Maestro ya jubilado, Enrique Collado Rueda siempre ha estado “preocupado por  los problemas y aspiraciones del ser humano”, lo que le ha llevado a comprometerse activamente en diferentes asociaciones y colectivos y a desarrollar un camino espiritual a través de El Mensaje de Silo.

Aprovechamos que Ediciones León Alado, editorial que ha publicado su obra, lo invító a presentar su última publicación Camino a lo Profundo dentro de la II Feria del Libro de Rivas Vaciamadrid (durante el Festival de Cultura en la Calle, que se realiza cada año en este municipio madrileño) para pasar unas horas de charla con este cántabro afincado en Barcelona y que nos desgranara el libro y su camino de experiencia. Agradecemos su generosidad.

 

Pressenza.- La portada pareciera que habla de lanzarse a un vacío, o espacio desconocido, no definido… ¿De qué se trata Camino a lo Profundo?

Enrique Collado.- Es muy difícil explicar el significado de la portada porque en realidad tiene muchos significados.

Se ve una persona desnuda dando un tremendo salto de un lado a otro de un precipicio mientras va desprendiéndose de sus cosas (mochila, ordenador…). ¿Tal vez la alegoría representa el desprendimiento que tiene que hacer el ser humano en su camino a lo Profundo? ¿Puede ser que alegorice el salto titánico que tiene que dar para trascender la muerte? ¿O quizá se trate del salto-vuelo liberador para llegar a otro espacio digno de su ser? En fin, cada cual interpretará.

Camino a lo Profundo es un libro-testimonio de mi experiencia personal en busca del Sentido de la Vida.

 

 P.- Los capítulos son diversos, ¿Hay un hilo conductor?

E.C.- Se hace un recorrido desde el sin-sentido al sentido, desde la vitalidad difusa a la Vida (con mayúscula), desde la oscuridad a la luz. Y soy consciente que esta frase removerá las conciencias de más de una persona que pensará que esto suena a psicología barata en el mejor de los casos o a la trasnochada, vieja y pesada religión.

¡Pero, no!, porque quien haya pasado por una depresión o por un momento especialmente duro en su vida sabrá por experiencia -no por teoría- que, efectivamente, se siente negrura en ese estado psicológico, como se siente físicamente la soledad y la falta de futuro.

Por otro lado, en el libro no se habla ni una palabra de religión sino, en todo caso, de espiritualidad.

 

P.- ¿Por qué este libro?

E.C.- Por la necesidad de expresarme, de reconectarme con el caudal de la vida y subir mi temperatura vital y porque, tal vez, le pueda servir de inspiración a otras personas en su búsqueda de sentido.

 

P.- ¿Existe alguna relación entre éste y tus anteriores escritos o libros?

E.C.- No en cuanto a estilo porque los anteriores eran libros de relatos cortos y por tanto su componente principal era la imaginación. En este, su principal componente es la experiencia vital y, aunque alegórico, describe registros y sensaciones.


P.- Podríamos decir que es un libro de testimonios personales y, al mismo tiempo, de guía espiritual para otros…

E.C.- Testimonio personal sin duda, pero eso de guía espiritual suena muy fuerte. Diríamos que se puede explicar con una alegoría que escribo en el libro:

«Habitualmente -el viaje a lo Profundo- se representa como la subida a una alta montaña con su fatiga, sus descansos, sus descubrimientos, sus caídas, sus alegrías, sus fracasos… y sus “mojones” –aquellas piedras apiladas que ponen los montañeros que han subido antes que otros con el objetivo de indicar el camino a los que vienen detrás para que no se pierdan».

En este caso no se trata de un viaje en solitario sino en cordada. Y no solo es bueno sino absolutamente necesario que l@s montañer@s nos ayudemos un@s a otr@s, sobre todo cuando se trata de alta montaña. Nos va la vida en ello.

P.- Hablas de diferentes personajes que te han marcado a lo largo de tu vida…

E.C.- Sin duda. Todas las personas tenemos nuestras influencias y algunas muy poderosas.

Las acciones que realizamos no terminan en nosotros. Son como la energía que se va transformando y transmitiendo sin fin. Para bien y para mal.

Pero hablando de influencias positivas cito el libro Tao Te Ching de Lao Tse. A un gran personaje: Gandhi. Mahatma Gandhi. Y a una persona muy poco conocida, Mario Luís Rodríguez Cobos (Silo), que ha sido, probablemente, la persona que más ha influido en mi vida.

 

 P.-¿En qué sentido, en qué aspectos?
E.C
.-En des-velar (quitar el velo) el misterio de la vida.

No es fácil. Porque la vida está cubierta no por uno sino por varios velos que, a veces, se corresponden con el desprendimiento no de una sino de varias capas. Entonces quedas desnudo (como la persona de la portada) lanzándote no al precipicio -como pareciera suponer- sino más allá de él. Y en ese nuevo territorio construyes, por primera vez, con sólidos materiales: sencillez, compasión, amor, intuición… (aunque suene cursi) y estás en un permanente aprendizaje.

Por eso estoy profundamente agradecido a esos «personajes» y procuro, en la medida de mis posibilidades, contribuir con mi grano de arena.

 

P.- ¿Qué buscas producir en el/la lector/a?

E.C.- Es el/la lector/a quien producirá algo si se encuentra en un estado de búsqueda.

Porque, ¡ojo!, en el libro advierto que: «no va dirigido al triunfador sino al fracasado, porque solo quien no esté conforme con lo dado, quien continúa preguntándose y quien sigue buscando la verdad, a pesar de tanta mentira, puede entender lo que aquí se dice».

A las personas que no están en ese estado de búsqueda creo que este libro difícilmente les aportará algo. Así que «quien avisa no es traidor«.

P.- El libro habría cumplido su función si…

E.C.- El libro ya ha cumplido su función al ayudarme y servirme de recordatorio. Pero si ayudara a otro ser humano ya sería la repanocha.