Por Mariana Viltnizky para Alternativas económicas
¿Te imaginas prestarle dinero de tus ahorros a una empresa de armas o a un ejército? ¿Te imaginas que tus ahorros sirvan para construir minas antipersona, armas nucleares o bombas de racimo? Pues si no te lo imaginas, y tienes dinero en bancas como el BBVA, el Banco Santander, La Caixa, Catalunya Caixa, Banco Sabadell y otros tantísimos bancos (éstas, en España, de las que más), lo estás haciendo.
No siempre reflexionamos sobre el hecho de que la banca no tiene el dinero de sus clientes ahorristas guardado en una caja fuerte. Ponemos el dinero aquí o allí porque es donde dan un porcentaje un poco mayor, porque queda al lado de casa, porque hay más cajeros o porque regalan un juego de vajillas… Pero no solemos reflexionar sobre lo que sucede con nuestros depósitos. Son esas cosas de la educación socializada en la que aprendimos a no mirar (por cierto, en el Plan de Educación Financiera que la CNMV y el Banco de España difunden en las escuelas no se menciona este tema. Los niños creerán que colocan su dinero en una banca y por arte de magia les darán un 1,5% de interés anual).
Obviamente, el banco pone el dinero a trabajar, y una parte de ese dinero, en muchísimos casos, se presta a empresas armamentísticas.
La banca española ha financiado con 7.238 millones de euros a compañías que fabrican armas, incluidas bombas de racimo, minas antipersona y armas nucleares, según el último informe del Centre Delàs de Estudios por la Paz. África, Medio Oriente, América Latina, están llenas de armas financiadas con el dinero de ahorristas españoles. Por supuesto, y no solo españoles. De hecho, la banca española es un angelito comparado con la banca en mayúsculas (claro que es un angelito porque no puede, no porque no quiera). BNP Paribas, Citibank, Deutsche Bank, Barclays y HSBC son las cinco entidades mundiales que se reparten casi todo el pastel del mercado internacional de las armas. Han financiado con 112.223 millones de euros ese negocio. Solo BNP Paribas tiene prestado ya en armas 10.664 millones de euros, más que toda la banca española en su conjunto.
Está todo permitido. Por supuesto. “Todo es legal”, se defienden desde la banca. Están permitidas las guerras. Así que ¿por qué no ocupar un segmento del mercado?
La decisión de si les ayudamos a conseguirlo depende de nosotros. El Centre Delàs trabaja simplemente alzando la voz. Junto a otras ONG se meten en la junta de accionistas y hablan. Pero aunque alcen su voz, les escucha muy poca gente.
Por suerte la banca ética está ganando terreno (Fiare, Coop57, etc). Por suerte, hay bancas que cuando se dan cuenta de dónde están invirtiendo, reculan y desinvierten, como Caja Laboral o Caja de Ingenieros. Mientras tanto, nosotros podemos hacer algo, podemos preguntar a la banca qué hace con nuestro dinero, cuando todo el mundo duerme. Podemos poner nuestro dinero en otra banca.
Si quieres saber más, puedes consultar:
Informecompleto del Centre Delàs