En África continúa la emergencia provocada por el Ébola, pero llegaron buenas noticias de la lucha contra la malaria. Según la Organización Mundial de la Salud, entre 2000 y 2013 en el continente más afectado los contagios se redujeron de 173 a 128 millones, mientras que la tasa de mortalidad se redujo a la mitad.
Según Margaret Chan, directora general de la OMS, esto se debe a “mejores herramientas, mayor compromiso político, intensificación de las iniciativas regionales y un fuerte crecimiento de las finanzas nacionales e internacionales”. Ahora, casi la mitad de la población que vive en zonas de riesgo utiliza mosquiteros impregnados con insecticida, mientras que en 2004 la cifra rondaba el 3%. Menos alentadoras son las estadísticas de las mujeres embarazadas que se someten a tratamientos preventivos. Hasta la fecha, no superan el 43%.
A nivel mundial, la OMS estima que en 2013 la malaria causó cerca de 584.000 víctimas, y en 9 de cada 10 casos eran africanas. El año pasado, los niños menores de cinco años de edad que murieron por esta la enfermedad fueron 453.000, de los cuales 437.000 eran africanos.
En dos países por primera vez no hubo casos, Azerbaiyán y Sri Lanka, mientras que en otros 11 se mantuvo el objetivo de “contagios cero”: Argentina, Armenia, Egipto, Georgia, Irak, Kirguistán, Marruecos, Omán, Paraguay, Turkmenistán y Uzbekistán.