Compartimos el discurso íntegro del Presidente Rafael Correa dando inicio a la Reunión de Consejo de Jefas y Jefes de Estado y Gobiernos de UNASUR, el jueves 4 de diciembre de 2014 en Guayaquil.
Les pido anticipadamente disculpas si hay alguna incomodidad, tuvimos que buscar un sitio que pudiera coordinar los eventos que vamos a tener esta tarde, la entrega de la presidencia pro témpore de Surinam a Uruguay y luego un homenaje que quiere rendirle toda la región al presidente Mujica. Como el Presidente Mujica es tan famoso, sobre todo en las chicas de 18 a 20, tuvimos que buscar un sitio con un escenario muy grande, unas cuantas miles de personas y este era el único sitio disponible, Pepe. Así que disculparán cualquier inconveniente. Pero, bienvenidos a esta octava reunión del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y del Gobierno de Unasur. Un saludo al Presidente Desiré Bouterse de Surinam, Presidente pro témpore de la Unión de Naciones Sudamericanas; a la señora Cristina Fernández, Presidenta de la República Argentina; a Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile; al señor Samuel Hinds, Primer Ministro de la República Cooperativa de Guyana; al señor Ollanta Humala, Presidente de la República del Perú; al señor José Mujica, Presidente de la República oriental del uruguay; al señor Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; al señor Ernesto Samper, que es Secretario General de la UNASUR; a los señores Ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes de UNASUR; a las señoras y señores Coordinadores Ante la UNASUR; señoras y señores del cuerpo diplomático acreditados en el Ecuador y, sobre todo, a nuestros millones, centenas de millones de hermanas y hermanos de la Patria Grande que nos siguen a través de los medios de comunicación social. Nuevamente bienvenidos a esta octava reunión de Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de gobiernos de la UNASUR.
Muchas gracias, Pepe, además, por haber permitido hacer esta cumbre en Guayaquil, mi ciudad natal, que los recibe de fiesta y con los brazos abiertos. También quiero aprovechar para felicitar a Evo, Dilma, que nos va a acompañar el día de mañana, Tabaré, que no puede venir, porque como ustedes entenderán, la semana siguiente a ser electo está algo ocupado, pero nuestras felicitaciones a Evo, a Dilma, a Tabaré, mis queridos compañeros de sueños y de lucha, que con el apoyo de sus pueblos continúan o vuelven a las Presidencias de nuestros queridos Bolivia, Brasil y Uruguay. El sueño del Libertador Simón Bolívar, nuestros próceres, Francisco de Santander, Tupac Katari, Bernardo O’Higgins, Antonio José de Sucre, José Gervasio Artigas, Francisco de Miranda, José de San Martín, pero también de Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, Néstor Kirchner, Hugo Chávez y de tantos miles de héroes y heroínas anónimos de la Patria Grande, que han sembrado su semilla libertaria, ese sueño se está convirtiendo en realidad.
Hemos avanzado muchísimo, queridas hermanas y hermanos, colegas, pero aún nos queda mucho más por recorrer y hablemos claro, en los últimos años la integración ha tenido graves tropiezos. Falleció en el ejercicio de sus funciones, ese inmenso latinoamericano que fue Néstor Kirchner, nuestro primer Secretario General, luego murió ese entrañable amigo, el convencido integracionista, Hugo Chávez. La falta de consenso nos tuvo largo tiempo con el Secretario General y querido compañero, Alí Rodríguez, gravemente enfermo en funciones prorrogadas y no nos engañemos, hoy fuerzas intra e interregionales organizadas y con estrategias de poder no quieren la integración. Súmenle a eso una institucionalidad de origen de UNASUR totalmente disfuncional, donde todo debe decidirse por consenso y veremos que todo estaba listo para que la integración se estanque y fracase. Pero nosotros somos bolivarianos.
Bolívar, ese hombre de una constancia y sacrificio sin límites, quien sobre las ruinas de Caracas, después del terrible terremoto de 1812, que retrasó varios años la independencia, manifestaba “Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Hoy ya tenemos a nuestro nuevo Secretario General, el ex Presidente colombiano, Ernesto Samper Pisano, un líder de dimensión continental, con él buscamos crear la ciudadanía sudamericana, verdadera confirmación de nuestra unidad.
De igual manera buscamos la convergencia a la integración integral, como la hemos llamado, de UNASUR de los procesos integracionistas regionales como Mercosur, CAN y ALADI. Con mucho esfuerzo, pero aún mayor determinación mañana inauguraremos la maravillosa sede definitiva de UNASUR, esto nos permitirá tener equipos permanentes trabajando por la integración, tarea tan compleja e importante que necesita una suficiente cantidad de recursos humanos trabajando tiempos completos y en forma exclusiva para eso.
