resentamos la entrevista que la nueva web CommonsTransition ha realizado a Enric Duran este pasado 7 de enero de 2015. CommonsTransition es una web creada por iniciativa de la P2P Foundation, con gran presencia de la CIC, para promover las transiciones hacia los comunes. La plataformna CommonsTransition es una base de datos y propuestas políticas encaminadas a la consecución de organización social de una manera más humana y ambientalmente conectada a la tierra. Los comunes, junto con las dinámicas P2P, representan una tercera vía de organización de la sociedad que evoluciona fuera del competitivo Estado-mercado y de la obsoleta planificación centralizada. Es un sistema basado en las prácticas y necesidades de la sociedad civil y el medio ambiente que habita en los ámbitos local, regional, nacional y mundial.
Antes de co-crear la Cooperativa Integral Catalana —un proyecto autogestionado para la creación de un sistema cooperativo público en Cataluña— Enric Duran saltó a la fama por su “acción bancaria” del 2008, donde pidió prestado algo menos de 500.000 € a 39 entidades financieras para, posteriormente, distribuir los fondos entre una gran variedad causas, movimientos sociales y activistas. En la actualidad ha sido declarado “Rebelde” por el estado español, pero continúa su actividad desde la clandestinidad. Su proyecto actual, la cooperativa abierta FairCoop, es una iniciativa comunitaria que busca paliar las desigualdades económicas globales mediante sistemas descentralizados de reputación y crédito mutuo y la utilización de criptomonedas.
Empecemos hablando sobre el concepto una “transición hacia el procomún o lo comunes” ¿Qué significa esto para ti?
Cuando hablamos de transición y de lo común, creo que nos referimos a un proceso en el que la economía capitalista, basada en los ingresos y en los beneficios privados, da paso a un nuevo tipo de economía, principalmente enfocada hacia los comunes.
¿Existen ejemplos prácticos de esta transición hacia los comunes hoy en día?
Bueno, cada vez vemos más ejemplos de recursos comunales. El conocimiento libre es un procomún que se está expandiendo y cada día hay más y más herramientas relacionadas con esto. Pero lo más difícil es organizarnos como un sistema integral o llevar un modo de vida relacionada con el procomún. Esto es algo que aún no está tan extendido, quizás porque estos bienes comunes surgen como resultado del trabajo voluntario de algunas personas o gracias a la financiación puntual de ciertos eventos, pero no es algo que esté conectado a una labor sistémica.
Eres uno de los cofundadores de la Cooperativa Integral Catalana. Háblanos un poco sobre la CIC, sobre la manera en la que incorpora esta actitud de transición hacia el procomún en el presente y sobre cómo piensa desarrollarla en el futuro.
La Cooperativa Integral Catalana es un movimiento de transición dirigido a construir un sistema autónomo para organizar nuestras vidas más allá de los gobiernos y del capital. En este sentido no sólo construye una economía alternativa sino, además, una política y unos espacios públicos alternativos. Esta labor de construcción de bienes y prácticas comunes es una de las prioridades centrales de distintas acciones de la CIC. Aún así, no está tan conectada a otras iniciativas orientadas hacia el procomún ya existentes a nivel global. Un proyecto para el futuro será conectar este trabajo local y regional con el trabajo global que se está llevando a cabo en relación con el procomún.
¿Por qué te parece importante llevar a cabo estas iniciativas sin involucrar al estado?
Hay muchas cosas que son importantes. Es importante reunir a gente con los conocimientos y las habilidades necesarias para llevar a cabo estos proyectos. También necesitamos recursos económicos para poder compartir todo lo que estamos generando para el común y defenderlo de la apropiación privada. Al embarcar en un proceso amplio de transición, tenemos que hacerlo de manera sostenible y asegurándonos de que no se vaya a venir abajo. Tenemos que encontrar formas sostenibles de financiar y viabilizar estas iniciativas.
¿Crees que una transición hacia el procomún es un proyecto realista tanto a nivel local, como regional y global?
Es realista porque ya se está llevando a cabo, ¿no? No se trata exclusivamente de una serie de propuestas teóricas, sino que también hablamos de acciones reales. Ya vemos distintas iniciativas en los ámbitos tanto teóricos como prácticos y, en ocasiones, nos podemos encontrar una gran variedad de las mismas. Se trata de iniciativas que ya han comenzado su andadura. En todo caso, creo que lo primordial es poder encajar todas estas acciones ya existentes dentro de un marco de referencia concebido para la inter-operatividad, presentándolo como un sistema de creación de bienes y procesos comunes, y no como una serie de proyectos aislados.
¿Qué acciones prácticas podemos tomar, tanto a nivel personal como colectivo, para facilitar esta transición hacia el procomún?
