Se intensificaron los enfrentamientos entre el ejército y milicias étnicas en las regiones del norte. Luego de los combates con los Kachin en el estado homónimo y en el de Shan, desde sábado los militares birmanos están luchando contra el Ejército de la Alianza Democrática Myanmar, milicia que representa a la minoría Kokang.
Al menos 13 combatientes Kokang murieron y 8 fueron detenidos el sábado, tras la reanudación de los combates en Laukkai, estado de Shan del Norte. Durante los operativos que siguieron a los intensos combates la semana pasada, en los que también se utilizaron aviones para atacar a los rebeldes, el ejército confiscó grandes cantidades armas ligeras y municiones.
Aún no se ha difundido el saldo de las víctimas de los combates del fin de semana, pero el gobierno informó que 73 militares murieron en los primeros cinco días de la semana pasada.
La situación parece ser una extensión del avance del gobierno para tratar de obligar a que las minorías que aún no han firmado un cese del fuego separado acepten las condiciones de la tregua, posiblemente dentro de algunas semanas, para restablecer la paz en las zonas de conflicto cercanas a la frontera de Tailandia y China. Sin embargo, las milicias étnicas no tienen intención de ceder ante la presión armada, que en su opinión les negaría la amplia autonomía y las garantías exigidos tras décadas de conflicto, pérdida de vidas humanas y un gran número de desplazados internos y refugiados.