“Lucha contra el capital financiero, voluntad política y ciudadanos movilizados” fue el título de la Mesa 4 del Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) en la que se marcó una profunda reflexión interna, teórica y política, sobre los procesos de transformación social en América Latina.
El relato provocador y la lucidez en el análisis del líder del partido “Podemos” de España, Pablo Iglesias, cautivó este 29 de septiembre a decenas de participantes que coparon todos los espacios de la Sala Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) en Quito.
En el foro además de Iglesias participaron el dirigente del partido Syriza de Grecia, Giannis Dragasakis; la socióloga marxista Martha Harnecker y el Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación del Ecuador, René Ramírez.
“La mayor torpeza de un dirigente político es emborracharse de optimismo”, señaló Iglesias y explicó que el éxito de “Podemos” se sustentó en que hizo “todo lo que la izquierda no hubiera hecho”. Explicó que si bien los procesos centroamericanos como los impulsados en El Salvador y Nicaragua así como la Revolución Cubana eran un referente para la izquierda mundial, sin embargo en las condiciones actuales son inviables.
La izquierda es un problema en su misma formulación, dijo, y destacó que la obligación de un revolucionario no es poner grandes carteles sino ganar un terreno de la política que muchas veces goza de cierta autonomía como es la arena electoral.
Iglesias destacó que “Podemos” rompió con una visión exótica y eurocéntrica de hacer una suerte de “turismo revolucionario” sobre América Latina y destacó que, por el contrario, empezó a valorar y entender los procesos de cambio que en los últimos 15 años se han impulsado en la región gracias al surgimiento de liderazgos capaces que procesaron adecuadamente las contradicciones sociales, económicas y políticas de sus pueblos.
La socióloga marxista y ex asesora del Presidente Hugo Chávez, Marta Harnecker, señaló que uno de los desafíos centrales de la izquierda es promover una “pedagogía de los límites” para “evitar domesticar las iniciativas de la gente y no solo tolerar la presión popular sino entender que es necesaria para corregir desviaciones que vayan surgiendo en el camino”.
Esta pedagogía permitirá, dijo, superar la cultura individualista y consumista del “sálvese quien pueda” que está insertada en muchos dirigentes políticos.
En esa línea, Harnecker recordó que la restauración conservadora siempre ha existido. “Ellos son una élite; tienen todo el poder del mundo pero son un pequeño grupo. Nuestra fuerza en cambio es que somos más pero no basta”, dijo y explicó que “si no hay organización ni conciencia, ese número no sirve”.
Por eso hizo un llamado a la unidad, la organización y la toma de conciencia, como elementos fundamentales para los procesos de izquierda. Se requiere -dijo- una nueva cultura de la izquierda caracterizada por distintos elementos como un lenguaje comprensible para la gente y una cultura pluralista y tolerante que promueva la unidad en torno a valores generales como la defensa de la naturaleza.
Nuestro compañero René Ramírez señaló que la izquierda no solo debe ser un proceso de resistencia anticapitalista sino que también debe ser una izquierda “pro algo” que en el caso ecuatoriano se trata de la sociedad del Buen Vivir.
“Tenemos que construir el horizonte de esa nueva sociedad y entrar a disputar el sentido sobre categorías que le eran extrañas a la izquierda tradicional como la eficiencia y la eficacia”, dijo.
Explicó que es necesario entrar a la disputa de cómo se gestiona y se produce el conocimiento construyendo una nueva arquitectura cognitiva, una nueva episteme de un mundo posible mucho más justo.
Giannis Dragasakis dirigente del partido Syriza de Grecia señaló que esa organización surgió en una coyuntura de crisis institucional en ese país caracterizada por el colapso del sistema de partidos, una exorbitante inflación y un desempleo creciente que en el caso de los jóvenes alcanzó el 55%, mientras que la deuda aumentó en un 175% en relación al PIB.
Dragasakis agradeció la invitación que nuestro Movimiento Alianza PAIS (AP) realizó a esa organización política y destacó el intercambio de experiencias que el ELAP posibilita.
El foro concluyó con muestras de gratitud e interminables aplausos para todos los ponentes.
Fuente: ELAP- Noticias