Una de las prioridades prácticas sería la creación de una serie de capas generales, o interconexiones, para facilitar los contactos prácticos entre distintas iniciativas autónomas descentralizadas. Estamos hablando básicamente de infraestructuras tecnológicas, pero también de reunir maneras de pensar y de actuar para concretar estas iniciativas. No sólo se trata de que cada una de estas redes trabaje para satisfacer sus necesidades internas, sino que lleven a cabo sus tareas con una visión de la totalidad del sistema para, así, relacionarlas con el procomún. También tenemos que encontrar maneras de invertir en proyectos relacionados con el procomún y sacarlos adelante asegurando la sostenibilidad de todas las partes involucradas, que sea posible a largo plazo. Ahora mismo vemos muchas opciones de financiación cuando se trata de ingresos privados pero aún queda mucho por hacer para financiar una sociedad P2P orientada hacia el procomún.
Imagina que alcanzamos esa sociedad orientada hacia el procomún, o un primer ejemplo de la misma. ¿Cuáles serían los riesgos o a qué deberíamos prestar especial atención?
Si realmente alcanzásemos una sociedad así, no creo que hubiera ningún riesgo; es algo de lo que podríamos disfrutar, si es que ocurre. Los riesgos están en cómo llegar ahí. Un ejemplo sería el no poder relacionar las muchas iniciativas que ya están trabajando hacia el mismo fin, cayendo en la trampa de duplicar y aislar esfuerzos. El riesgo es que las personas que tienen las mismas metas y las mismas perspectivas no puedan trabajar juntas para lograr esos objetivos.
¿Cómo puede defenderse el movimiento del procomún de presiones externas hostiles?
Creo que, una vez centrados en un modo de producción P2P orientado al procomún y cuando ya contemos con proyectos potencialmente útiles a nivel global, hay que cerciorar que estos proyectos sean beneficiosos para todo el mundo y que no sólo sirvan como experimento o como acción minoritaria. A veces hay gente que quiere aportar al procomún y experimenta, teoriza e intenta llevar a cabo sus ideas pero, más adelante estos esfuerzos acaban en manos de entidades privadas, que cuentan con los recursos necesarios para llevar esto proyectos a cabo. Estas entidades se apropian de estos esfuerzos para privatizarlos y extraer plusvalías. Tenemos que ser más ambiciosos en este sentido; ya que tenemos una serie de ideas que sabemos que podrían llevarse a la práctica, tenemos que forjar un plan económico, un plan cooperativo descentralizado para que sea una transición acorde a nuestros valores. Si es acorde a nuestros valores los otros pueden seguir adelante con sus proyectos, pero nosotros ya contaremos con proyectos de envergadura.
¿Dónde crees que veremos el surgimiento de esa transición hacia el procomún?
La puedo ver a nivel global, como algo practicable. También, y desde hace muchos años, vemos esta transición en movimientos distintos, como el movimiento del software libre, o el movimiento maker. También hay otros movimientos de base relacionados, por ejemplo, con la vivienda, que trabajan de manera ecológica y en beneficio del procomún. Pero, a veces, somos más autónomos y seguimos una trayectoria más acorde con la transición, mientras que en otras ocasiones es más como una lucha para defendernos ante los poderes privados.
Danos un ejemplo concreto donde una dinámica basada en el procomún resolvería un problema actual.
Uno de los retos a los que nos enfrentamos en este proceso es el de crear sistemas distribuidos de organización que no sólo funcionen a nivel tecnológico sino también nivel humano. Y estos proyectos a nivel humano son muy importantes porque, de ignorarlos, corremos el riesgo de pasar de gobiernos centrales —o gobiernos motivados por el afán de lucro— a una dependencia tecnológica total. Un proyecto interesante relacionado con el procomún, y que podría aplicarse a muchas otras iniciativas, sería un sistema de reputación basado en el procomún. Esto lo concibo como una manera más humana de crear y mantener proyectos distribuidos relacionados con lo común. No se trata sólo de nodos tecnológicos que mantienen redes, sino de sistemas basados en las personas y en los valores humanos, valores que podemos determinar entre todos.
Me encanta esa idea. Bien, hablemos de la Cooperativa Integral Catalana y FairCoop como proyectos relacionados pero distintos. ¿En qué se relacionan ambos con la transición hacia el procomún y en qué difieren?
En lo que a la Cooperativa Integral se refiere, creo que los primeros cuatro años han estado muy enfocados en el ámbito local y regional y no tanto en el global. Esto ha sido beneficioso para la red física de gente y de conexiones que ya tenemos en Cataluña pero, en otros sentidos, la experiencia no ha sido tan satisfactoria a la hora de compartir herramientas tecnológicas y saberes con personas involucradas en procesos similares en otras partes del mundo. Uno de las cosas que creo que es especialmente importante para la CIC es tener una visión global sobre estas personas que ya están trabajando en las mismas temáticas. Así podremos compartir de manera más fácil y mejor todos aquellos materiales de la CIC que podrían ser útiles para estos otros proyectos, y viceversa.
¿Qué me dices de FairCoop?
Bueno, FairCoop es una iniciativa mucho más reciente y se ha creado explícitamente como proyecto orientado hacia el procomún. Por tanto, ya cuenta con este enfoque hacia el procomún global desde un principio y complementa muy bien el trabajo que ha venido realizando la CIC. FairCoop puede contribuir al procomún mediante su relación con otros grupos que ya están involucrados, pero también puede facilitar la creación de nuevos proyectos orientados al procomún a nivel regional que estarían conectados entre sí mediante nuestra red global.
