Protestas contra la corrupción tuvieron lugar esta noche en la capital húngara, Budapest, como consecuencia de la negativa del primer ministro Viktor Orban de despedir a Ildiko Vida, responsable de la política fiscal, a quien el gobierno de Estados Unidos se negó a otorgarle una visa por haber sido acusada de tener vínculos con la corrupción.

Al parecer hay un creciente sentimiento de insatisfacción con el gobierno húngaro que es acusado de ser cada vez más totalitario con una gran mayoría en el parlamento, lo que les permite cambiar cualquier elemento de la constitución que no sea conveniente al ala derecha de ideología nacionalista.

Los manifestantes tuvieron éxito recientemente al detener la aplicación de un impuesto sobre el uso de la banda ancha, pero no lograron impedir que el Gobierno detenga los programas sociales financiados por Suiza y Noruega, quienes se negaron a dejar en manos del régimen gobernante el control de dichos programas.

La protesta de esta noche fue no violenta a pesar de algunos fuertes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.

Fotos: Anita Szeicz

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