Las estadounidenses Chimerix y BioCryst y la canadiense Tekmira experimentan fuertes subidas desde la detección de los primeros casos.

Ninguna llega al centenar de empleados y todas cotizan en el índice tecnológico Nasdaq.

La gran incógnita es cuánto valdría el fabricante del ZMapp, que no está en el parqué.

Por Antonio M. Vélez para eldiario.es

Tres empresas norteamericanas que actualmente desarrollan tratamientos contra el ébola han experimentado una fuerte revalorización bursátil (de unos 1.100 millones de euros en conjunto) desde que, en enero, se produjeron los primeros casos en Guinea del que ya es el brote más mortífero de la historia de este virus y que de momento ha matado a 3.338 personas, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de las estadounidenses Chimerix y BioCryst y la canadiense Tekmira, que entre las tres han aumentado su capitalización en lo que va de año en cerca de 1.400 millones de dólares (1.100 millones de euros) por el alza de sus cotizaciones.

Las tres son pequeñas firmas biotecnológicas (ninguna llega al centenar de empleados) que cotizan en el índice tecnológico Nasdaq de Nueva York y que han recibido fuertes inyecciones de fondos de la Administración estadounidense para el desarrollo de sus compuestos.

En términos absolutos, la compañía que más ha incrementado su valor desde enero es Chimerix, fabricante del Brincidofovir. Con sede en Durham, Carolina del Norte, y presente en el Nasdaq desde el 11 de abril de 2013, el valor de sus acciones se ha duplicado en lo que va de año (ha subido un 105%), con lo que su capitalización ha crecido en unos 575 millones de dólares, hasta unos 1.122 millones.

La empresa, que a 31 de diciembre del año pasado tenía 52 empleados a jornada completa (39 de ellos dedicados a I+D) vio como el pasado lunes la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, en sus siglas en inglés) aprobaba el uso experimental del fármaco, que ha demostrado su efectividad en pruebas ‘in vitro’. Este martes, su cotización subía en el último tramo de la sesión más de un 6%.

A continuación figura otra empresa también radicada en esa ciudad de Carolina del Norte, BioCryst Pharmaceutical, que ha desarrollado el antiviral BCX4430 y que ha aumentado su valor cerca de un 49% desde enero, hasta cerca de 828 millones de dólares ( 454 millones más en lo que va de año).

La empresa, que cotiza en el Nasdaq desde 1994 y desde entonces nunca ha pagado dividendos, tenía cerca de 40 empleados a 31 de enero de este año, según la documentación presentada al regulador bursátil estadounidense, la SEC.

Por último, la canadiense Tekmira desarrolla uno de los fármacos más conocidos contra la enfermedad, TKMEbola. Con sede en Burnaby, en la Columbia Británica, cotiza en el Nasdaq desde el 15 de noviembre de 2010 y actualmente su valor bursátil ronda los 530 millones de dólares, tras multiplicar por 3,2 su cotización desde enero: 366 millones de dólares más.

A 21 de marzo pasado, la empresa, que comenzó sus operaciones en abril de 2007, tenía 92 empleados, de los que 74 estaban dedicados a actividades de I+D.

Menos suerte ha tenido Sarepta, cuya cotización está prácticamente en los mismos niveles que a comienzos del ejercicio. Con domicilio en el Estado de Delaware (un paraíso fiscal) y oficinas centrales en Cambridge, Massachusetts, su tratamiento contra la enfermedad, que ha demostrado una tasa de éxito de entre el 60% y el 80% en monos, dejó de recibir fondos de la Administración estadounidense en 2012.

La gran incógnita es cuánto valdría la californiana Mappbio, fabricante del ZMapp si cotizara en bolsa. Fundada en 2003 por el biólogo Larry Zeitlin y con sede en San Diego, apenas tiene una decena de empleados y su suero, que fue usado sin éxito con el misionero español Miguel Pajares, está agotado. Las autoridades estadounidenses están trabajando con la farmacéutica para acelerar la producción de nuevas dosis.

En el compendio de compañías que desarrollan tratamientos contra el ébola también figuran otras de mayor tamaño como Toyama Chemical, filial de la japonesa Fujifilm (su fármaco se llama Favipiravir), o la británica GlaxoSmithKline(GSK), cuyo compuesto para el VIH Lamivudine se ha mostrado efectivo para la enfermedad, según  aseguraba la semana pasada un doctor liberiano.