Fraternalmente,

En la Asamblea Nacional del Colegio de Profesores del 26 de septiembre, ustedes votaron por la opción de apoyo al proyecto de Reforma Educacional, que dejó contentos al sector de la conducción C. de P. y sobre todo al sector de gobierno. Pese a que, por más que busco, no le encuentro el – fundamento gremial – a tal apoyo, asumo que lo hicieron ejerciendo su derecho, así como yo también ejerzo mi derecho a expresar en estas líneas los no-entendimientos que ustedes 87+2 me generan. Me explico:

No entiendo ese voto de apoyo …

  • Cuando las mezquinas respuestas del Mineduc a la agenda corta, son una verdadera burla, un ninguneo a cinco sentidos puntos que requieren soluciones urgentes, pues implican agobio, maltrato e incertidumbre al profesorado. Respuestas que además, pretenden enterrar la Deuda Histórica.

  • Considerando que lo que se ha anunciado como reforma, no altera las bases del actual modelo educacional, llámese privatización, LOCE y LGE. Una reforma periférica que anuncia fin al lucro, fin a la selección y fin al copago, pero en los tres casos, con letra chica al reverso.

  • Cuando uno de los cuestionamientos centrales al sistema educacional es la estandarización y reduccionismo curricular, el obsesivo foco en aquello que se mide y que significó desmantelar la formación integral, todos aspectos que no aborda la reforma que se anuncia, salvo uno que otro ajuste marginal.

  • Si la reforma que se anuncia hace un blindaje a los intereses del sector particular subvencionado, llámese iglesia y privados, sector que se ha fortalecido y que ha venido demoliendo progresivamente al sistema de educación pública (municipalizada), en directo beneficio a los sostenedores privados y que pone en evidente peligro la sobrevivencia del sistema de educación pública estatal y por ende el trabajo de miles de docentes y trabajadores de la educación.

  • Cuando previo a los proyectos de ley sobre nueva institucionalidad y carrera docente, se han visto distintos y mediáticos acercamientos entre el Mineduc y los sostenedores privados, con apoderados de ese sector (Fide, Confepa y otros) y no en la misma medida con representantes de los profesores y organizaciones del movimiento social por la educación.

  • Considerando que lo que hasta ahora se ha mencionado como desmunicipalización, es un proceso de minimización del Mineduc y tercerización del rol del Estado en agencias-híbridos (entre lo público y lo privado), donde además los alcaldes están presionando para que se les asegure continuidad en cuanto a cuota de poder para ellos y los Daem o Corporaciones.

  • Tratándose de mis colegas, que imagino tienen conocimiento directo de la cruda realidad que se vive desde décadas al interior de las escuelas y liceos, realidad de docentes y estudiantes que no resiste más parches ni reformitas, sino por el contrario, demanda cambios estructurales que por cierto, no se ven en el proyecto de reforma del Ministro Eyzaguirre.

Por esto y mucho más, colegas 87+2, quiero entender, pero no lo logro. Si alguno de ustedes puede ayudarme y ayudarnos a encontrarle un sentido o un fundamento ese apoyo a mano alzada, le agradeceré haga lo mismo, es decir haga un escrito donde explique las razones que tuvo y lo haga circular en las redes sociales, con el mismo respeto y altura de miras de la presente carta abierta, no sería el único que lo agradecería.

Atentamente

Marcelo Castillo Duvauchelle

Profesor colegiado, miembro del Movimiento por la Refundación Gremial y Pedagógica

Colegio de Profesores