Sin duda es necesario empezar a reflexionar sobre la institucionalidad de UNASUR, donde todas las decisiones de sus tres cuerpos colegiados de conducción se deben tomar por consensos. Es decir, existe capacidad de veto, la mejor forma de no avanzar. Es necesario revisar nuestros estatutos y en los puntos importantes establecer no consenso, sí mayorías calificadas. UNASUR es un tratado internacional cuyas reformas, normalmente, implican engorrosos procesos al interior de nuestros países, pero ahí nuevamente debe verificarse nuestra voluntad de integración, estableciendo nuestros Congresos y Cortes constitucionales, procesos mucho más expeditos para tratar los asuntos relacionados con tratados entre nuestros países.
Queridos compañeros, compañeras, para mantener la fe de nuestros pueblos en la integración es necesario que perciban resultados y beneficios concretos de ella. Siempre temo que algún día nuestros pueblos se cansen de tenernos a nosotros en estas cumbres y muchos de ellos continuar perpetuamente en los abismos. Los retos que tenemos frente a nosotros, compañeros y compañeras Presidentes de la Patria Grande, requieren que superemos las diferencias ideológicas y políticas. Los hombres y mujeres en Nuestramérica deben estar por encima de cualquiera de esta clase de intereses.
En lo personal, de hace mucho tiempo considero que cualquier intento de sintetizar en principios y leyes simplistas, llámense estas el materialismo dialéctico, el egoísmo racional. Procesos tan complejos como el avance de las sociedades humanas está condenado al fracaso, demasiada acción colectiva mata al individuo, pero de igual manera, demasiado individualismo mata a la sociedad. Y ambos son necesarios para el Buen Vivir. Cada país deberá definir sus instituciones, hasta dónde llevar la acción colectiva, hasta dónde llevar el individualismo, de acuerdo a su realidad. Sin embargo, algo fundamental debe caracterizar a Nuestramérica, la supremacía del ser humano por encima del capital y de la sociedad sobre los mercados.
Los mercados son una realidad económica, pero una cosa es tener sociedades con mercado y otra es tener sociedades de mercado, donde vidas, personas y la propia sociedad son una mercancía más. El mercado es un gran siervo, pero es un pésimo amo.
Estamos ahora en un nuevo tiempo en Nuestramérica, hemos logrado sacudirnos el dominio de los tecnócratas o de los obsecuentes de la ciega ortodoxia que nos llevó a tocar fondo. Y ahora nos atrevemos, de nuevo, a pensar. Se han planteado como elementos para una visión estratégica hacia el interior de UNASUR los principios rectores de Paz, Democracia y Derechos Humanos, contemplados a su vez en cuatro agendas prioritarias: la institucional, la política, la social y la económica. Debemos lograr que Sudamérica sea una región de Paz.
Querida María Ángela, querido Presidente Santos, el corazón de Sudamérica está con ustedes y esperamos que pronto cese la violencia en nuestra querida Colombia.
Pero la Paz, queridos compatriotas de la Patria Grande, la Paz no es sólo ausencia de guerra, la insultante opulencia de unos pocos en América Latina al lado de la más miserable pobreza, son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana.
Paz sin justicia es sencillamente pacificación. Democracia sin igualdad de oportunidades, sin garantía de derechos fundamentales, es simplemente elecciones. Supuestos Derechos Humanos sin la más elemental justicia es lo más parecido a esclavitud. La superación de la inequidad y con ello de la pobreza es el mayor imperativo moral que tiene nuestra región y el planeta. Ya que por primera vez en la historia de la humanidad y, particularmente de Nuestramérica, la pobreza no es fruto de escasez de recursos o factores naturales, sino consecuencia de sistemas injustos y excluyentes.
En UNASUR somos 500 millones de personas en 17 millones de kilómetros cuadrados, con solo unirnos podríamos conformar la cuarta economía más grande del mundo, con cerca del 6% del PBI mundial. Un tercio de las fuentes de agua dulce del planeta, con el primer lugar en la producción mundial de alimentos y con reservas de hidrocarburos para los próximos 100 años.
Unidos también podemos proteger a nuestros pueblos de un orden mundial que no es sólo injusto, sino inmoral. La nueva arquitectura financiera regional es nuestra opción para resolver una de las más grandes paradojas de los países del sur, mientras tenemos depositados más de 760 mil millones de dólares, de nuestros recursos, en el primer mundo, seguimos dependiendo de préstamos externos y de inversiones extranjeras. Esto significa transferencia de liquidez y riqueza hacia los países más ricos del mundo, debemos aprender a aprovechar nuestro ahorro y destinarlo a la inversión en nuestra misma región. Para eso necesitamos que funcionen el Banco del Sur y el Fondo del Sur. Además debemos tener mecanismos de cambio compensados para minimizar el uso de monedas extraregionales y, ¿por qué no?, en el mediano plazo tener una moneda regional.
