El Zim Shanghai, tenía previsto llegar al puerto el 25 de octubre, pero retrasó su llegada para el 26 de octubre, para según activistas evitar la barricada.
«Mientras Israel no está actualmente diezmando Gaza con bombas, la sigue manteniendo bajo asedio, y todavía continúa expandiendo sus asentamientos ilegales en Cisjordania, encarcelando y desplazando a palestinos», reclamó Lara Kiswani, dirigente ejecutiva del Centro Árabe de Recursos y Organización (AROC, por sus siglas en inglés), una organización vinculada a BTB.
Los participantes buscan acabar con el racismo de los israelíes y, en esta línea, siguen el Movimiento Internacional de boicotear, despojar y sancionar (BDS, por sus siglas en inglés) a Israel, un movimiento similar al que ayudó a derribar el apartheid en Sudáfrica: «Vamos a seguir organizando protestas para aprovechar el movimiento de BDS contra el Apartheid Israelí», enfatizó Kiswani.
Los organizadores denunciaron también el apoyo que brinda EE.UU. a las autoridades israelíes, las relaciones entre Washington y el régimen de Tel Aviv, y el aumento en la militarización de las fuerzas policíacas locales.
«A medida que EE.UU. está enviando más de 3 mil millones de dólares al año a israelíes, los departamentos de la policía en EE.UU. son entrenados con regularidad por el ejército israelí sobre cómo mejorar reprimir y controlar a nuestras comunidades aquí», criticó Eyad Aburahman de la Organizando a la Juventud Árabe, quien afirmó que ZIM está enviando armas y municiones para utilizarse contra las comunidades de las minorías en EE.UU.
En este contexto, el activista aseguró que la represión militar que ocurrió contra el pueblo de Ferguson, tras el asesinato de un joven afroamericano cometido por un agente policial blanco, fue en parte formada por el entrenamiento que obtuvo la Policía de Ferguson de la policía israelí.