Centenares de personas arremeten contra la ministra y el consejero de Sanidad regional por la «nefasta» gestión de la crisis sanitaria por el ébola.
La marcha ha denunciado también el desmantelamiento de varios centros de salud mental autonómicos.
Vanesa Pi para eldiario.es.- Centenares de personas se han manifestado este mediodía por el centro de Madrid pidiendo la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez. Y han celebrado las noticias de recuperación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero. Como cada tercer domingo de mes, la marcha, convocada por la Marea Blanca, ha sido un punto de unión entre profesionales de la sanidad y usuarios. En esta ocasión, a la defensa de la sanidad pública y la denuncia de la privatización de varios centros de salud mental, se ha sumado el rechazo a la gestión que han hecho las autoridades de la crisis sanitaria generada por el ébola.
El apoyo Romero, primera infectada por el virus en España, ha sido constante. De hecho, la protesta ha arrancado al grito de «Todos con Teresa». La secretaria regional del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), Elvira González, ha hecho hincapié en la mejoría del estado de salud de su compañera de profesión. «Esperamos que hoy dé carga viral negativa», ha destacado. Se refería a los análisis que se está practicando a la enferma y que podrían confirmar que ya no tiene el virus. González ha defendido la valía de los profesionales de la sanidad, en contraposición a la de sus responsables políticos: «Nuestra sanidad es buena, lo único que falta es que tengamos gestores buenos».
Una enorme pancarta con el lema «No a los recortes y privatizaciones, sí a la sanidad y servicios públicos» precedía a la cabecera, en la que figuraban portavoces de los sindicatos Satse, Sae, CCOO, UGT y CSIT, entre otros. El secretario general de CCOO Madrid, Jaime Cedrón, ha denunciado «los efectos nocivos de la privatización de la sanidad que nos hemos encontrado con la crisis sanitaria por el virus del ébola». Cedrón ha destacado que «se ha constatado el desastre en la coordinación. El rechazo al desmantelamiento del Hospital Carlos III ha sido unánime entre los manifestantes. En la misma línea, el secretario del sector Sanidad de UGT Madrid, Julián Ordóñez, ha exigido que «quienes han intervenido en esta crisis asuman responsabilidades». Ordóñez considera que Mato debe «dimitir o ser cesada».
También en la cabecera, el secretario general de CSIT, José Ángel Montero, ha destacado la importancia de que la marea blanca siga denunciando «los problemas derivados de la privatización de la sanidad madrileña». Desde el sindicato de enfermería SATSE, su secretario general de Madrid, José Manuel Freire Calvo, ha mostrado el apoyo de su profesión a Teresa Romero y ha recordado que en marzo, su sindicato ya denunció los problemas que podían derivar del desmantelamiento del Hospital Carlos III y exigió un protocolo de actuación y de formación para los profesionales.
La manifestación ha arrancado de la Calle Santa Isabel y ha subido por el Paseo del Prado. Al llegar a la Plaza del Emperador Carlos V, frente a la estación de Atocha, los manifestantes han rodeado la fuente del centro de la glorieta. La marcha ha continuado subiendo por el Paseo del Prado. En ella estaban también un grupo de trabajadores del Hospital de Alcorcón. «Todos somos Teresa. Venimos en apoyo a nuestros compañeros y pedimos la dimisión de quienes no lo han hecho bien», reclamaba Juan Izquierdo, enfermero del centro. Varios de los manifestantes han acudido a la protesta con sus perros. Es el caso de Ángela, que se ha sumado con su marido, médico, y sus dos galgas. «Yo también soy Excalibur», lucían las perras en una tela adherida al lomo.
Como cada tercer domingo de mes, la Marea Blanca también ha arremetido contra la privatización de la sanidad madrileña. La portavoz de la Asociación de Empleados del Centro de Transfusión de Sangre regional, Deli Edreira, ha denunciado «el negocio» de la donación de sangre después de que el gobierno autonómico haya concedido la gestión del servicio a Cruz Roja. Ha recordado que la ONG «cobra 67 euros por cada bolsa de sangre que recoge».
La marcha ha finalizado frente al Ministerio de Sanidad, lo que ha hecho cortar el tráfico en un tramo del céntrico Paseo del Prado. La consigna «Ana Mato, dimisión», «consejero, dimisión» y los silbidos se han intensificado. Cerca de las dos de la tarde, la concetración se ha disuelto.