Una colección de doce cuentos unidos por dos denominadores comunes: la No-violencia y la Música. El primero es la base de cada uno de los capítulos, el segundo se une al texto y da lugar a un nuevo nivel narrativo. De Berlín a Carrara, de ciudad en ciudad, acompañado de las notas de los Beatles, Bjork, The Police, Pearl Jam, descubriendo “Las Pistas Ocultas”. Hablamos con el autor, Andrea Galasso.
¿De dónde surgió la idea de este libro?
La idea surge de mi experiencia en el Movimiento Humanista y mi primer acercamiento a la no-violencia. Experiencias, ambas, que han cambiado mi vida. Primero empecé a través del lenguaje teatral con la compañía No-Vi, y luego a través de la narrativa con el libro que ya estaba surgiendo en paralelo. Fue un gran deseo de transmitir la fuerza de la No Violencia (totalmente atacada por tratarse de una nueva palabra, tal como lo es el nuevo mundo que representa). Para ello, la idea nació de hacerlo, no tanto con el material o ensayo académico, sino a través de la historia, a través de las emociones, los estados de ánimo. El deseo de transmitir una realidad como trasfondo de una nueva narrativa, a fin de fijar los momentos históricos con las emociones que los hechos narrados producen. En el caso de mi libro, entonces, hemos combinado la música para mejorar el impacto emocional. Tal vez todo nace de una idea anterior de Silo (fundador del Movimiento Humanista), quien solía decir que, después de algún tiempo, no recordamos una charla con las palabras exactas que utilizamos, sino con el estado de ánimo experimentado en la ocasión.
¿Qué te propones transmitir con estas historias?
Me gustaría transmitir con fuerza lo concreto de la No-Violencia, la prueba de que otro mundo es posible. A través del Movimiento Humanista, a través de mis viajes a Kenia, tuve la oportunidad de “tocar” a la no violencia, de desplazar la mirada desde el enfoque de la teoría a la práctica. Aquí, el libro nace de esta fuerte voluntad, de hacer “tocar” a la no violencia, queriendo comunicar que otro mundo es posible, demostrándolo con hechos, con lo que ha sucedido. Como escritor, entonces, si puedo hacerlo con la justa tensión narrativa, con una buena “envoltura”, entonces se me hace aún más placentero, siendo ésta mi lengua.
¿Cómo elegiste los diferentes momentos históricos que hacen el trasfondo de las diversas historias?
A través de un fuerte trabajo de investigación, con la inestimable ayuda de muchos amigos que tienen una pasión por este proyecto. El libro nació, como ya he dicho, por el deseo de transmitir una historia de la no-violencia, porque finalmente falta una historia del tema. De manera simple, toma el ejemplo de César Chávez, uno de los más famosos exponentes de la metodología de la no-violencia. Sin embargo, si se hace una búsqueda en la web se puede encontrar, después de muchas páginas, información sobre el boxeador del mismo nombre, y además son pocas las señales en italiano. O el ejemplo de la resistencia danesa no-violenta. Una de las cosas que me impactó más durante la investigación, fue caer en cuenta de la manera cómo los episodios de la no-violencia activa han sido intencionalmente callados en las fuentes históricas, como para desacreditar a este método en nombre de la cultura de la violencia muy común. Recuerdo, en ese sentido, una entrevista a Giorgio Amendola sobre el episodio de las Fosas Ardeatinas.
¿Qué función cumple la música en tu narrativa?
Es fundamental, ya sea en la narración del libro con el que hemos experimentado, por primera vez en la historia de la literatura italiana, la función de la música como una parte integral de la propia narrativa, como en el espectáculo de cuenta-cuentos “Accentrica”, que se originó a partir de las presentaciones del libro y que estamos llevando por toda Italia. La música se une al lenguaje principal, ya sea el escrito o la narración oral. Tal vez el libro representa mejor aún el concepto. Las canciones elegidas no están en formato digital, están escritas en el texto en sí; son el fondo, el pegamento, la atmósfera en la que los personajes se mueven. Para el caso, entonces, si hay una historia real de la No Violencia, ésta se encuentra en muchas canciones, en las composiciones de John Lennon, Bob Dylan, Ben Harper y muchos otros.
¿Hay alguna historia en particular que tenga un significado especial para ti?
Cada historia es una parte de mí, cada uno de mis personajes tiene una parte de mí, o más bien, es una representación de mí. Para bien o para mal, porque ninguno de nosotros puede serlo todo. Asesino, Mentiroso, Inocente, Astuto, Equilibrado, Cariñoso. Estas son las opciones que marcan la diferencia y nunca vienen predefinidas, dadas por sentado. Es difícil para mí elegir un personaje y luego una historia. Tal vez, de alguna manera, “La chica de los jazmines” es para mí la historia más interna, la más cercana. Tengo una debilidad por Irene, el personaje principal: su capacidad de salir adelante, no para destruir sino para construir de nuevo, para experimentar el cambio como su recorrido, no pensando en términos de reemplazo, sino de cambio, de conversaciones abiertas sobre la esencia de la no-violencia.