Vivimos en un estado donde un día te acuestas con la abdicación del Rey y el otro con diez casos de corrupción. Con el agravio comparativo que mientras la bota aprieta el estomago de los damnificados, los culpables de la crisis se pasean a cuerpo de rey por las mismas playas de siempre.
En este contexto en que los dueños de la democracia, los ciudadanos y ciudadanas decidan recuperarla y ejercerla sin intermediarios, no hay ninguna locura. Ahí estaríamos todos y todas incluidos. Habría que ver en todo caso los contenidos de los nuevos proyectos. Porque es posible y probable que de alternativas de esas características venga la renovación de la política, lo viejo no da para más. La segunda transición está en marcha y necesita sus propios actores.
Las elecciones municipales son lo más próximo a la ciudadanía. En los barrios, los colectivos sociales de todo tipo se mueven como pez en el agua. Tienen alternativas a unas ciudades decadentes, instrumentalizadas por unos pocos, que acumulan en sus manos todo el poder mientras otros muchos lo pasan mal. Hablan y tienen alternativas a temas esenciales: trabajo, techo, pan, agua, servicio eléctrico, ecología, enseñanza, ¡DEMOCRACIA!…objetivos cada vez más lejos de gran número de ciudadanos.
En ese camino nació el tres de septiembre GANEMOS ALMERÍA, era la tercera asamblea, con una presencia de más de cien participantes provenientes de lo más activo del movimiento alternativo y democrático de la ciudad, asociaciones vecinales, ecologistas, grupos culturales, feministas, asambleas de parados, profesionales y trabajadores de todos los sectores de nuestra sociedad…y las organizaciones políticas que quieren sumarse a ese proyecto como uno más.
Almería también se merece algo mejor que lo que tiene. Si después de décadas de estancamiento económico, político, cultural y humano, hay una alternativa que abra la esperanza, no sería ninguna locura pensar en echar una mano.
El día 18 de octubre harán su presentación pública, ahí marcaran la ruta que van a seguir. No estaremos muy lejos.