuencia del debilitamiento de la empresa, ancla del fortalecimiento científico, tecnológico e industrial de Brasil, el manifiesto evalúa que serán «diezmadas” empresas instaladas en el país, que serían responsables de más de 500 mil empleos calificados. «Remitiéndonos una vez más a una condición subalterna y colonial”, alertan los intelectuales.

Por otro lado, en el manifiesto se dice que esos mismos sectores estimularían un desgaste del gobierno federal, hoy en la gestión de la presidente Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores – PT), alineada con el pensamiento progresista, con miras a acortar su mandato. «Por eso, no vacilan en atropellar al Estado de Derecho democrático, al usar con gran estruendo informaciones parciales y preliminares del Poder Judicial, de la Policía Federal, del Ministerio Público y de los propios medios de comunicación, en la búsqueda de una conmoción nacional que les permita alcanzar sus objetivos, antinacionales y antidemocráticos”, se dice en el documento.

En el manifiesto se hace un acercamiento del actual contexto con el Golpe de 1964, que desencadenó un período de dictadura militar y civil en Brasil por más de veinte años. «Brasil vivió, en 1964, una experiencia de la misma naturaleza. Nos costó un largo período de tinieblas y de dependencia. Se trata ahora de evitar su repetición”, llaman la atención. «Convocamos a las fuerzas vivas de la nación a cerrar filas, en una amplia alianza nacional, por encima de intereses partidarios o ideológicos, en torno de la democracia y de Petrobras, nuestro principal símbolo de soberanía”, se convoca en el documento.