¿Qué opinión te merece el concepto del Estado Socio? ¿Crees que el auge de iniciativas como Podemos o Syriza facilitaría un planteamiento similar, o crees que, como proyecto de transición, sólo se puede realizar desde las bases, o a través de iniciativas como la CIC? ¿Ves factible una combinación o un punto intermedio entre ambos extremos?
No creo que los estados vayan a ser compañeros significativos a nivel de innovación, dado que quieren complacer a las mayorías y buscan el éxito. A veces son populistas y lo populista no suele ser muy innovador, dado que la gente no es capaz de comprender esas innovaciones. A este nivel veremos innovaciones autónomas tanto en el ámbito privado como en el orientado hacia el procomún. Después de esto, depende…. si nos expandimos mucho o si el movimiento se masifica, quizás hallemos nuevas formas de relacionarnos con el estado, aunque lo veo muy alejado en el tiempo. No sé, quizás al nivel de investigación y de las universidades nos topamos con cosas que funcionan pero que no tienen tanta relación directa con el gobierno. Aunque se financian con fondos públicos siguen sin tener una relación muy directa con el estado. Si buscamos una relación más directa para fomentar una alianza pública y política entre el estado y el procomún… creo que para lograr esto necesitaremos más historias de éxito a nivel global en lo que al procomún se refiere. Para lograrlas necesitaríamos crear algo con el nivel de repercusión que tienen Facebook o Twitter o Wikipedia… aunque Wikipedia, en realidad, ya tiene elementos del procomún. Necesitamos distintos ejemplos que no sólo encajen con los conceptos del procomún a nivel de conocimiento, sino también a nivel económico. Necesitamos proyectos de éxito que repercutan sobre estas relaciones.
Volviendo la Cooperativa Integral y su adopción del plan de transición al procomún, ¿qué condujo a que la CIC adoptara el plan y cómo se está modificando?
Estuvimos siguiendo con atención el plan inicial que se produjo para Ecuador y que incorporaba esa faceta del Estado Socio. Dado que en la CIC no nos planteamos este tipo de relaciones con el estado, uno de los mayores cambios ha sido la eliminación de las referencias al Estado Socio. Ahora nos planteamos la creación de instituciones autónomas presentes al nivel local y regional, pero que también puedan relacionarse con otras instituciones locales y regionales a nivel planetario y que sean capaces de apoyarse mutuamente. También pensamos que la dinámica de la CIC podría trascender las asambleas físicas o el consenso presencial para empezar a incorporar herramientas más distribuidas. Eso nos permitiría relacionarnos más fácilmente con personas que no están tan acostumbradas a organizase políticamente pero que, aún así, quieren cambiar su manera de vivir aunque, por motivos distintos, no estén tan politizadas como quienes se involucran en las asambleas. Es uno de los problemas que tenemos en la CIC: hay una gran diferencia entre las personas que van a las asambleas y la gente que sólo utiliza los servicios de la Cooperativa.
¿Por qué elegisteis el plan de transición al procomún?
Creo que los valores que defiende este plan son muy cercanos a los valores de la CIC. También vimos que las ideas principales estaban estrechamente relacionadas con la autogestión y la auto organización que practicamos en la Cooperativa Integral. Creemos que se trata de un proyecto que guarda muchísima relación con el nuestro y que podemos adaptarlo y enriquecerlo con nuestro trabajo. También fue una buena excusa para fomentar la relación con la P2P Foundation y ver cómo podríamos posibilitar este proceso, pero empezando por abajo, desde las bases.
¿Cuáles son los siguientes pasos, tanto para la adopción por parte de la CIC del plan de transición, como para la relación entre la CIC y la P2P Foundation?
Creo que, a corto plazo, los pasos siguientes serían definir esta colaboración: qué vamos hacer cuando estemos trabajando juntos en la situación catalana. Más adelante organizaremos el trabajo en sí: cómo llevar a cabo la investigación, compartir discusiones y llegar a conclusiones sobre el plan de ruta que construiremos en torno al plan de transición al procomún.
Volviendo a FairCoop, ¿cómo está promoviendo los principios de la transición hacia el procomún mediante sus proyectos?
Creo que, informalmente, existe un apoyo en lo que a compartir conocimientos y herramientas se refiere que está muy relacionado con la transición hacia el procomún. Pero ahora mismo no estamos tan concentrados en estas labores de extensión, porque tenemos que centrarnos en la construcción del proyecto y en poder identificar las mejores iniciativas y herramientas para lograr dicha transición. Ahora estamos eligiendo proyectos prioritarios para trabajar con ellos. Estamos especialmente interesados en proyectos transversales, es decir, proyectos libres y abiertos que puedan beneficiarse de esta infraestructura que estamos construyendo y, además, aportar a la misma.
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Quiero agradeceros el trabajo que habéis hecho con la web de Commons Transition y queremos ayudaros para mantenerla actualizada.
Genial, ¡trato hecho!