Lo que es claro es que es un absurdo comerciar en una moneda extraregional lo cual aumenta nuestra vulnerabilidad y transfiere riqueza al emisor de dicha moneda. El control del sistema internacional de pagos es el principal instrumento de hegemonía a nivel mundial. Bien lo sabe Argentina, víctima de los fondos buitre por una espuria decisión de una corte extranjera.
Querida Cristina, toda nuestra solidaridad y tenemos la capacidad como UNASUR para crear nuestro propio sistema regional de pagos.
Abunda en nuestros países un ecologismo infantil que cree que superar el extractivismo es dejar de aprovechar nuestros recursos naturales no renovables. Esto es un suicidio social que llevaría al fracaso a cualquier proyecto político en el poder. Por el contrario, la gran oportunidad para poder desarrollarnos con soberanía son nuestros recursos naturales, salir de la economía extractivista no es dejar de aprovechar nuestros recursos naturales, sino movilizar los ingresos generados para desarrollar otros sectores de la economía, invirtiendo fundamentalmente en talento humano, ciencia, tecnología, impulsando la innovación superaremos de forma inteligente, humana y, sobre todo, soberana, la economía extractivista. Debemos hacer uso del extractivismo para salir de él, para pasar de la economía de recursos finitos a la economía de recursos infinitos, aquella basada en el talento humano y el conocimiento. Pero sin el absurdo de rechazar el aprovechamiento de nuestros recursos naturales y ser mendigos sentados en costales de oro.
Con la impresionante generación de conocimientos a nivel mundial, los países que no generamos conocimientos seremos cada día más ignorantes en términos relativos y más dependientes de lo que producen otros.
Pese a esto, ninguna universidad latinoamericana se encuentra entre las 100 mejores del mundo y la región es tan solo un generador marginal de conocimiento a nivel mundial. Sudamérica solo invierte el 0,48 % del PBI en investigación, cuando el promedio de los países desarrollados es de 2,39 %.
Y hoy se habla mucho de globalización, pero se trata de una globalización que no busca ciudadanos globales, sino tan solo consumidores globales, que no busca crear una sociedad planetaria, sino tan solo mercados planetarios y que sin adecuados mecanismos de control y gobernanza, puede devastar países como ya ha sucedido.
Se prioriza la recuperación financiera y de mercancías, supuestamente con base en la Teoría del Mercado, es decir, la libre movilidad de factores y bienes para lograr la eficiencia, pero inconsecuentemente se criminaliza cada vez más la movilidad humana. En realidad, es una globalización bajo el imperio del capital y, particularmente, del capital financiero. Y, en función de ella, nos hemos sometido a casos abiertos de neocolonialismo, como esos atentados a nuestra soberanías llamados Tratados de Protección Recíproca de Inversiones, donde el capital tiene más derechos que los seres humanos. Y cualquier Transnacional puede llevar un país soberano a un arbitraje, sin siquiera tener que agotar todas las instancias jurídicas internas. De hecho, sin acudir a ninguna.
Separados, queridos compatriotas, separados será el capital transnacional el que nos imponga las condiciones. Unidos, seremos nosotros los que impondremos las condiciones al capital internacional. Por ello, no es sólo necesario, sino urgente, la creación del Centro de Arbitrajes Sudamericano, como alternativa a los actuales tribunales cooptados totalmente por el capital internacional.
La mejor forma de liberarnos del imperio del capital es la integración. Para alcanzarla de cosas tan sencillas como salarios mínimos regionales que impidan la absurda competencia entre nuestros países en favor del capital transnacional y hasta como bloque, también aspirar a incidir en el cambio del injusto e inmoral orden mundial. La Patria Grande ya no es sólo un sueño de nuestros libertadores, sino la mejor y, tal vez, única manera de obtener nuestra segunda y definitiva independencia.
Reafirmo por mi parte lo que manifesté al recibir la Presidencia pro témpore de UNASUR el 2010. Tal vez los europeos tendrán que explicar a sus hijos por qué se unieron, pero nosotros tendremos que explicarles a los nuestros por qué nos demoramos tanto.
Bienvenidos a esta patria amiga, solidaria, la patria de Eloy Alfaro, la patria de Manuelita, somos granos de la misma mazorca, somos como paja de páramo que suelta se la lleva el viento, pero unida es imposible de quebrar, como diría Mamá Dolores Cacuango, Mamá Tránsito Amaguaña, dirigentes indígenas históricos ecuatorianos.
Bienvenidos a esta que también es su casa, porque todos somos hijos de la misma Patria Grande.
Muchas gracias.