Niños y jóvenes siguen siendo hoy el segmento poblacional más vulnerable a la violencia en Honduras, según datos de organizaciones no gubernamentales.
De acuerdo con Casa Alianza, durante el 2014 aumentaron en 21 las muertes violentas y ejecuciones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes con respecto a 2013, al reportarse entre enero y noviembre del año un total de 947 casos.
La organización, que trabaja en el rescate de niños de la calle en países de Latinoamérica, precisó que estos homicidios se duplicaron en los últimos siete años de 49,3 mensuales en 1998 a 83,9 en 2014.
Los hechos ocurren «cuando el gobierno (del presidente Juan Orlando Hernández) anuncia éxitos en materia de seguridad con la militarización de la sociedad y la creación de fuerzas especiales que, más que vigilar y cuidar a la población, tienen como función la represión de la protesta social», precisó la fuente en un comunicado. Casa Alianza exhortó al Gobierno a «establecer una verdadera política pública de seguridad humana integral, revisando la actual estrategia de seguridad ciudadana de enfoque militarista».
Además, pidió a las autoridades «una verdadera depuración del actual aparato de seguridad, en particular de los entes policiales y las fuerzas elites vinculadas al delito y al crimen organizado y, a su vez, fortalecer la policía y demás operadores de justicia del país». Con el apoyo del Congreso y para combatir la creciente criminalidad en Honduras, el mandatario incorporó nuevos grupos elites del ejército a la policía, iniciativa criticada por diferentes sectores que ven en ella un aumento de la militarización.
Sin embargo, la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) fijó en un 16 por ciento la reducción de los homicidios durante 2014 en comparación con 2013, como resultado de la Operación Morazán que impulsa el Gobierno.
Durante el año que ya termina, la DNIC anunció también la desarticulación de más de 700 bandas delictivas y el decomiso de varios artículos electrodomésticos y de mil 776 armas de fuego, incluyendo Ak-47, pistolas, revólveres y subametralladoras.
A la lista se suman la confiscación de cerca de mil 200 carros, 462 kilos de cocaína, dos mil 900 plantaciones de marihuana y más de cinco mil libras de esa droga en empaque, entre otros productos ilícitos.