Las Fuerzas Alternativas de La Reina (FALR) exhibieron mientras se desarrollaba el partido Bolivia-Chile la película: “PISAGUA… una historia no contada” protagonizada por el humanista y defensor de los DDHH Fernando Lira H., sobreviviente de dicho campo de tortura y exterminio durante la dictadura en el norte chileno.
El marco dado por la película dirigida por el italiano Carlo Mesina y la atmósfera creada por las FALR,
permitieron la transmisión de sus experiencias personales y las marcas dejadas por la detención forzosa, el abuzo, la injusticia, los golpes…, y sobre todo la vivencia de no saber si continuarían viviendo el minuto siguiente o acrecentarían el número creciente de víctimas desaparecidas que veían pasar por su lado a diario tanto en Pisagua, como ocurrió en tantos centros de la muerte que regó, por todo el territorio nacional, la dictadura de Pinochet.
Era un reto, había que competir con un partido internacional de nuestra selección de fútbol muy publicitado, (que muy probablemente permitió que estuviera libre el recinto ese martes 14) y salvar la gran dificultad existente para muchos, de volver sobre la memoria hacia acontecimientos muy desafortunados de nuestra historia reciente. Bien es cierto que no son muchas las oportunidades de escuchar y conversar sin intermediación con quienes son sobrevivientes de una experiencia de esta naturaleza… el teatro se llenó.
Los Invitados
Fernando Lira Haquin de 67 años, vecino de La Reina en 1973, permaneció más de un año junto a otros tres compañeros del Movimiento Humanista en Pisagua.
Jorge Coloma Andrews que tenía 25 años al momento de su detención, vecino de La Reina y miembro de las FALR, detenido y condenado a 541 días, traslado engrillado con destino a Pisagua, campo de concentración al que no llegó.
Omar Camacho Orellana también vecino de La Reina, contó cómo estando en Iquique con 23 años; fue detenido, torturado, llevado a Pisagua y posteriormente a otros centros. Conmovido, relató lo vivido ante la desaparición de muchos compañeros del PC que nombró y que fueron cayendo uno tras otro tras su primera detención en
septiembre de 1973.
La reconciliación es posible
Una gran emoción se propagó invadiendo todo el recinto. “…tienen que hacer muchas cosas como esta”, se escucho en varias ocasiones, porque si bien el tema es duro de ver y comentar, el marco de intimidad y proximidad que marcó este evento, resultó ser el adecuado para el intercambio de experiencias tan fuertes. Una menor de 12 años, emocionada tomó la palabra para declarar lo importante que para ella había sido el
saber de primera mano lo que pasó, dado que nada de ello se traspasa a las nuevas generaciones como ella.
Una sentida intención operó como trasfondo. Podría sintetizarse a modo de pregunta-respuesta: ¿Cómo ha de hacerse para salir del círculo del resentimiento y la venganza, para así abrir nuevamente el futuro en quienes vivieron algo como aquello? Cosa por cierto nada fácil de hacer, pero dado los relatos de los sobrevivientes invitados, aquello que parecía imposible, se vio posible. En el conversatorio con los invitados al finalizar la exhibición se escucharon agradecimientos diciendo, “gracias, porque esto que han hecho nos abre nuevas esperanzas”
La actividad fue la primera organizada por FALR, tal que podría considerarse como su presentación social en La Reina y en el país, aunque su presencia fue manifiesta en los actos que se realizaron el 11 de septiembre en memoria de los desaparecidos.
Las FALR agradecieron la colaboración del municipio de La Reina y de la Corporación Cultural de La Reina.